Transcripción automática
0:00:00 Hoy en Continuamos en la Venganza será terrible, estamos en el auditorio de Radio de Plata.
0:00:06 Mire, aquí el de... qué grande, hay ochentes increíbles.
0:00:10 Eduardo manda al mural de Caseros, ¿eh?
0:00:13 ¿Andreal lo quiere ver?
0:00:15 No, existe.
0:00:16 Y si es un mural de hermano, ¿qué quiere que te pinta?
0:00:18 Ahí hay un tipo pintándolo.
0:00:22 ¿De qué no está pintando a... a el guapapo?
0:00:25 Está escribiendo...
0:00:27 Lo que yo veo.
0:00:29 Ah, pero cómo, y el tipo...
0:00:32 La cara se la pintó.
0:00:34 Y ahora está escribiendo un texto.
0:00:38 Estamos mirando alguna cosa por el Twitter, ¿eh?
0:00:40 Sí, ahí hay gente que me conoce.
0:00:43 Parece una foto el retrato de ese...
0:00:45 Sí, para mí soy yo, adelante de la pared.
0:00:48 Gracias a Edu Andreani.
0:00:51 Gracias, suyo.
0:00:52 Bueno, vamos a hablar esta noche de la vida cotidiana en Córdoba,
0:00:57 pero no en Córdoba, República Argentina, sino en Córdoba, la sultana,
0:01:02 aquella ciudad que era la colla del Islam en la península.
0:01:07 Hablaremos de muchas cosas.
0:01:11 Saben ustedes que allá en el siglo décimo, allá en el aspojeo de la Córdoba,
0:01:17 su hermana vivían en la ciudad 300 mil personas.
0:01:21 Había 1.200 mezquitas, 900 baños públicos,
0:01:28 y un plano urbano desarrollado de tal forma
0:01:33 que cuando entraron los vencedores cristianos, allá en el siglo XV,
0:01:37 a finales de siglo XV, respetaron su arquitectura.
0:01:41 La verdad es que no había plano alguno,
0:01:44 plano urbano alguno, ¿es claro?
0:01:46 Bueno, la ciudad sería tan hermosa, digo yo, que por eso la habrán respetado.
0:01:51 Sí, la verínica indesifrable, que es a veces cuando los hombres
0:01:54 no entienden algo, lo rompen en general, pero a veces lo repete.
0:01:57 Y a veces no.
0:01:58 Hemos dicho alguna vez que la casa de los hispanoárabes
0:02:01 estaba cerrada a las miradas provenientes del exterior.
0:02:06 En realidad los hogares estaban construidos hacia adentro.
0:02:09 Acá dentro, ¿es cierto?
0:02:10 El centro era el patio, allí se ejectaban las reuniones.
0:02:15 No había dormitorios, no había dormitorios.
0:02:20 Usted encontrará familiar esta descripción que voy a hacer.
0:02:23 En un extremo cualquiera de las salas, alguna sala,
0:02:28 había una plataforma ubicada sobre el suelo
0:02:31 que se aislaba con una cortina que colaba del techo.
0:02:36 A esta cortina se le llamaba la Cuba, al Cuba en realidad,
0:02:41 que en español vino a desgenerar, por decirlo de algún modo,
0:02:45 al coba.
0:02:46 El dueño de la casa era el hombre, no era un buen siglo por el feminismo.
0:02:53 La influencia del papel masculino era tan grande
0:02:59 que incluso el tipo llevaba a su madre a vivir con él,
0:03:04 Dios de mi guardia.
0:03:05 Sí, tremendo.
0:03:06 Y la vieja tenía una autoridad que iba muy por encima de la esposa o esposas.
0:03:13 Que con los años se compartirían una madre poderosa también,
0:03:16 de la cuestión de esperanza.
0:03:17 Sí, también es cierto.
0:03:18 En Córdoba, la poligamia se daba sobre todo en las clases elevadas.
0:03:23 En realidad siempre es cuasino, ¿no?
0:03:25 Como hace un hombre humilde para mantener a 16.
0:03:28 El poligamo antegenada debía mantener a sus esposas.
0:03:32 Debía mantener a sus esposas.
0:03:34 Qué es lo que no entienden algunos, ¿no?
0:03:36 Bueno, el tipo que tiene tres o cuatro minas tiene que hacerse cargo
0:03:41 de las obligaciones inerentes a la relación amorosa.
0:03:45 No importa cuál es.
0:03:46 Es claro, exactamente.
0:03:48 El profesional o el vendedor o un empleado más o menos humilde
0:03:53 se contentaba en aquellos años, tiene estos,
0:03:57 con una esposa y pare de contar.
0:04:02 Ciertos detalles que precedían al matrimonio pueden resultar interesantes.
0:04:08 Por ejemplo, era una grande gracia que una muchacha no fuera virgen.
0:04:14 Qué curioso, ¿no?
0:04:15 Sí, en todos los tiempos.
0:04:17 Era difícil casarla en ese caso.
0:04:19 En sentido.
0:04:20 Incluso con la intención de cubrirse legalmente,
0:04:23 el padre de una muchacha que había perdido la virginidad
0:04:27 y elaboraba un acto oficial del infortunio.
0:04:31 Me imagino, yo se presentaría ante una especie de escribano.
0:04:34 Sí, yo te la presté.
0:04:35 Siendo las tres y cuarto de la mañana, etcétera.
0:04:39 Entonces, allí daba cuenta del episodio que había provocado la pérdida de la virginidad
0:04:46 para evitar cualquier lío que pudiera tener después con alguien,
0:04:49 con algún esposo, para que no pudieran decir después,
0:04:52 ay, a mí no me dijeron nada que se yo o cosa por le.
0:04:56 El marido árabe era el amo de su casa,
0:05:00 pero su autoridad bien podía haberse reducida por algún contrato de matrimonio,
0:05:05 que naturalmente se redactaba antes de la boda,
0:05:08 y así podía establecerse el número de concubinas que le estaba permitido tener
0:05:16 o la cantidad de vinos que se comprometía a ver.
0:05:19 No, que se permitiría vivir.
0:05:21 Vivir también por día.
0:05:23 Es decir, se le ponían algunos límites a sus ausencias, por ejemplo.
0:05:28 Cuántas veces podría ausentarme por año,
0:05:31 bueno, tengo un contrato, sólo tres.
0:05:34 Desde niñas las mujeres eran vigiladas y se las casaba sin consultar su opinión.
0:05:40 Bien hecho, muy bien.
0:05:41 Y incluso sin ver al esposo,
0:05:43 hasta el momento del matrimonio, incluso después.
0:05:47 Dí una encierro para que se van a otro, suele decirse.
0:05:51 El marido las retenía en la casa
0:05:54 y compartía la encierro con las esposas.
0:05:58 A cambio de este privilegio de tener varias esposas,
0:06:02 el hombre debía tratar equitativamente a todas,
0:06:06 y repartir sus favores sexuales,
0:06:10 si a eso se le puede llamar favores,
0:06:12 y hacerlo sin hacer distinción.
0:06:16 Si la diferencia en el trato era grande,
0:06:19 incluso la esposa que se consideraba afectada,
0:06:22 podía denunciar al marido ante el juez
0:06:26 con declaraciones del orden de fulaneta Liga más que yo.
0:06:31 Eso supuestamente explica que el número ideal fuera de cuatro.
0:06:34 En cambio, Inés, que de ardiente, quimla toda.
0:06:38 No sé malo, dije.
0:06:40 Y es.
0:06:41 Bueno, digo que eso explica para algunas,
0:06:43 pero no es lo que es lo que es lo occidental.
0:06:45 No hay que dar las bolas a las opciones.
0:06:47 Que el número canónico de cuatro
0:06:49 sería para evitar que, habiendo tres,
0:06:51 siempre ocurre que dos mujeres van a liarse
0:06:53 en contra de la otra.
0:06:54 Entonces, tengo cuatro.
0:06:55 El matrimonio podía disolverse por iniciativa del marido.
0:06:59 Hay un acto público, el repudio.
0:07:03 Había que pronunciar tres veces una palabra clave
0:07:06 que te la daba el juez en el día del casamiento
0:07:08 como en tu computadora.
0:07:12 Generalmente, era la fecha de nacimiento del tío.
0:07:16 Ahora no olvidarse, porque por ahí el tipo
0:07:18 se hartaba de la mujer, la quería repudiar.
0:07:22 Y no se acordaba la clave.
0:07:24 Y así veintiuno.
0:07:25 Me daba el regalo.
0:07:26 Y empezaba a decir cosas, una tras otra.
0:07:28 A ver si se inguió.
0:07:29 Repudio denegado.
0:07:36 La mujer repudiada no podía casarse
0:07:38 hasta tres meses más tarde.
0:07:40 No es mucho, pero servía este plazo para estar seguros
0:07:43 de que no estaba embarazado del esposo
0:07:45 que le había rechazado.
0:07:47 El hombre, si se arrepentía del repudio,
0:07:50 vio como uno.
0:07:51 Sí, hablaba.
0:07:52 La abandoné y no sabía, etcétera.
0:07:55 De que le estaba.
0:07:57 Esto es por disposición expresa del profeta.
0:08:00 Si se arrepentía del repudio,
0:08:03 sólo podía recuperar a Santuga esposa
0:08:06 después de que ella pasara por otro hombre
0:08:09 que a su vez la repudiada.
0:08:13 No está mal en términos de justicia si aún no le interesa
0:08:15 la justicia.
0:08:17 Ahora esperá a que el otro señor la repudiara.
0:08:19 La repudiara de arriba abajo.
0:08:21 Y hasta que podría hacer que no la repudiara,
0:08:23 porque viste cómo son algunos pollerudos.
0:08:26 Contadle que no vuelvas a venir.
0:08:27 Compraseban entre ellos estos machistas y redentos.
0:08:30 Es la puerta del bar del café, claro.
0:08:32 Bueno, todo esto lo dispuso al profeta.
0:08:35 Probablemente para evitar repudios así como así.
0:08:38 Sí, está muy bien.
0:08:39 Si le hacía difícil al tipo.
0:08:41 Guarda que si después la querés de nuevo.
0:08:43 Repudiar no es o placer botella.
0:08:45 No, que te enojás.
0:08:48 Y la repudiar.
0:08:50 Y dicen que se...
0:08:51 ¡Mes y, mes y, mes!
0:08:53 Y después volvés con la cola entre las patas
0:08:55 y querés borrar con el todo.
0:08:57 No, tenés que cuidar a que Barton la repudié.
0:09:00 Barton, Barton, Barton.
0:09:02 La celebración de una boda
0:09:05 significaba una de las pocas apariciones públicas
0:09:07 de las muchachas.
0:09:09 No ya de la novia, sino de las mujeres,
0:09:10 de las chicas que no salían a ningún lado.
0:09:12 Cuando llegaba el día de una boda,
0:09:14 la novia era conducida hasta la casa donde moraría.
0:09:18 Qué linda palabra, ¿no?
0:09:20 Más si.
0:09:21 ¿Y esta presidia de dónde?
0:09:22 Roberto Moraría.
0:09:24 Por pocas que fuesen sus posibilidades económicas,
0:09:28 el cortejo de una boda debía ser lo más rico posible.
0:09:31 Nada de andar...
0:09:33 Ahorrando en esos menesteres.
0:09:36 Una vez en la casa,
0:09:38 la mayoría de las mujeres se dedicaba,
0:09:40 además de las labores de magnéstica, ¿no?
0:09:43 Al trabajo de copiar el corán.
0:09:47 Y si no, se la pasaban mirando por los huecos de las celosías.
0:09:51 Dentro de su propia casa,
0:09:53 la Córdoba es arrefinada.
0:09:55 Qué lindo, tan famoso.
0:09:56 Estamos hablando de Córdoba,
0:09:58 la ciudad del Islam.
0:10:01 Y dedicaba muchas horas a componerse y a acearse.
0:10:06 La esposa favorita debía esperar adornada
0:10:10 con sus mejores galdas al dueño de la casa.
0:10:13 Y aquí estoy adornada.
0:10:14 Adornada no es una linda palabra aplicada a un ser humano, ¿no?
0:10:18 Pero compuesta...
0:10:19 Una mujer adornada, por eso que tuviera...
0:10:22 Faroles chinos colgando de la rodilla.
0:10:24 La bola del árbol, la vida, por ejemplo.
0:10:27 En vuelta en esos cosas que se prenden y se fallan.
0:10:31 Cómo no se me ocurrió.
0:10:34 Compuesta y sin novio, pero sabe, de ahí también esto.
0:10:39 Es lindo, como una expresión.
0:10:40 Qué compuesta que está.
0:10:41 Si cuenta que ya en el siglo X,
0:10:42 Molas Cordobesas masticaban sustancias gomosas,
0:10:46 me imaginaba,
0:10:48 para perfumarse el aliento.
0:10:51 Que debieron reventarse.
0:10:52 La mujer andaluza adoraba los perfumes.
0:10:56 Los perfumistas preparaban sus mezclas a la vista del público.
0:11:00 Se dicen que en Córdoba,
0:11:02 una dama se distinguía mucho más por su perfume que por su atabío.
0:11:05 Probablemente porque eran todos iguales.
0:11:08 Realmente.
0:11:09 Hablemos para terminar de esclavos y esclavas.
0:11:14 En el mercado, si se trataba de un hombre,
0:11:17 el valor de un esclavo dependía de la fuerza física.
0:11:21 En las mujeres primaba la belleza
0:11:24 y también quitó las habilidades artísticas.
0:11:27 Los más ricos compraban esclavos eunucos.
0:11:30 Los musulmanes tenían prohibido aplicar la castración.
0:11:34 Pero sí,
0:11:36 podían comprar esclavos que ya hubieran sido castrados
0:11:39 por personas de otra religión.
0:11:42 Cómo podía recuperar su libertad un esclavo en Córdoba?
0:11:46 Es una pregunta.
0:11:47 Este se estará haciendo.
0:11:50 Hágatela.
0:11:51 ¿Cómo podría recuperar su libertad un esclavo en Córdoba?
0:11:55 Buena pregunta.
0:11:55 Pues bien, mire qué curioso.
0:11:58 Bastaba que su amo matara a otro creyente
0:12:02 para que pudiera liberarse de la culpa liberando a un esclavo.
0:12:07 Es decir, usted, un creyente, mataba a otro creyente
0:12:13 y podía liberarse de la culpa con un acto benéfico.
0:12:17 Claro, una necesidad que...
0:12:18 Y la liberación de un esclavo.
0:12:20 Entonces, fíjese, fíjese esto que le digo.
0:12:24 Los esclavos más felices eran aquellos que estaban al servicio de un criminal.
0:12:29 Claro, qué bien.
0:12:30 Eventualmente podían ser liberados.
0:12:33 Menos por menos más.
0:12:35 Un asesino sería de su especie de libertador.
0:12:37 Sí, el esclavo.
0:12:38 Patrón perfecto.
0:12:41 En cuanto a las muchachas esclavas, las más buscadas por los ricos
0:12:45 eran las que provenían del norte de Italia o del norte de Europa
0:12:50 porque les gustaban mucho los ojos claros, los ojos verdes.
0:12:55 Y los piratas arrasenos solían capturar muchachas de ojos verdes
0:13:01 para venderlas a la musulma.
0:13:06 Digamos para terminar que las esclavas de los moros
0:13:09 cumplían funciones análogas a las de las etáiras griegas.
0:13:13 Entonces, contaban mucho la educación, las dotes literarias o lo que sea.
0:13:19 Las esclavas formaban parte de la familia del dueño,
0:13:21 así que ofender a una de ellas significaba ofender
0:13:25 al que le daba casa y suscento.
0:13:28 Cuanta más.
0:13:29 Ahora, Alejandro, se me ocurre apenas el pieza de usted hablar de estos temas.
0:13:34 Por decir que lo hemos comprobado, lo hemos comprobado, incluso.
0:13:37 Cuando uno llega a algún país oriental o algún país donde se practica el eslam,
0:13:41 uno descubre que cualquier forma de lectura, esa realidad, es un filtro miserable.
0:13:46 Como cualquier cultura exótica para uno.
0:13:48 El exotismo es una ofensa, el exotismo es ofensivo.
0:13:51 La aquello que uno considera exótico son reglas que pertenecen a otro mundo.
0:13:55 Pero aún así, estaba pensando, por ejemplo,
0:13:58 esta idea acerca de lo relegadas que son las mujeres en la cultura islámica.
0:14:03 Yo me recuerdo, bueno, la primera vez que fui a un país islamico,
0:14:06 fue en Libia, en el turno, esa realidad.
0:14:08 Me decía, qué tanto relegaremos a nuestras mujeres, me decía mi amfitriona,
0:14:13 y que le confiamos en la educación de nuestros hijos.
0:14:16 Nosotros somos aquellos que una mujer decide que seamos,
0:14:19 hablando del papel de las madres.
0:14:20 Y esto que decía usted de la madre, también así este.
0:14:23 Y otra cosa interesante que mencionó,
0:14:25 una de las tareas de una esposa era copiar el corán.
0:14:27 ¿Qué implica esto?
0:14:28 Que toda mujer casada sabía leer y escribir.
0:14:31 La tinta y el cala en esa cultura son el primer deber de un creciente.
0:14:35 Cuando un creciente se convierte, lo primero que hace,
0:14:38 cuando está por convertir a alguien, es enseñarle a leer y escribir.
0:14:40 Algo debe tener esa fe y esa cultura
0:14:42 que aún no alcanza entender si le parecen exóticas, estas cosas.
0:14:45 Pero vamos a lo nuestro, porque hay una cuestión correcta de la percepción.
0:14:49 Los humanos, tenemos, estamos tan confiados en cosas como nuestras creencias,
0:14:54 nuestros saberes y aquello que miramos.
0:14:56 Por ejemplo, cualquiera piensa que uno ve una figura entera de algo.
0:14:59 Los ojos reciben el 30% nada más de esa imagen.
0:15:02 El resto lo construyen.
0:15:04 Los biólogos, los neurobiólogos ahora,
0:15:06 dicen que es imposible ver algo nuevo,
0:15:08 que en realidad uno solo puede ver aquello que ya sabe, que ya conoce.
0:15:12 Y entonces está la ceguera de atención,
0:15:15 que es lo que usan los magos para hacer sus trucos.
0:15:17 Está la ceguera de conocimiento, la ignorancia de algo,
0:15:20 como la que tenía Aerodoto para hablar de un hipopótamos.
0:15:23 Está la ceguera de confianza,
0:15:26 que es aquella certeza que tiene uno en su propio saber, etcétera, etcétera.
0:15:30 O sea que uno casi...
0:15:31 Hay también algo que debería ser indagado desde el punto de vista del escritor.
0:15:36 En qué medida buena parte de los libros que uno escribe ya están escritos.
0:15:44 Y es muy difícil salir de ahí.
0:15:46 De todos modos hay que hacer el esfuerzo.
0:15:50 A veces uno empieza a leer un inciso
0:15:53 y comprende que ya está leído desde antes,
0:15:55 que al ser escrito ya estaba leído.
0:16:00 La literatura debería ser una válvula de escape
0:16:05 a ese defecto del conocimiento o a ese meme, como le llaman los científicos,
0:16:10 a esa estructura que se aprende más por contagio que por otras cosas
0:16:17 y que es imposible no saber.
0:16:19 Lo que es imposible no saber, eso ocupa lugar para lo que uno, a lo mejor, debería saber.
0:16:26 Y de un modo semejante respecto de la absorción del conocimiento
0:16:29 funciona anteriormente la memoria.
0:16:31 Aquello que uno no puede olvidar, aquello que uno solo puede olvidar
0:16:35 y la forma en que uno va diciendo esas cosas.
0:16:37 Creo que todo esto, que son las cosas que vamos aprendiendo,
0:16:40 tratando de pensar o de reflexionar, tienen un solo error.
0:16:43 Y es que todo ese conocimiento, todo ese saber,
0:16:46 toda esa certeza respecto de la ciencia, la percepción o la no-percepción,
0:16:50 carecen de sentido cuando de pronto aparecen el destino de uno, frente a uno,
0:16:54 con esa intensidad que no tiene nada que ver con la ciencia
0:16:57 y que es más grande que la fuerza de todo el universo,
0:16:59 algo tan sencillo como un par de ojos verdes.
0:17:02 Y ojos verdes es la canción que vamos a escuchar ahora,
0:17:05 dedicado a aquellas mujeres que raptaban los piratas arrasenos
0:17:10 solo por tener la amable desgracia sin exhibir ojos verdes.
0:17:15 Y también hay que decir que esta canción tiene mucha cultura musulmana
0:17:21 en su música, en sus acordes, en sus escalas.
0:17:24 Así que escucharemos a Miguel de Molina en Ojos Verdes.
0:17:51 Mira, vas a abrirse la noche de madio
0:17:58 Pasaban los hombres y tu sonreía
0:18:03 hasta que a tu puerta pare mi caballón
0:18:09 Si la ana te vas candela y te doy este grave
0:18:16 Ven a tomarle a mi radio
0:18:21 Ellos juego te daré
0:18:24 Vajé del caballo de cerca de mí
0:18:29 y fuera un tu sol
0:18:32 doberte el lucero de vallo para mí
0:18:39 Ojo verde, verde como
0:18:44 la albaca
0:18:48 Verde es como el trigo verde
0:18:52 y el verde, verde el imón
0:18:56 ojo verde, verde el rey
0:18:59 con brillo de espaca
0:19:01 que es anclabaito en mi corazón
0:19:08 A mi llano y soles,
0:19:11 no hay más que uno,
0:19:13 no hay más que uno,
0:19:16 que mi diazo
0:19:21 Ojo verde, verde como
0:19:26 la albaca
0:19:30 Verde es como el trigo verde
0:19:34 y el verde, verde el imón
0:19:42 Vimos desde el cuarto a punta de herpía
0:19:52 y alciar el alba a la torre en la vela
0:19:59 Déjate mis brazos cuando amanecía
0:20:04 y en mi boca un gusto de menta y canela
0:20:11 para un vestido yo te quiero regalar
0:20:18 Me vi, te te cumplió
0:20:22 No me tienes que dañar
0:20:26 subí en mi caballo y un beso te vi
0:20:30 y nunca una noche más bella de mayo
0:20:35 he vuelto a vivir
0:20:41 Ojo verde, verde como
0:20:47 la albaca
0:20:51 Verde es como el trigo verde
0:20:55 y el verde, verde el imón
0:20:59 Ojo verde, verde el rey
0:21:02 con brillo de espaca
0:21:04 que es anclabaito en mi corazón
0:21:11 panillano y sole, lúceros ni luna
0:21:16 no hay más que uno solo que mi diazo
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