" Pero volviendo al reproche que se me hacía por mi “silencio”, resulta curioso que cuando hablo de lo que algunos no quieren, un fiscal me exige que me calle, y cuando no hablo de lo que ellos quieren, me reclaman que hable. En síntesis: la palabra y el silencio, parecen tener dueños en la Argentina.
En realidad, como ciudadana antes que como Presidenta, siempre he tenido la costumbre de analizar, evaluar y luego opinar sobre cualquier hecho, una vez que este ocurre. Es una sana costumbre que no pienso abandonar." CFK (fragmento)
Opinar o, callar. Ambas caras de un mismo derecho. Cuando callar es silencio y no censura.
Opuesto al maquiavelismo lingüístico del hipócrita prepotente y del ignorante, que es acusación y al mismo tiempo su "cohartada".