A mi Alejandro me acostumbró con los años a que cuando el se disponía a soltar alguna idea o pensamiento el resto de sus compañeros se llamaban a un respetuoso silencio que era muy agradable al escucha (de radio, y me imagino que también al de cuerpo presente). Es indudable que lo más atractivo de sus reflexiones era la profundidad de las mismas y no los silencios que acabo de mencionar, pero esto último, que a mi entender es muy importante se ha perdido con las constantes corroboraciones de Dorio.
Las alocuciones de Dolina, años anteriores, incluían un silencio delicioso al final de cada una de sus oraciones, algo que es prácticamente imposible encontrar en otros programas. Entiéndase bien, no hablo mal de Dorio, no soy nadie para hacerlo, sino de su poco felíz pulsión por intervenir.
paul107 el jueves, 21 de junio de 2012 a las 11:43 PM
en La venganza será terrible del 20/06/2012 dijo: