"Lo que es absoluta y esencialmente desconocido ni siquiera se puede saber que existe, y no hay razón para suponer que exista" ("Religion and Science", Bertrand Russell, 1935).

Me parece que se pretende equiparar maliciosamente el acto elemental de ver con el acto complejo de percibir, que recurre a todas las extensiones disponibles de nuestros sentidos. Así, el científico tiene todo el derecho a suponer que los ángeles, la Virgen María y las energías invocadas por los reikistas son inexistentes. Por lo demás, postular que las cosas más importantes de la vida sean al mismo tiempo imperceptibles implica una paradoja.