Yo estoy perdido porque tampoco sé quien es usted, no termino de comprender sus motivos e intenciones y sus mensajes también describen un paisaje ambiguo, carteles que dicen “doble a la derecha” mientas la ruta se curva hacia la izquierda y todo es un laberinto de referencias engañosas. He decidido darme por aludido solo cuando viene al rincón o cuando lo dice explícitamente, es eso o ver señales donde no las hay.
“La otra palabra”. Es “amor”, ya no hay razón para esquivarla, la escribió seis veces en un párrafo hablando de la caridad. (Bienvenida sea, es “la” palabra).
Que alivio que haya echo esos reemplazos en su cita. Las palabras: “esclavo”, “mercenario”, “mandar” y “obedecer” ya de por si me asustan, y máxime cuando se encuentran cerca de la otra. Si no hubiese hecho esos reemplazos habría salido a la gran carrera antes de terminar de leer el mensaje. Son reemplazos muy felices y muy inteligentes. Los hizo, seguimos tranquilos.
Le adjunté “potente”, esta está directamente relacionada con “potencia” (lo que actúa sobre la realidad siempre es el trabajo, pero no hay trabajo sin potencia) y con “potencialidad”, más bien a modo de concepto, que a modo adverbio. Lo potencial es lo que está disponible, lo que está “en disposición de venir”, de “ser traído” o de hacer trabajo, “en disposición…”, digamos. Usted lo dice mucho mejor: “…el amor como principio es una invitación…”, perfecto, mejor imposible, qué es una invitación sino eso, una potencialidad. Estamos hablando de lo mismo. La evité porque cuando lo que nombra esa palabra es “traído” a un dialogo entre un hombre y una mujer, cuando esa palabra se dice o se escribe, empieza a influir sobre la realidad, hace su trabajo, digamos, incluso si el sentimiento no estaba ahí antes. (falta ultima parte)
UnoDParana el domingo, 10 de marzo de 2013 a las 02:50 PM
en La venganza será terrible del 22/02/2013 dijo: