"Jamás quedan solitas, estoy todo el día esperándolas."... Como doy por sentado que trabaja y o estudia, que realiza los gestos y actos cotidianos de la supervivencia, y aquellos no ordinarios de la vida; se traslada y, está a la intemperie, a medio camino entre y sobre el tiempo de dos destinos - casi ninguna parte - es que considero su expresión literaria ( no literal ) más una costumbre que una verdad.
Es anacrónico con mi necesidad de comunicación, asonante con la rima de mi presencia, distraído a mis reflejos. Preferiría que al bailar me pisara el pie en vez de aducir que "ya pasó por ahí" ... suponiendo que bailara.
El concepto de desencuentro causa más desintegración que el de vacío : lo desencontrado sabemos que existe; el vacío, es aquí y ahora, irrefutable inexistencia.
Nadie espera nada de aquello que está matando, cerrado a la percepción del proceso; no hay remordimientos donde no hay consciencia.
Yo espero con desamarradas espectativas aquello que me hizo contacto, con su magnitud adimensional de principio preexistente a mi vertiente humana, entrando desde la fuente que a la vez sella los labios, a mi dimensión y mi momento. Unos han pedido experimentarlo, otros lo experimentaron, algunos fueron amados...
" Un segundo antes renunció a la cordura, no sabía que él ya estaba en camino. Era tarde pero no justo. Entonces lo sintió presente. La fuerza en su mano deteniendo la rotura del pecho. Era transparente y era eléctrico. Y su hálito potente, inexplicable, por ella, en ella, respiraba."
La ventana virtual refleja mi bufonesco estado.
La cierro.