Blender
Alejandro Dolina, Patricio Barton, Gillespi
Introducción
• Entrada0:02:13
"Yo recuerdo a Borges; Borges tenía una idea catastrófica del dolor de muelas, casi pensaba que era lo peor que le podía ocurrir a uno. Y es raro encontrar una cosa tan pedestre como un dolor de muela en los textos borgeanos. Él contaba cómo, Macedonio Fernández detestaba esos dolores, y se iba sacando -él mismo-, se iba aflojando los dientes a lo largo de los años para que se le cayeran, entendiendo que la ausencia de un diente era también la ausencia del dolor. No tener dientes era algo beneficioso porque, para él, un diente era algo que dolía eventualmente (...) Borges creía éso, que las discusiones acerca de la angustia, las discusiones filosóficas, y aún psicológicas, carecían de sentido ante la presencia de un dolor de muelas. Eso me lo dijo a mí el propio Sábato, hablando mal de Borges."
Segmento Inicial
• Novedades sobre los dientes0:06:16
Segmento Dispositivo
• Nuevas historias de espiritistas0:51:21
"Ahora bien, el médium norteamericano lector de Swift empezó a convocar a Struldbruggs, pero había un error en aquello: el Struldbrugg es inmortal; no se puede convocar inmortales. Y si uno... muchas veces se habla de lo mala que es la inmortalidad, porque uno se aburre, porque, etcétera, etcétera. Lo que sucede es que, si uno es inmortal y a lo mejor hay vida después de la muerte, te la perdés. Te la perdiste por inmortal, porque para acceder a la vida después de la muerte hay que morir. Y el que no muere se queda sin esa vida. Ahí está el verdadero problema, ahí está el verdadero problema.
Muy bien, este hombre convocaba a los Struldbruggs y se daba cuenta de que aquellos seres no podían contar nada porque no se acordaban de nada. Pero empezó a descubrir otra cosa: no sabían quiénes eran. Y entonces, empezó a notar que la presencia de espíritus que no sabían quiénes eran realmente, en realidad, atraía a la clientela, que se complacía tratando de ayudar al espíritu, no ya al Struldbrugg, a un espíritu cualquiera que no se acordaba quién era... lo ayudaban a encontrar su verdadera personalidad. Y entonces: el asunto es la memoria. El asunto es la memoria.
La memoria es como el hilo del collar de los numerosos seres que somos. Así, yo puedo afirmar, gracias a la memoria, que un muchachito que iba al colegio 38 de Caseros es esta misma persona que le está hablando. Lo cual parece difícil de admitir, pero ahí está la memoria que lo certifica. Ahora, de todos modos, ¿qué clase de seguridad podemos tener acerca de nuestra propia identidad, ahora que estamos vivos y, más cuando estamos muertos? Por ahí, nos convoca una médium y dice: '¿y usted quién es?', y uno no sabe bien... qué sé yo; el hilo del collar es la memoria, pero también es cierto que la memoria puede ser falsa. Puede fallar.
Y a lo mejor, los hilos de nuestros collares están enredados, están hechos un nudo, y tenemos las cuentas del collar corriendo en hilos diferentes, y a nosotros nos parece que son del mismo. Es decir: no hay ninguna seguridad de que seamos los que estuvimos aquí el lunes pasado. Nos parece que sí, pero a lo mejor, no. No hay ninguna seguridad."
• "Knockin’ on Heaven’s Door" ♫ (Toca el TSN) Bob Dylan, para la película Pat Garrett y Billy the Kid, 1973.
Segmento Humorístico
• Mensajes del chat, oyentes, etc.1:10:01
• Señales claras de que tu relación de pareja está en problemas1:15:30
"Las serpientes, en algún mito griego, purificaban la oreja de los mortale a quienes querían favorecer, con su lengua. Entoncs, limpiaban la oreja de tal modo, que esa persona que recibía ese don de las serpientes, empezaba a entender todos los idiomas, especialmente el de los animales. Yo creo (...) un tipo que no sé si era Melampo, creo que era melampo, que ayudo sin querer a una serpiente que vio, a salvar la vida de una alguna serpentita, y en agradecimiento la serpiente le purificó los oídos y desde ese día, Melampo entendió el idioma de los animales. Tanto es así que, una noche, lo habían metido preso a él, y oyó la conversación entre dos termitas, que hablaban en un tirante que había sosteniendo el techo de la celda de Melampo, y dicen, "che, dice... este tirante no da más eh; mañana se va a derrumbar esta construcción. Entonces, le dijo al carcelero, que tenía el poder de entender esos idio (...) o que el poder de la prediccón, y que, para demostrar ese poder, le anticipaba que, al día de mañana esta celda se va a derrumbar. El carcelero lo cambió de celda, y al otro día, se derrumbó la celda, y Melampo tomó fama de mago, de adivino, y de predictor y triunfó... y (...) no importa ahora."
• Aquí1:32:45 Dolina acompaña al piano un fragmento Oh! Susanna, pieza tradicional Norteamericana de mitad del siglo 19. Versión de James Taylor, algo dulce y melancólica. Al estilo de la original, puede oírse la 2nd South Carolina String Band.
Sordo Gancé / Trío Sin Nombre
• Presentación1:33:40
• "No Te Perdono Más" ♫ (Rodolfo Sciammarella, 1947) Orquesta Alfredo De Angelis, 1948.
• "Sasha, Sissí y el Círculo de Baba" ♫ (Fito Páez, El Amor Después Del Amor, 1992)
• "Hay Humo en Tus Ojos (Smoke Gets in Your Eyes)" ♫ (Jerome Kern/Otto Harbach, 1933) Canta Gertrude Niesen. The Platters, 1959.
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