Esto último sería desplazar la responsabilidad de los males sociales hacia los individuos, considerados como presociales, y cuya suma, sin mediación, constituye el todo social. Al mismo tiempo, nos pone a todos en un plano de igualdad, todos tendríamos la misma responsabilidad, ya que se trata de la autocrítica, algo individual.
Pero habría que ver, primero, y como ya se ha dicho, si puede empezarse el análisis desde el individuo y su "capacidad autocrítica" abstracta, y segundo, si es sostenible que la participación y por lo tanto la responsabilidad de todos es la misma en esta sociedad. Y si se puede sostener que el sistema nos da a todos las mismas herramientas para ejercer tanto la introspección como el análisis general, y por lo tanto, para ejercer algún grado de libre albedrío. Uno esperaría encontrar en los círculos con acceso a bienes culturales, un menor grado de mezquindad, sin embargo, no parece funcionar así, al menos no mientras al mismo tiempo haya intereses económicos en juego. Para mencionar a dos tipos que son presentados como opuestos, un Melconian (liberal) y un Kicillof (keynesiano), ambos han admitido que la deuda externa es en mayor o menor medida, ilegítima, sin embargo todos sus esfuerzos fácticos van encaminados a pagar todo lo que se pueda pagar y más, y ésta es gente que en lugar de ser empleados del sistema podría conformarse con dar clases en algún cargo docente, su opción alternativa a ser canallas no es morirse de hambre.
Entonces, esperar que el cambio surja de un esfuerzo autocrítico, cuando los más preparados no demuestran ser capaces de hacerlo, no parece dsetinado a tener éxito más que de aquí a miles de años, cuando la "espiritualidad" cambie por sí sola, sin que sepamos cómo y porqué.
inmundo el jueves, 24 de abril de 2014 a las 07:17 PM
en La venganza será terrible del 21/04/2014 dijo: