Estimados, lo de cambiar las cosas por capricho (que por cierto era una broma al hilo del off-topic), y el comentario de Peugeot me dejaron pensando en dos cosas:
Hace tiempo decía el Negro, hablando del cumplimiento de deseos por el deseo mismo, una de las frases más lindas que le he escuchado: "Me he parado por horas a esperar que llovieran poemas." Efectivamente, según la anécdota, el dulce de leche es una combinación de casualidad, ingenio y laburo. Se parece más a la alquimia.
También es cierto que bromeba sobre lo de transar con el sistema, pero me hizo pensar otra cosa también. Cuando Dolina se refirió una vez a lo poco que podemos hacer para torcer el destino. Fue muy cortito, pero habló de una serie de leyes inquebrantables que rigen el comportamiento del Universo y nos hacen esclavos: no podemos levitar, ni hacer llover, ni resucitar. Como contrapartida, podemos volar, influir sobre el clima y curar enfermos. Siempre con esfuerzo, ingenio y laburo.
Lindo post, chicos.
Saludos