Joaquin Lopez Viñals
Mire yo hice la colimba en la famosa última clase. Al patriotismo y la buena educación la tiene que traer ud. de su casa por que los milicos no se lo van a dar.
Dicen por ahí que algunos jóvenes están descarriados (habría que ver quienes dicen) y que han caído en la droga y la delincuencia. No creo que ningún coronel quiera llenar su cuartel con miles de colimbas drogadictos e irrespetuosos de la ley, darles armas y esperar que a fuerza de gritos de "voces de mando" y "orden cerrado" se vuelvan hombres de bien y llenos de optimismo como Palito Ortega. A nosotros no enseñaron las delicadezas del combate nocturno, como degollar a alguien con estilo y que si un desconocido se acerca demasiado al puesto de guardia y no se identifica como es debido, es menester del soldado fijarse cuantas balas le caben en el cuerpo; nada del otro mundo para una tarea llamada Servicio Militar. ¿No es esto todo lo contrario a lo que se quiere inculcar a las supuestas almas perdidas? Bueno, no es de extrañar por parte de alguien que llama empleados informales a sus esclavos, y que no se avergüenza de tener gente trabajando de esa manera. Un verdadero criminal el diputado Olmedo.

La idea de la colimba como reformatorio está tan injustificada como la idea de que los inmigrantes extranjeros le sacan el trabajo a los locales. Quienes la alimentan son los políticos de 4º y sus votantes, que añoran el liberalismo menemista, gran generador de excluidos, estos mismos que en la calle molestan. Para los políticos de 4º los planes sociales son tirar la plata a la basura “se la gastan en el juego la droga” dijo Sanz, mejor esconderlos, pensarán ellos, en una colimba-reformatorio o esclavizados en un campo.