Gracias Geveneva... :) Me alegra el corazón que alguien lo recordara.
Tengo la grabación de los 13 capítulos de Recordando el show de Alejandro Molina. Casi gastados de mirarlos.
Tengo los CD de los capítulos de Bar del Infierno; algunos afectados por el tiempo, pero un tesoro igual, como cuando vemos la vieja cinta de una obra de arte del cine o el ruidito de la púa y la fritura, acompaña la maravilla de una antigua canción o la insuperable interpretación de una música.
Tengo un casette con la grabación de LVST en el anfiteatro de Rosario, donde esa cantante que acompaña el legendario Mizrahi, interpreta la canción, aunque faltando el final la cinta se terminó...
Hace unos días entrevistas hechas a Dolina, señalaron justamente su calidad como cantor de tangos - sin considerar un menoscabo a sus virtudes como músico y compositor. Han puesto el dedo en la llaga, han removido las superficiales cenizas calientes y saltaron las brasas. Porque nunca dejó de parecerme insensiblemente y tendenciosamente, insufriblemente injusto, que quienes podían hablar de él como cantor y de sus tangos, no lo hicieran. Que se tocaran todos los aspectos de Dolina y ese que es maravilloso, fuera relegado.
Así que, motivada, apasionada por esas entrevistas, quise ver qué pasaba AQUÍ... Si alguien se acordaba. Le importaba tanto como para responder. No valía ir a buscarla entre mis cosas.
Porque - y en alguna parte lo escribí junto con la letra - esos cuatro versos constituyen un bloqueo, no importa que los escuche, ¡los olvido, no puedo pronunciarlos!...quiero cantarlos -porque dicen que cantar algo hace funcionar la memoria - y no vienen... y hay un suspenso.
Esos versos son, según leo en lo que generosa con Dolina cantor, ha publicado usted :
no tengo la intención
de pedirte perdón,
...
y
No tengo la intención
de darte mi perdón
jamás, jamás, jamás.
...
Muchas gracias.
De un modo me ha entristecido.
De otro, me alegró.
...
Hoy escuché por cuarta vez el programa del viernes en Córdoba.
Cierra perfecto el ciclo de las dos noches. Tan perfecto que no puede decirse nada, porque todo lo que podría decirse, lo contienen. ¡Venir con chucherías de palabras doradas, cuando ellos contienen todo el oro posible!
La gente quiere que vuelvan, lo demostraron. Ojalá lo hagan.
Y, otra vez, usted acercó su fueguito. Y me ha hecho feliz por recordar. Y por considerar que Alejandro Dolina músico cantor, lo merece superlativamente.