Y la asignación familiar por hijo, que implica como prestación, el cumplimiento de la escolaridad y el control sanitario de los hijos por parte del beneficiario, también ayuda. Y las estadísticas indican un incremento en la escolarización de los niños.
Por supuesto que sería mejor que los adultos tuvieran laburo y pudieran mantener en condiciones de dignidad a sus hijos, porque la calidad de vida que genera es otra.Pero la relalidad es ésta y no la que debería ser.
A propósito, han publicado en la Barcelona una conmovedora carta de un lector , victima de hechos delictivos, con una mirada diferente acerca de las responsabilidades de los fenómenos.
Y recomiendo también un artículo de la Caras y caretas, del mes de febrero, intitulado "El origen de la inequidad", de Silvia Valerga, acerca de la relación entre impuestos, ingresos y redistribución, en el que relata cómo los origene sde las sociedades más justas están, entre otras cosas, en la antiquísima relación entre el tributo al estado y los seguros sociales, cita el caso de Holanda,sin ir más lejos, vere si puedo linkear, y sigo laburando.