Mis abuelas y tías abuelas, ni mi abuelo, olieron jamás a nafatalina ni a simposio de ácaros y hongos, la polilla no había carcomido sus lenguas ni el opio de la vejez -adulterado con plomo- su cogito ergo sum. Los ejemplos de sus relatos no eran momias cuyo ubérrimo mandato hasta disolverse, consistiera en abrir la tierra y asomarse como un tradicional cardo que continuarían alimentando para que a su vez continuara siendo un tradicional cardo comido por los burros, no para que un héroe o una heroína, soplase el vilano e iluminado saliera a cumplir sueños y reeducar monstruos por el mundo.
No cabe en mi cabeza ni un instante ese Dolina-momia ni su ubérrimo cardo petrificado sin vilanos.
¿Cómo se puede pensar como un carancho?
Negarle su canto al zorzal, al chingolo, a la calandria, al ruiseñor y, a quien es feliz oyéndolos, el derecho a ser feliz oyéndolos... A la orquesta de la Naturaleza el espíritu de la música (los cuerpos y almas son parte y la gracia del arte de los músicos, alas)... Interrumpir el metrónomo e interferir el diapasón, metafísicos... Sólo puede nacer : de mentes y corazones, equivalentes al rebuzno de los burros por el cardo...
Ruidos en un baño,... las palabras; hay suficiente concentración de moléculas en su valor umbral, como para desparramar un olor perceptible; vamos, salgan al jardín.
Son como las Erineas sobre Fineo...
¡ Y él, es dueño de elegir, independiente de la elección de otro ! ¿Qué arte atrapa en la red de la razón el destino de lo que cambia en aquello por lo cual lo cambia?
Lo que no puede hacer, es traicionarlo.
Viyi el lunes, 27 de marzo de 2017 a las 02:36 PM
en La venganza será terrible del 24/03/2017 dijo: