Chamo, no lo estaba criticando ni cuestionando, por alguna razón desconocida conscientemente, a usted no lo haría.
Soy curiosa y me llamó la atención, pues todo tiene una causa, por qué -digamos- "sobrecargó" el estilo o "sobreactuó" la intención, ya que el primigenio resultaba perfecto.
Me responde cambiando nuevamente la forma lingüística, lo cual no era necesario. Al hacerlo me desencanta un poco, porque entonces parece que ninguna es natural, lo que me apena porque entonces mi simpatía hacia la primera al basarse en una irrealidad,...resultó irreal: energía desperdiciada. :-(
Esa expresión "quien nos creemos que somos" sin tilde, podría interpretarse como "somos los que creemos ser"...y estaría bien así.
Ahora, "quién nos creemos que somos" con tilde, reduce displicente y despreciativa, a una cuestión de ego y arrogancia la identidad y la autoestima, sin considerar que hay quienes trabajan hasta su muerte como un escultor, la materia cruda de su ser, luchando con los elementos ancestrales, con sus primeros principios intensamente activos en algunos y en otros menos, con lo nuevo que pugna por brotar y plasmarse y, a veces, el alma humana es como las manos visionarias de un artesano ciego, ...y entonces "no cree quién es" porque no sabe, ni lo sabrá hasta el producto final y, quizás, no lo sabrá hasta que el ser esencial lo "toque" a él, le devuelva el "toque".
Así que no se trata, apuesto por eso, de ¡¡¡"quién te cree que so"!!! (juntando las puntas de los cinco deditos y agitando hacia arriba y hacia abajo la manito).
Tal vez, en todo caso, si le da a elegir a mi fe poética, prefiero que usted crea, si tiene que creer algo, que de mi parte se trata del melancólico y decisivo "Ser o no ser, esa es la cuestión".
Que a mí todo me importa.
Que tenga una buena semana Chamo. :-)