Querido Marcelo, apoye, apoye si es con amor y paz!
No sé nada de música (toco de oído), pero sí sé que los procesos periódicos aburren terriblemente y que disfrutamos más de destrozar, aunque sea sutilmente, los procesos meramente repetitivos. Imposible negar que la llegada del genio creador que se ponga a componer una hipercumbia revolucione la historia. Imposible negar eso e imposible negar cualquier cosa (cualquier cosa) que no haya pasado.
Ahora, como con las probabilidades me manejo más o menos bien, me atrevo a decir que dadas las condiciones sociales (que no tienden a cambiar), la influencia del mercado (que no tiende a cambiar), la necesidad de estupidizar (que no tiende a cambiar), y un larguísimo etcétera de cosas que no tienden a cambiar, todo eso hace que me sea difícil imaginar la probabilidad de una evolución, pero jamás de los jamases me atrevería a negar la posibilidad de una revolución.
Con lo cual en ese punto, fíjese qué paradoja, tamos de acuerdo y nos vamos a tomar unas cervezas y nos pasamos emepetreses de cumbia-gipsy-jazz.
Abrazos