Acuerdo con lo que dicen. A mí me molesta principalmente hablar de política, acá , sólo cuando es una conversación iniciadora, en vez de continuadora del programa o surgida por una "fuerza" mayor (pongo comillas no por causar ironía, sino por incertidumbre de si las semas de la palabra son las pertinentes) . Cuando alguien comienza con un "Bueno, vamos a discutir sobre la corrupción en el conurbano: yo pienso que etc", me desagrada, no el alguien, sino el hecho. Claro.
Dolina respeta más que nadie su propio programa, porque hace 20 años es su trabajo, y encima, le gusta. ¿A quién le puede gustar un trabajo que lo hace desde media vida?...Al que tiene vocación por ello. Él sabe cuántas dosis de política le aplicará cada noche -porque es inevitable, como lo señaló Adolfo-, para que el programa artístico y técnico no se "transformer" en una unidad básica perónica.