(Sentado sobre mi hombro Alejandro Dolina ( no la persona ), con su lucecita que ilumina rincones y alarga las sombras sobre otros que creíamos iluminados de luz cierta)...
Ella lavaba la ropa sucia del hijo y, la de quienes consideraban sus propias manos, finas como para hacerlo...
Ella otorgaba una posibilidad al cambio de estado de su hijo : él, curaría manos heridas, no por las manos que lavan ropa, sino por manos finas que se hacen lavar su suciedad... Él, sería médico.
Acaso él creyó que podía no ser, hijo de la lavandera. Acaso, sólo cambió de lugar la traición : atrás, donde la madre, no adelante donde la clase que imponía etiqueta permanente al alma, como suavidad a las manos... Y él, era médico... Hasta las manos heridas y sucias de trabajo limpio, dudarían de él, buscarían otro médico... Así que, por miedo, la negó. Porque había aprendido algo de su nueva posición : la cobardía y la ingratitud, lo que hacía que se avergonzara por causas equivocadas.
Tenía talento, había estudiado, hacía bien su trabajo...tenía derecho al respeto social, a la corona de la reputación.
¿Quién sabría la verdad...?
Tal vez el hijo de la lavandera, cuidadosamente escondido en una oscura celda de la consciencia, tras los barrotes de la propia importancia del "médico" ( ¿¡ cómo curaré a otros, cómo transmitiré la maravilla de la verdad pura a otros !? )...
Pero emergerá... En la forma de estar iluminado, de brillar; se verá que la luz no lo atraviesa. Se verá lo que no ama de sí : se verá lo que no amará en nadie.
ADAS ARTES & SEÑAS tiene mi admiración, mi adhesión y profunda empatía. Surgió de ver trabajar a Gabián y a Damián Alejandro Scigliano, de conmoverme con la humanidad de su arte, su sencillez e intensidad, su verdad a flor de gesto...
Soy seguidora de la página, publican sus noticias en mi muro, me envían notificaciones. Les presto mi atención con integridad, guardo todo lo que recibo. Suelo comentar, cuando me inspiran hacerlo, y siempre comparto - 6,7,10 vecces - cada notificación nueva : ya que tengo no sólo el permiso sino la invitación a hacerlo.
Todo lo que tenga que ver con ALEJANDRO DOLINA es digno para mí y, digno por sí mismo. Fue una alegría compartirle a Angie y a todos los que no podrían ser indiferentes a esa riqueza...De eso se trata ser multiplicador : repartir bienes que uno no tiene pero sabe apreciar, que a su vez le fueron compartidos para sumar BIEN y BELLEZA. Semejante a dar la buena nueva; con esa actitud.