Cristina dice que lo que más extraña de Néstor en lo cotidiano, son sus mutuas y constantes confrontaciones, que no los dividían, los retroalimentaban: era estar constantemente acompañados. Se llamaban por teléfono a cada rato, en los momentos más insólitos. Se adivinaban los pensamientos; en el momento en que uno pensaba algo, el otro también lo estaba pensando, como telepáticos. No eran demostrativos físicamente, en público. Y cuando estaban a solas, no tenían que hablar, se sabían.
Yo creo que así es, cuando el vínculo profundo ha sucedido. También que es extraordinaria esa comunicación. Y que en la ausencia de uno, la energía del amor la continúa. Qué lástima, qué pena, el par sin compañero; lo que pudieron haber hecho juntos. (Partes de la conversación de Cristina con la mujer que escribió sobre ella y su relación con Kirchner.)