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La venganza será terrible del 29/07/2011

Comentario #43152

Adolfo

Adolfo el domingo, 31 de julio de 2011 a las 10:31 AM en La venganza será terrible del 29/07/2011 dijo:

Mirá, estaba leyendo un librito de Jauretche, y mirando de reojo a C5N (estoy en casa de mis viejos, no tengo control sobre el mencionado). Y escucho a un periodista decir "Buenos Aires es más rica que Barcelona". ¿¿Lo qué??, fue lo primero que pensé.
Y lo peor es lo siguiente (unido a los decires de Don Arturo J.): Los porteños se lo creen. Como en el tanguito "A mí dejáme en mi barrio". Se lo creen. No han asomado las fauces más allá del inmundo Riachuelo, y se lo creen. Viajan en subtes que parecen sacados de una película de la segunda guerra mundial, y se creen que están en el metro de Barcelona. Les han hecho un "Metrobús" y se creen que es el tranvía de la Kurfürstendamm. Caminan por Corrientes llena de baches y con carteles que chorrean grasa, y creen que están en la Quinta Avenida. Les ponen una pista de hielo de décima, y se creen que están en el Rockefeller Center. Miran el Río de la PLata y se creen que así será el Mediterráneo. Van a Palermo Soho (que no da ni asco), y se creen que pasean por Candem o por el Soho de San Francisco. ¡¡Se lo creen!!
Vengo de una provincia chiquita, pobre y que supo estar llena de Chagas. De chico, mi casa se cagaba lloviendo. Tuve la suerte (que me costó tener que ganar varias becas) de vivir (no pasear) en varios de los lugares que nombro. Un buen día, me encontré almorzando en el Gran Hotel Coronado de San Diego, California. Y amo con locura a mi San Juan, que es un grano en el culo del mundo. Me encanta ver a la gente feliz porque nieva, y sus casas no se llueven. Adoro ver a los chicos de la villa (donde crecí) ir a una escuela con calefacción. San Juan es hermosa, sin tener un carajo que ver con San Francisco, ni con Copenhague, que también son hermosas. ¿Por qué ese afán de compararse y seguir y comparándose, midiéndose el pito como descerebrados?
Conocí la CABA a posteriori. Bien podrían los porteños bajar la cerviz y darse cuenta de que viven bien en el upite del mundo, esquivando baches y tardando dos horas en cruzar la ciudad de una punta a la otra, de que usan más la bocina que el freno, y que la pátina de glamour de Recoleta, Barrio Norte, Palermo, es tan pero tan finita, que el cartón piedra se ve de lejos. Darse cuenta de que efectivamente tienen una ciudad muy pero muy linda, muy pero muy culta y muy pero muy importante. Y muy latinoamericana, con todo lo que ello trae aparejado.
Abrazos