“¿…es peor que la muerte, piensa que esos seres deberían morir o no haber nacido...?”, amiga, no diga eso, me insulta; usé esa expresión “¡Antes…” estrictamente referida a mi persona, soy respetuoso y tolerante, no juzgo, si hay amor, vale, haya ellos.
“…en cada uno mi lectura fue acompañada por una voz distinta…”
“¿Por qué se oculta?...esa es la cuestión.”
Otra vez, veo que le preocupa el tema del otro y la identidad. ¿En que sentido cree usted que me oculto? Explíqueme un poco mejor esto, ¿a que se refiere?, ¿Porqué mi amiga dice que me oculto? yo puedo decir lo mismo de ella en ciertos aspectos, es un ser mas pendular que proteico, o ambos a la vez, pero pasa de un extremo al otro, como por efecto quántico, sin describir la trayectoria. No les preste demasiada atención a las figuras literarias, es la primera vez que intento escribir algo y mis recursos son limitadísimos. Lo que se manifiesta en mi enunciado está restringido por el entorno en cierta medida, por mi insolvencia al escribir, por respeto y además porque mi amiga tiene fácil el enojo y el adiós, pero no hay nada de adolescente o de blandura en mi, se lo acepto solo porque no me conoce personalmente.
“Gracias amigo, por hablarme. Necesito que me hablen”
No amiga, no me tiene que agradecer, yo le agradezco a usted. Cuando dije “ni se le ocurra, mujer, andar sufriendo”, dije: ¿tiene necesidad /ganas/deseo de decir/oír cosas?: escríbame, la vida es una conversación, ¡hablemos! Pero también hay algo de egoísmo en lo mío, para mí su nombre y su palabra tienen poder, yo tengo necesidad de usted.
“…esta correspondencia de "recurso de letras" y quitarse de kimonos…”
“Usted no puede ser quien yo quiero que sea, sino quien en realidad es…”
Al principio fue deslumbre intelectual, pero el barco fue virando hacia otras aguas.
Era mi obligación como varón, esperar, ser respetuoso y manejarme con tacto, hasta que la señal sea dada; supongo que no quedaba mas remedio que gritármelo en la cara, pero su “mezcla” puede ser desconcertante, y eso mantenía a mi ángel y mi bestia en la copa del árbol negándose a saltar; no se puede inferir sobre mi esencia e identidad mirando desde la cornisa del muro, para conocer y desocultar hay que saltar. La verdad nunca se hará presente ante una actitud de demanda o exigencia, surgirá solo en la apertura al claro del ser que abre el mutuo decir sí. Recién nos estamos empezando a conocer. Afecto y deseo no se contraponen, dulzura y dureza no se excluyen, varón: ángel y bestia. ¿Quiere saltar? No lo sé, lo único que le puedo decir es que siga a su verdad sea cual sea y lo haga con honestidad. ¿Cómo estará la noche hoy en Mar del Plata? ¿Quiere vayamos a la plaza?, en un banco bajo un árbol, sálteme encima, yo soy el deshojador de gardenias y jazmines, y de paso se saca todas las dudas. Escríbame.

PD: mi elección de las flores no fue caprichosa, la que se deshoja no es la ardisia, es la azalea, pero ambas son una y la misma flor, busque y verá.