Con la belleza femenina pasa, mi distinguido Dolina, lo mismo que con la belleza masculina.
La verdad de la belleza femenina no parece merecer en nuestros días más que caballeros que se arrojen por la ventana del primer piso y viceversa.
No porque no existan otros caballeros y otras damas, sino porque está prohibida la belleza. Oculta en bóvedas de titanio, bajo cerraduras de ultrasecreta clave, sin saber si la cosa aún existe y si por lo tanto el símbolo es sólo una abstracción sin respaldo en oro. Se ha llegado al punto del ¡"pero qué importa"!... se perderá la costumbre al no tener con qué comparar.
"No creo que los súbditos ingleses hayan hecho gran cosa por verla cabalgar por el mercado, antes más bien habrán preferido pagar los impuestos". Es una bofetada para nosotros, que tuvimos una alegórica lady Godiva y no fue "un cuentito", claro que sí Alejandro, es triste... Porque habla muy bien de los súbditos ingleses y no de los ciudadanos argentinos ( estoy segura que el aplauso del público fue para el pueblo inglés). Hoy en día la humillación de la mujer -digamos mejor la belleza femenina - sería utilizada como evasión de impuestos, blanqueo de capital ( los caballos no)... Si con el dinero ahorrado (sustraído) se puede comprar y tener todas las que se quiera.
En cuanto al pudor, es un concepto y aún más una acción prohibida. A nadie le importa el sacrificio de la desnudez honrada, a menos que pueda humillarla; en tanto aprecia la desvergonzada, porque el pudor se da de patadas con la estupidez y la bajeza. Hay un pudor más alto : el del espíritu que se ve a sí mismo no haciendo lo que debe.
Quedar ciego al ver una mujer desnuda - o a un dios traicionar -, podría en los mitos significar que los mortales tenían el camino libre para imitar estúpidamente la vida y la muerte, hasta que pretendían mansillar lo que pertenía por espíritu y voluntad a la cosmogonía y sus dones. Toda verdadera belleza es la proyección de un dios y es ante todo inocente de sí misma, de ser portada, y no de la humanidad de quien sólo la porta. Por eso mismo ambas posibilidades, la humanidad noble y la divinidad de incógnito, deberían - cuando más no fuese por las dudas - respetarse. Pero ni siquiera de desea, no es negocio.
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¡Bello Betinotti, Dolina...! Por un momento me engañó el oído el corazón, que brincó exclamando con mi sangre (no con letra barata que se perfuma en ella y entonces parece tinta que sólo huele)... ¡la Milonga de Albornoz!...Pero no, andaba la tinta por mi oído circulando.
El Trío, cada vez más indispensable a fuerza de talento y comunicación.
Barton, ¿por qué una noche no canta con su propia voz?
Me había olvidado de contarle que en la fiesta del día del maestro, los chicos que actuaron ¡cantaron la canción de la gallinita! a la que nos sumamos. Estuvo usted presente, amigo y cierta personita maga de las señas. :) *
Viyi el domingo, 23 de octubre de 2016 a las 08:01 PM
en La venganza será terrible del 21/10/2016 dijo: