(Trasládese el siguiente comentario para cuando pasen el programa de ayer en el Auditorio del Sodre):
Noche cargada de intensas emociones. No sé si fue de los mejores programas, pero no importaba. El programa fue una excusa, una anécdota: los automatismos, las distintas versiones de la historia de Caín y Abel, los seudónimos artísticos, el segmento musical (Every Breath you Take, el Indio Solari, Also Sprach Turuhlecka, etc).
Todo bien, pero aunque hubieron momentos muy altos, sentí que nada de eso importaba demasiado. Todo fue una excusa para homenajear a Dolina por todo lo que nos ha dado en buen humor y reflexión en todos estos años.
Los aplausos conmovían. Había gente con los ojos empañados (no los vi muy bien en realidad, quizás los míos también lo estaban).
Luego del programa, estuve un rato observando a Dolina y a Barton en el gran hall del Auditorio, rodeados de muchísimas personas de toda edad, saludando, sacándose fotos, firmando autógrafos, etc.
Saludé brevemente a Barton, pero desistí de saludar a Dolina, rodeado como estaba de un enjambre tan denso de hombres, mujeres y niños que no parecía que fuera a dispersarse nunca.
Barton es el típico porteño (dicho esto con todo cariño): extrovertido, energético, luminoso, pródigo en gestualidad y palabras.
Dolina en cambio tiene esa cosa como más uruguaya, que tal vez es uno de los secretos del inmenso cariño que le tenemos en esta margen del río: más contenido, más austero, más formal, más introspectivo, más sombrío, más melancólico. Entrecerrando los ojos y haciendo volar la imaginación podría decirse que tiene un cierto porte y aire que recuerda a don Alfredo Zitarrosa.
Otra noche mágica. Otra oportunidad para decirle una vez más: “gracias, Maestro”.
Zitarrosa es Zitarrosa... y Dolina es Dolina. Punto.
Usted sabrá mucho y no muy bien del porteño (porque no lo sabe todo, no puede)... pero no sabe nada del hombre argentino : si viniera o viniese ( de hecho me pasó una noche a las puertas del café Tortoni ) un extranjero y preguntara por el hombre argentino, le diría... Si quiere saberlo, entre, mire, escuche, no crea todo lo que ve ni todo lo que oye, aceche el espacio entre palabra y palabra, entre silencio y palabra, entre movimiento y quietud, sea un poco cuántico - como explicaba Spinetta- Y, si además le agrega lo que desboca el corcel de su corazón y desbanda a la mejor nidada, oculta hasta de usted, del árbol neuro pensante de su sistema, ... entonces - extranjero y D.F. - sabrá a causa de la presencia que allí está y se llama Alejandro Dolina aunque suelen darle otros nombretes - lo que quiere saber y vale la pena saber, sobre el hombre argentino. Mientras él, el hombre argentino, sigue afectándolo, supracomunicado, por ... "a música da mente" hipersensualizado.
Nunca estará más seguro de algo en su vida; ni menos seguro tampoco : es una de las destrezas y picardías criollas. Daniel Franz : cada tierra honra a su hijo, los hombres no siempre a su tierra y por lo tanto, tampoco a sus hermanos... Dolina - viene a mi mente Azulunala, Alejandro tocando Aurora en su piano - honra la Casa grande y sus patios... Zitarrosa honró su patria.
No obstante D.F. sabemos que la Banda oriental (como el Luna de el planeta Tierra) no era otro cuerpo sino el mismo. Fueron los hombres y sus políticas y voluntades que tironearon con más fuerza, los que desgarraron.
Digamos que Dolina y Zitarrosa, tienen un aire de hermanos. Y cada uno sólo idéntico a sí mismo.
Dios sabe qué quiero... Igual que conservar a mi perro...
El hecho es que "el amor a la vida ordenada" según decálogo de la burguesía, cerrilmente se las ingenia en arrebatar; eso me permite comprender por qué, algunos seres matan o delinquen o se enmascaran para siempre o renuncian a ser humanos y al amor (conceptos apropiados por la burguesía)...
¿Cómo hacer que beses la moneda con la cara del César?,... quitándote alguna de las tres T.
Y si aún así no lo haces, te quitan lo que tiene la cara de dios.
Pero no pueden quitarte lo que no conocen, lo que no ven.
¿Entonces?...Pues ¿cómo vuelcas un contenido que no se deja volcar? : quebrando lo que lo contiene.
Los golpes son tantos que una empieza a sospechar que el fin no es romper, sino cambiar la forma y que el contenido se vea obligado a adecuarse.
Pero lo inmaterial no tiene forma y a su vez empuja desde adentro.
Una duda : ¿cuál es el límite, lo hay?...
¿Qué importancia podría tener la verdad del alma, si dios no existiera?
Pero esa verdad supracomunica, hipersensibiliza, empuja de adentro y afuera, de arriba y abajo, me conduce a través de lo ordinario rastreando como un sabueso cósmico y terrenal, lo extraordinario : -"Te ordeno vivir, déjame vivir".
Lo que quiero abrazar no es público.
Para MM es de mal gusto decir la verdad sin adornarla con el glamoure de la mentira. Para A.D. es conveniente el maquillaje del hecho artístico o al menos la provocación de tal cosa.
Yo llevo a LVST, a A.D., en el plexo y en la frente : creo me amerita a decir como me plazca, el mea culpa de no estar, aunque a nadie excepto a mí le importe. Dicen que sólo las cocineras y las siervas dicen la verdad, que es de naturalezas toscas no preservar "la sagrada privacidad"... Claro que a juzgar cuándo y quién argumenta así, vale rever el "axioma".
Perdón por la vulgaridad que muchos compartirán : el cuerpo a cuerpo,...el alma a alma,... no cuenta con el apoyo del César. Así halla fruición, humilla, despoja.
La que soy, una verdad también de la patria, es también LVST. Si LVST creyera que puede ver desde afuera, la mutación y el vaciamiento la habría alcanzado.
Entre mi lenguaje y el de otros, sólo hay una diferencia de matices de control, dirían algunos. Yo sé que es la poética de la libertad interior.
No me vulneran, yo me vulnero sólo por incortables raíces de Sentimiento..
Voluntaria caigo,cuando el único paracaídas disponible es el cinismo; cuando la red es la de los especuladores; cuando las reglas que garantizan inmunidad son volubles y suelen rematarse al mejor postor.
Es un bien no un producto: lo que busca profundizar en el sentido de vivir, lo que hace de ello un nido propicio al amor, una instancia mayor del buscador y lo buscado.
LVST, el que no nombro para que no se sienta ofendido, y mi perro,... son mi vida, con tres o cuatro amigos y mi trabajo - lo que queda de él. La que soy aún no se ha ido. Pero calla. No camina.
Sé que vendrá lo bueno para LVST, como el agua se las ingenia, busca el cauce y llega donde debe. Es cultura, es arte, es la sed que impide la deshidratación, la familia y el amigo que te recuerda que pasare lo que pasare hay que mantener la llamita encendida adentro, la brasa del hogar afuera; está más acá y más allá de otros intereses. Se trata de amor,...¿qué puede importarle o preocupar eso a los gigantes en las altas mesas y a los que mandan, donde juegan los perros, los niños, los gatos y los pájaros cantan ?
Cualquier radio sin LVST, sería algo menos que una radio, en una época que está mutando o vaciando, la Identidad de identidades.
CUÍDENLO, consérvenlo : no hay nada parecido. No los dueños de las radios, sino los espíritus de Radio que no es lo mismo que "animal de radio"...
No agrego adjetivos porque a Alejandro Dolina le pareceré más inepta que de costumbre.
Un abrazo sin límites - igual los quiero - con lo único que tengo y soy : Alma. V*
Que grato leer sus sensaciones querido Daniel. Dolina con estas giras busca eso, el cariño y el contacto con la gente. No me diga que no se hizo el alto cuando estaba junto a Barton. Yo cuando lo saludé, casi lo alzo cual niño.
Hace años que escuchamos La Venganza.Nos vamos a la cama y escuchamos todo el programa,junto a mi hija y mi nieto que ya tiene 13 años .Con el programa se aprende, se estimula la mente y lo mejor nos reímos juntos ,con el paso del tiempo y a medida que el nene fue creciendo fue entendiendo mejor ,Cuando comenzó su secundaria ya había temas que los tenía sabidos.Agradezco que hayan pensado en un formato de programa tan exelente,BESOS LOS QUIERO
(Trasládese el siguiente comentario para cuando pasen el programa de ayer en el Auditorio del Sodre):
Noche cargada de intensas emociones. No sé si fue de los mejores programas, pero no importaba. El programa fue una excusa, una anécdota: los automatismos, las distintas versiones de la historia de Caín y Abel, los seudónimos artísticos, el segmento musical (Every Breath you Take, el Indio Solari, Also Sprach Turuhlecka, etc).
Todo bien, pero aunque hubieron momentos muy altos, sentí que nada de eso importaba demasiado. Todo fue una excusa para homenajear a Dolina por todo lo que nos ha dado en buen humor y reflexión en todos estos años.
Los aplausos conmovían. Había gente con los ojos empañados (no los vi muy bien en realidad, quizás los míos también lo estaban).
Luego del programa, estuve un rato observando a Dolina y a Barton en el gran hall del Auditorio, rodeados de muchísimas personas de toda edad, saludando, sacándose fotos, firmando autógrafos, etc.
Saludé brevemente a Barton, pero desistí de saludar a Dolina, rodeado como estaba de un enjambre tan denso de hombres, mujeres y niños que no parecía que fuera a dispersarse nunca.
Barton es el típico porteño (dicho esto con todo cariño): extrovertido, energético, luminoso, pródigo en gestualidad y palabras.
Dolina en cambio tiene esa cosa como más uruguaya, que tal vez es uno de los secretos del inmenso cariño que le tenemos en esta margen del río: más contenido, más austero, más formal, más introspectivo, más sombrío, más melancólico. Entrecerrando los ojos y haciendo volar la imaginación podría decirse que tiene un cierto porte y aire que recuerda a don Alfredo Zitarrosa.
Otra noche mágica. Otra oportunidad para decirle una vez más: “gracias, Maestro”.
Zitarrosa es Zitarrosa... y Dolina es Dolina. Punto.
Usted sabrá mucho y no muy bien del porteño (porque no lo sabe todo, no puede)... pero no sabe nada del hombre argentino : si viniera o viniese ( de hecho me pasó una noche a las puertas del café Tortoni ) un extranjero y preguntara por el hombre argentino, le diría... Si quiere saberlo, entre, mire, escuche, no crea todo lo que ve ni todo lo que oye, aceche el espacio entre palabra y palabra, entre silencio y palabra, entre movimiento y quietud, sea un poco cuántico - como explicaba Spinetta- Y, si además le agrega lo que desboca el corcel de su corazón y desbanda a la mejor nidada, oculta hasta de usted, del árbol neuro pensante de su sistema, ... entonces - extranjero y D.F. - sabrá a causa de la presencia que allí está y se llama Alejandro Dolina aunque suelen darle otros nombretes - lo que quiere saber y vale la pena saber, sobre el hombre argentino. Mientras él, el hombre argentino, sigue afectándolo, supracomunicado, por ... "a música da mente" hipersensualizado.
Nunca estará más seguro de algo en su vida; ni menos seguro tampoco : es una de las destrezas y picardías criollas. Daniel Franz : cada tierra honra a su hijo, los hombres no siempre a su tierra y por lo tanto, tampoco a sus hermanos... Dolina - viene a mi mente Azulunala, Alejandro tocando Aurora en su piano - honra la Casa grande y sus patios... Zitarrosa honró su patria.
No obstante D.F. sabemos que la Banda oriental (como el Luna de el planeta Tierra) no era otro cuerpo sino el mismo. Fueron los hombres y sus políticas y voluntades que tironearon con más fuerza, los que desgarraron.
Digamos que Dolina y Zitarrosa, tienen un aire de hermanos. Y cada uno sólo idéntico a sí mismo.
20 de diciembre de 2015
y
20 de diciembre de 2016
Dios sabe qué quiero... Igual que conservar a mi perro...
El hecho es que "el amor a la vida ordenada" según decálogo de la burguesía, cerrilmente se las ingenia en arrebatar; eso me permite comprender por qué, algunos seres matan o delinquen o se enmascaran para siempre o renuncian a ser humanos y al amor (conceptos apropiados por la burguesía)...
¿Cómo hacer que beses la moneda con la cara del César?,... quitándote alguna de las tres T.
Y si aún así no lo haces, te quitan lo que tiene la cara de dios.
Pero no pueden quitarte lo que no conocen, lo que no ven.
¿Entonces?...Pues ¿cómo vuelcas un contenido que no se deja volcar? : quebrando lo que lo contiene.
Los golpes son tantos que una empieza a sospechar que el fin no es romper, sino cambiar la forma y que el contenido se vea obligado a adecuarse.
Pero lo inmaterial no tiene forma y a su vez empuja desde adentro.
Una duda : ¿cuál es el límite, lo hay?...
¿Qué importancia podría tener la verdad del alma, si dios no existiera?
Pero esa verdad supracomunica, hipersensibiliza, empuja de adentro y afuera, de arriba y abajo, me conduce a través de lo ordinario rastreando como un sabueso cósmico y terrenal, lo extraordinario : -"Te ordeno vivir, déjame vivir".
Lo que quiero abrazar no es público.
Para MM es de mal gusto decir la verdad sin adornarla con el glamoure de la mentira. Para A.D. es conveniente el maquillaje del hecho artístico o al menos la provocación de tal cosa.
Yo llevo a LVST, a A.D., en el plexo y en la frente : creo me amerita a decir como me plazca, el mea culpa de no estar, aunque a nadie excepto a mí le importe. Dicen que sólo las cocineras y las siervas dicen la verdad, que es de naturalezas toscas no preservar "la sagrada privacidad"... Claro que a juzgar cuándo y quién argumenta así, vale rever el "axioma".
Perdón por la vulgaridad que muchos compartirán : el cuerpo a cuerpo,...el alma a alma,... no cuenta con el apoyo del César. Así halla fruición, humilla, despoja.
La que soy, una verdad también de la patria, es también LVST. Si LVST creyera que puede ver desde afuera, la mutación y el vaciamiento la habría alcanzado.
Entre mi lenguaje y el de otros, sólo hay una diferencia de matices de control, dirían algunos. Yo sé que es la poética de la libertad interior.
No me vulneran, yo me vulnero sólo por incortables raíces de Sentimiento..
Voluntaria caigo,cuando el único paracaídas disponible es el cinismo; cuando la red es la de los especuladores; cuando las reglas que garantizan inmunidad son volubles y suelen rematarse al mejor postor.
Es un bien no un producto: lo que busca profundizar en el sentido de vivir, lo que hace de ello un nido propicio al amor, una instancia mayor del buscador y lo buscado.
LVST, el que no nombro para que no se sienta ofendido, y mi perro,... son mi vida, con tres o cuatro amigos y mi trabajo - lo que queda de él. La que soy aún no se ha ido. Pero calla. No camina.
Sé que vendrá lo bueno para LVST, como el agua se las ingenia, busca el cauce y llega donde debe. Es cultura, es arte, es la sed que impide la deshidratación, la familia y el amigo que te recuerda que pasare lo que pasare hay que mantener la llamita encendida adentro, la brasa del hogar afuera; está más acá y más allá de otros intereses. Se trata de amor,...¿qué puede importarle o preocupar eso a los gigantes en las altas mesas y a los que mandan, donde juegan los perros, los niños, los gatos y los pájaros cantan ?
Cualquier radio sin LVST, sería algo menos que una radio, en una época que está mutando o vaciando, la Identidad de identidades.
CUÍDENLO, consérvenlo : no hay nada parecido. No los dueños de las radios, sino los espíritus de Radio que no es lo mismo que "animal de radio"...
No agrego adjetivos porque a Alejandro Dolina le pareceré más inepta que de costumbre.
Un abrazo sin límites - igual los quiero - con lo único que tengo y soy : Alma. V*
Que grato leer sus sensaciones querido Daniel. Dolina con estas giras busca eso, el cariño y el contacto con la gente. No me diga que no se hizo el alto cuando estaba junto a Barton. Yo cuando lo saludé, casi lo alzo cual niño.
Hace años que escuchamos La Venganza.Nos vamos a la cama y escuchamos todo el programa,junto a mi hija y mi nieto que ya tiene 13 años .Con el programa se aprende, se estimula la mente y lo mejor nos reímos juntos ,con el paso del tiempo y a medida que el nene fue creciendo fue entendiendo mejor ,Cuando comenzó su secundaria ya había temas que los tenía sabidos.Agradezco que hayan pensado en un formato de programa tan exelente,BESOS LOS QUIERO