De pronto recordé esa reflexión referida al efecto de "la cámara de silencio": el individuo allí encerrado durante un tiempo específico, presenta desórdenes mentales, hasta enloquecer totalmente, porque lo único que escucha al vaciarse de sonido el exterior, son sus ruidos y sonidos internos, como el fluir de la sangre, el aire que ruge, se hace viento y lo recorre, el burbujear de los fluidos, el crujir de las articulaciones, el trueno del corazón... Pero si todo eso ya lo escuchó el feto y le fue placentero,...¿ por qué lo enloquece ?
Tal vez el alma, el "halito" que constituye el ser, ese ser, más allá del ADN,...no está presente aún en el claustro uterino, y se incorpora cuando la criatura es"alumbrada" y "respira" por primera vez esa bocanada que le es propia, que le es destinada.
Así, el que es encerrado en "la cámara de silencio" no revive la experiencia intrauterina, supuéstamente placentera,sino que el "espíritu" se "asfixia", padece horriblemete lo que representa un antro intolerable para la conciencia originalmente cósmica y libre... 8-O :-?