Efecto: tal vez ese bienestar del que gozan por aquellos lares, esa seguridad, el acceso a la tecnología etc., etc., sea posible a costa de recortar ciertas acciones justas. Es penoso y triste, pero también es penoso y triste que pasen los años y sigamos estancados en el odio, con los agravantes de la pobreza y la inseguridad. Lamento que esto suene cristiano o catolicón, pero hay que empezar a ejercer el perdón que no es olvido, es reconstrucción, hay que cicatrizar las heridas y no estar rascándose todo el tiempo para que vuelvan a sangrar. Hay que mejorarse a uno mismo porque sino uno se termina pareciendo a los enemigos y eso hace que la historia se repita otra vez.