Estimadísimos dolimaníacos:
Sin interrupciones escucho al Negro desde sus inicios en DTPL alla por abril del 84.He tenido la dicha de grabar programas (a cassette) con el irremplazable Castello (QEPD), con Stronati quien a lo largo de su gestion fue mejorando su papel. Asi tambien escuché el programa con J.Dorio en FM Tango, cuando era un poco más "humilde" que en la actualidad. Y no puedo menos que comparar las genialidades y "ubicaciones" que tuvieron Castello, Stronati, Rolon, Bernazzi, Silly, Guillespie y hasta el mismo Barton a lo largo se su participacion. Todos ellos muy ubicados a la hora de su papel.
J.D., en cambio, resulta todo lo contrario. Todo su bagaje cultural (que es indiscutible) se polariza con su falta de gracia, hurto o réplicas de frases de Alejandro para disparar la risa, pero por sobre todo su denostable necesidad de ser el "centro" del programa a costa -si es preciso- de pisotear al maestro.
Entiendo que pese a lo expuesto,al existir una amistad fuera de los microfonos entre Alejandro y J.D. que incluso los ha llevado por el mundo en viajes juntos, es muy dificil que el Negro se deshaga de él. Habrá que resistirlo hasta que el programa -por su propia culpa- caiga en un abismo aun más hondo del que posiblemente esté cayendo. No sería el primer buque que se hunda con su capitan y contramaestre por errores de este ultimo. Lo importante es que el resto de la tripulacion (lease por ej Barton, Guillespie y/o Silly si tuvieran lugar) y los pasajeros (los oyentes) lleguen a los ojos y a la conviccion del Gran Alejandro para que éste prevenga la catástrofe. A los cincuenta y tantos ya no se puede cambiar la personalidad y formas de un tipo como J.D. Sólo queda resistirlo.