"¡A mirery, a misery"... Ascendió desde la memoria "La decisión de Sofía", una película que nunca pude olvidar, que recuerdo con la misma emoción profunda y la interrogación inútil, porque va dirigida a los hombres.
O elige uno o sus dos hijos van a la muerte. Sofía no puede elegir. Cuando ve que a su hija y a su hijo, se los llevan, grita : "- ¡Llévate a ella, llévate a mi hija!"... Y así lo hace el nazi.
Toda la película gira en torno del intento de ella por proteger y por destruirse.
Al final, cuando el hombre que ama, desquiciado de su dolencia espiritual (acaso como Virginia Woolf) no puede ir más allá, ella decide suicidarse con él. Nunca el poema de Emily Dickinson tuvo más sentido y belleza. Hay un libro sobre la mesita de luz y, Sofía lee el poema :
Amplio prepara este lecho-
con reverencia-
en él espera hasta que el juicio llegue
excelente y hermoso.
Que su colchón esté derecho-
que su almohada esté redonda-
no dejes que el ruido del sol amarillo
interrumpa este lugar.
Silvina Ocampo hace la traducción, no interpretativa - que nadie tiene derecho a interpretar a un poeta- sino literal. Borges hace el prólogo.
Viyi el miércoles, 29 de julio de 2015 a las 11:31 PM
en La venganza será terrible del 28/07/2015 dijo: