que punto mal ondeado
Opino igual que vos Angie. Me parece que gente que no ha tenido derecho a sus derechos y ha sido marginada, segregada, deprimida, excluida y no tiene mucha preparación para lo complejo, no hará probablemente una música muy compleja y de eso nos agarramos los sofisticados ciudadanos de primera para denostarla. Personalmente, la cumbia argentina en general me patea, pero en la cumbia viyera encuentro una fuerza que surge de la desesperación de la marginalidad, tanto en lo musical como en las letras.
Eriza la piel escuchar esas letras, el sexo en crudo, la droga, el choreo, pero son sus valores, o ni sé si valores, en todo caso es lo que tienen, lo que se les dejó como alternativa.
Y algunos sí son valores, códigos como dicen ahora los porteños. Aunque cueste entenderlo, desde su punto de vista es un valor el menosprecio por la vida, también hay algún recupero de la épica más clásica, del culto a la guapeza "estamos todos jugados, nada nos importa ya, sigamos haciendo quilombo, la yuta no nos va a llevar" cantan los Pibes Chorros y es un buen ejemplo de lo que digo.