No estoy repitiendo palabras de Mujica. Estoy diciendo que a través de experiencias personales diferentes y reflexiones semejantes, compartimos imágenes de una misma luz.
El que es mi interlocutor, me hizo experimentar la vida y a mí misma, como un panal con todas sus celdillas abiertas a la luz ...
Hasta que la espera inútil de "una" palabra, se arrancó del corazón y cayó. Salí de mí, las celdillas se taparon con tierra que fue deviniendo en barro y el barro en piedra ... Con las manos mojadas de lágrimas abarqué ni cara y mi cabeza, para ver cuánto aún no era de piedra.
El terco amor la levantó, la puso a reconocer, a recorrer, a conocer la trampa...En el terco movimiento algunas celdillas rompieron su bloqueo, alguna luz ayudó a distinguir de nuevo el suelo y el cielo, insuficiente aún para volver a verme a mí misma entera...
"Él" anda en esas lucecitas...Aparece y desaparece, según la esperanza de amor, según la consciencia de lo irreparable y lo no. Las luces crecen o decrecen, la claridad de la posibilidad que soy, se aleja o vuelve.