En el omnisciente manantial del Cielo brilla el Ojo de Odín envuelto en telas de cósmicas Aracné, seca órbita de sombras hasta que la luz de la estrella lo sensibiliza y mira... Cristales de Agua en su fondo esperan, Lágrimas no lloradas, Copa oculta no vertida; es cementerio de almas el planeta pasivo... Cuando vuelva el no nacido ni muerto, lloverá sobre él.
Canta atenorado un grillo silenciando los gemidos del silencio, rompe algunas telarañas de el Luna y la cuenca omnipresente recoge el Canto... Otra espiral eléctrica de caracola, hermana gemelar ritualiza su espejo... Y en la orilla del Mar tan cercana a mi patio que es la misma, en morse y en braile un Coro de espumas y noctilucas como un himno rebelde y una súplica humilde, lo repite...

Orilla, igual pero distinta, de los dioses, de los mitos, de sus Sueños que atraviesan la materia imposible que los intercepta y tergiversa, la barrera terrible de impiadosa ignorancia del hombre.
Alguien se baña desnuda y reluce en la Noche...
Sobre la arena que la piel de los dioses semeja, a causa de el oro de los árabes,... la Radio ¡pare como un Útero mágico! (¿ antes o después de Loki, la hipóstasis de Odín ?, atención, atender) a LVST, a el escriba sonoro, a el poeta que encorva el esfuerzo de oponerse a la interceptación...
El Sordo, El Dúo, El Trío, allí Alejandro (y el ángel de la Música) con la ayuda de Vincente, son la única libre letanía... Y el grillo... Y la Oda a la Alegría. <3 :) ******