Chamo; comparto tus sentimientos: me toca ver sufrir al otro, tanto como me hacen mal mis sufrimientos.
Sin ir mas lejos, considerando las palabras de Dolina, en este reportaje de La Nación, da pena, ver a un hombre que se siente infeliz (como él mismo lo dice)
Uno puede (y debe), intentar "hacerlo feliz", de alguna manera. Es como tenderle la mano a quien se esta ahogando; pero depende de él, de tomar la mano.
No le debe ser fácil, ver que los años avanzan, el cuerpo decae, y el fin que teme y conoce, se acerca...
Vive en una prisión, como él mismo dice. La prisión de estar convencido de la inminente finitud de su existencia; y como también a expresado anteriormente "la tristeza de no tener Fé"
Con el mundo pasa lo mismo: hay soluciones para todo, menos para eludir a la muerte (si ella fuese el problema)
Pero no todos quieren ayudar y no todos quieren aceptar la ayuda de otros. No siempre es porque no quieran, sino porque, tal vez, aun no es el momento.
Lo espiritual influye lo material. Esa es el sentido de la flecha, para mi. Así como el genio del Hombre crea la tecnología y no la tecnología al Hombre; el mal o el bien no vienen de internet ni del cuchillo, sino del espíritu humano.