A ver, en primer lugar cumplo en aclarar que también toco de oído. Y que no soporto la escucha de la cumbia ni al pasar. Otrosí digo que me he quedado pegado con el tema de la complejidad, o más bien con su ausencia. En este tren, conozco a más de cuatro educadísimos chicos europeos que pueden pagarse un viaje de fin de semana a Ibiza donde consumen carísimas drogas de diseño acompañadas con tragos que cotizan quince eurazos la unidad. ¿Qué bailan en las discotecas de Ibiza o en el Pacha de Barcelona? Una cosa absolutamente carente de complejidad con letras repetitivas que suenan igualitas una detrás de la otra: Un producto de las discográficas que ya que no pueden competir con un mínimo de calidad musical debido al tráfico de MP3 por la Red, fabrican artistas como quien fabrica chorizos.
¿A qué voy? A que la ausencia de complejidad no parece ser hija única de la pobreza, del negado acceso a la educación, de la falta de instrucción o de la marginalidad. No hay mucha complejidad en el punk, y sin embargo escuchar a los Sex Pistols cantando su versión de "My way", llena de violencia y de suicidio, me vuela la cabeza. A ciertos gritos viscerales, me parece, los acompañan bien guitarras que también gruñan y una percusión atronadora y previsible. Personalmente, conecto con esas cosas.
Las letras y la música de ciertas bandas de rock nuestras (concretamente pienso en Los Redondos), contienen la dosis de crítica feroz y movilizadora que le proporciona la capacidad de volucionar. Y dicen "Ahora tiro yo, porque me toca". Un reclamo como un hachazo en la nuca.
La cumbia, por su parte, no hace más que gritar y repetirse. No busca salida. "No hay futuro". De ahí que se me haga difícil imaginarle un devenir hacia expresiones más ricas de orden musical o lírico. Pero claro, quién es uno para hacer futurología. En todo caso es un fenómeno instalado desde hace años y que yo sepa no ha sufrido más giro que el de ser adoptada por niños bien sin conciencia social y sin análisis crítico, marketing mediante.
¿Por qué se nos hace insufrible? ¿Por alguna pacatería burguesa relacionada con las letras? ¿Por sus orígenes de los cuales secretamente abonimos? No lo creo. Y si seguimos ahondando en preguntas, forzosamente vamos a llegar a que se nos hace insoportable porque sencillamente no encontramos ni un cachito de buena música por ese lado. Y dudo muchísimo que en los ámbitos en los que se la oye se la aprecie por eso. Es un fenómeno musical y comercial que no proporciona salidas (ni las desea) y que produce beneficios para tres o cuatro.
Pero ahí está ¿no? Amortiguando el cerebro como el tecno de cuarta. Y los cerebros amortiguados... ya se sabe.
Saludos