Después de denostar por un tiempo a Barton, o me acostumbré yo, o el tío creció, la cosa es que me arrepentí de aquellas protestas tempranas.
El Coco nunca me gustó mucho, y así, unos más otros menos. Dorio es de los que menos, me hincha, pero más me hinchan las periódicas campañas para eliminar a tal o cual integrante del programa.
Que al final, terminan siendo una expresión de intolerancia y autoritarismo.
Como escucho grabado gracias a Juan (gracias Juan), adelanto las dedicatorias de Dorio y otros momentos de verborrea salivante y listo.
Los programas editados me caen al pelo para el mp3, que cuando adelanto por ahí me pasa al siguiente programa y tengo que volver, renegando, a buscar el punto en el que sucedió el accidente, así que por mí, gracias Diego, es un trabajo que yo no tengo tiempo de hacer.