El 25 de mayo de 1810 ocurrió un golpe de Estado a manos de un grupo que se llamó a sí mismo con el tan ampuloso como contradictorio nombre de «Junta de Gobierno para la Reafirmación de los Derechos Soberanos del Rey Fernando VII». ¿Por qué demonios se festeja el aniversario de la reafirmación de un virreinato, o la preferencia por un imperio en lugar de otro? Como de costumbre, el pueblo nunca tuvo curiosidad por saber de qué se trataba y, a decir verdad, ni siquiera fue invitado a la fiesta. Quizá en ese primer paso hacia la independencia esté la clave de casi todo lo que sucedió hasta nuestros días.
Súbditos reales éramos los de antes, señor.