Transcripción automática
0:00:00 ¿Continuamos en la venganza? ¿Será terrible? Como cada lunes estamos haciendo la matine...
0:00:12 La hacemos más temprano, la pasamos más tarde.
0:00:15 Los lunes es a las ocho de la noche.
0:00:16 ¿Cran concurrencia de damas?
0:00:18 Sí, señor. Está hecho para ellas.
0:00:21 Sí, prácticamente no hay... no dejamos entrar a los hombres.
0:00:24 Ah, ese es el vídeo.
0:00:26 No, señores inútil.
0:00:28 Bueno, retíese.
0:00:30 Sáquese la peluca y vayas.
0:00:32 Ahora, desde mañana y hasta el jueves sí, estaremos a la media noche en el auditorio del Plata,
0:00:37 allí en Palermo, en...
0:00:39 En 25.963 entre Revinán y Yareba Lo.
0:00:43 Bien, hablaremos de las posesas de Ludum.
0:00:48 En el año 1633, tuvo lugar en la Picardía Francesa un suceso extraño y trágico.
0:00:57 Que produjo una locura mística familiarizada, bueno, que como veremos no fue tal.
0:01:06 Hay en esta historia alguna ráfaga de aquello que famosamente sucedió en Salem.
0:01:13 Para entender qué pasó, hay que saber algo acerca de un determinado aspecto de la vida religiosa de las monjas de clausura de esos tiempos.
0:01:23 La reforma del Concilio de Trento sobre la clausura de los monasterios,
0:01:27 no fue muy atendida durante el reinado Enrique IV.
0:01:31 Una época en que las religiosas recibían a la gente elegante, daban bailongos y danzaban ellas mismas también.
0:01:40 La clausura sí comenzó con el rey siguiente, Luis XIII.
0:01:47 Y ya, primeramente, fue cardenal Richelieu, el que exigió mayor rigor.
0:01:59 Entonces ya no se pudieron visitar los conventos.
0:02:02 Y había un solo hombre que podía entrar en ellos, que era el director espiritual.
0:02:08 Y ese era el único que podía tener contacto con las pupilas.
0:02:13 Y se convertía naturalmente en la única influencia y el único contacto que las tenían con el mundo exterior, desde el punto de vista de la masculinidad.
0:02:23 Cuentan los cronistas que a partir de entonces muchas mujeres de los conventos, ya ahora sí de clausura, ya en el reinado de Luis XIII de clausura,
0:02:33 se volvieron locas furiosas de amor.
0:02:36 Hemos dicho en alguna oportunidad que no necesariamente vivían allí, damas de profunda vocación religiosa.
0:02:44 Algunas eran hijas de nobles o burgueses que eran cuidadas y educadas allí.
0:02:50 En esa situación apareció en la localidad de Ludum, un hombre llamado Irvan Grandier.
0:02:59 Era un hombre culto, agraciado, que escribía y hablaba bien, se vestía fastuosamente.
0:03:07 La gente se agolpaba en la iglesia de Saint Pierre de Rymard a oír sus sermones
0:03:16 y recorría las calles de Ludum como un padre de la iglesia y era tremendamente respetado.
0:03:21 Pero hay que decirlo, por las noches, menos ostentosamente de luego, Grandier se deslizaba por las callejuelas
0:03:32 y a veces huía por las ventanas como el mejor pata de lana.
0:03:37 Grandier era un notable seductor y muchas mujeres se le enamoraron.
0:03:43 Ahí mismo en Ludum, la mujer de un fiscal del Rey, Philippine Han, se le enamoró.
0:03:56 Entonces debe ser la mujer del abogado del Rey, la que lo amó.
0:04:03 Y la hija del procurador general del Rey no también, Madelen de Bru, le dio un hijo.
0:04:12 Pero casi nadie sabía de estos asuntos.
0:04:15 La superiora del convento de Ursulina de Ludum, que era un lugar pequeño, que se llamaba Juana de los Ángeles,
0:04:26 la madre Juana de los Ángeles, tenía ganas de elevar a su institución, de ampliar el convento, de enriquecerlo
0:04:36 y tuvo intenciones de tomar como confesor, como director espiritual, justamente a Irván Grandier.
0:04:43 Era el cura de moda, todos conocían sus dotes intelectuales, pero el problema era que aquel convento ya tenía
0:04:52 su director espiritual que parecía inamovible, se llamaba Mignon, decía Mignon.
0:04:57 Se trataba de un hombre que era pariente próximo de dos magistrados principales de París
0:05:02 y un día en confesión Mignon descubrió con rabia que las jóvenes pupilas no soñaban más que con la presencia de ese Grandier
0:05:12 de que en tanto se hablaba. Mignon sintió una amenaza.
0:05:18 Grandier podía muy bien ocupar su puesto, entonces preocupado, pensó en deshacerse de aquel intruso de algún modo
0:05:28 y tuvo suerte. Muy poquito tiempo más tarde Mignon supo de las andanzas nocturnas de Camonier, quizás se enteró en confesión.
0:05:38 Entonces se puso en contacto nada menos que con el abogado del rey, a quien le habían amado la esposa
0:05:51 y con aquel procurador a quien Grandier había embarazado a la hija, entre los tres decidieron destruir.
0:06:01 Y ya este tipo lo tenemos que destruir. Mientras tanto las mujeres del convento se divertían, solían asustarse entre ellas, jugaban.
0:06:10 Muchachitas, muchachitas, jugaban a los aparecidos, denunciaban falsos fantasmas, no había mucho orden.
0:06:21 Por las noches las chicas andaban libremente por los corredores y las ilusiones que habían comenzado en broma
0:06:28 venieron a servir a Mignon y a sus concurados cuando las pupilas aseguraron ya completamente inmersas en la superstición
0:06:38 que Grandier aparecía por las noches y las invadía carnalmente.
0:06:50 Los tres enemigos creyeron que había llegado el momento. Claro que todo esto era producto de la situación en la que se encontraban las muchachas,
0:06:58 de la fama que Grandier tenía fuera de las murallas del convento, etcétera.
0:07:03 Pero los conspiradores dijeron, uff, vamos a hacerlo sonar a esto.
0:07:07 Encontraron entre las pupilas a dos que declararon que no podían seguir soportando la presencia de aquel hombre, Grandier,
0:07:17 al que consideraron un demonio que aparecía durante las noches.
0:07:22 En realidad empezaron a decir que Grandier asubía las formas de distintos demonios.
0:07:28 Por ejemplo, Asmodeo, Sabulón, Isacarón, Astarot, Gressil, Amand, Leviathon, Behemoth, etcétera.
0:07:42 Aquel delirio, que era de unas pocas, inspiró en los concurados contra Grandier
0:07:51 la idea de que era necesario mezclar un poco de brujedía en todo este lío para hacer caer al enemigo.
0:07:58 Con la denuncia de unos ultrajes amorosos no se iba a llegar a nada.
0:08:03 Además, ni el abogado ni el procurador, cuyas mujeres e hijas habían sido deshonradas,
0:08:08 tenían intenciones de hacer públicas a deshonra.
0:08:12 Mignon obligó entonces a la superior del convento, la chica de los ángeles,
0:08:21 a que fingiera una nueva aparición nocturna y lujurioso de Grandier.
0:08:29 Y lo hizo. La mujer mostró convulsiones, farfullió diabólicamente, otras la imitaron
0:08:38 y se desencadenó una histeria colectiva.
0:08:43 Toda la ciudad se convulsionó por lo que sucedía en el convento.
0:08:48 Los monjes influyeron en las posesas, las dividieron y empezaron a exorcizarlas en grupos de tres o cuatro.
0:08:57 Casi todas gritaban que sentían en el cuerpo los abrazos de Grandier.
0:09:04 Se hablaba del asunto en todas partes, en París desde luego y en la Corte.
0:09:09 Y el rey mismo, Luis XIII, mandó observadores y la Corte creyó.
0:09:15 Se vieron estigmas del diablo en las manos de la Madre Superiora.
0:09:20 Grandier, que después de todo era solamente un calavera, pidió ayuda a un magistrado.
0:09:27 Y aquel hombre visitó a las mujeres y no las encontró ni posesas ni locas ni enfermas.
0:09:33 Concluyó que eran unas pícaras.
0:09:36 Hasta notó que los estigmas de la Superior eran pinturas diariamente renovadas.
0:09:42 Pero la Superiora era aparenta y un consejero del rey, el señor Lovard de Mont,
0:09:49 y fue este Lovard de Mont quien dictaminó que había que hacer en Ludón.
0:09:57 Llegó al convento en diciembre de 1633.
0:10:00 Barrió con todo lo dicho por el magistrado que estaba defendiendo a Grandier
0:10:06 y creyó las confesiones de las ursulinas.
0:10:10 Y Grandier fue arrestado.
0:10:13 Lo metieron en los calabozos.
0:10:15 Allí se le hizo el examen propio de aquellos que podían ser hombres del diablo.
0:10:19 Le clavaron agujas para encontrar las marcas de Satan.
0:10:23 Le hicieron recitar el Padre Nuestro.
0:10:26 Cuando se equivocaba decían que era porque el diablo les impedía de recitarlo.
0:10:31 Y cuando aceptaba era porque el diablo lo ayudaba.
0:10:34 Todos los métodos inclusoriales que también conocemos.
0:10:39 Lo llevaron luego al convento y lo enfrentaron a las muchachas,
0:10:43 a quienes Lovard de Mont concedió la palabra.
0:10:46 Y ahí las mujeres parecían unas especies de vacantes romanas.
0:10:50 Es que un amigo boticario de Minion
0:10:54 las había emborrachado con unos brevajes para que parecieran delirantes.
0:10:59 Y lograron una apariencia de realidad.
0:11:04 Bueno, Richelier en sus memorias habla de este asunto
0:11:10 y lo hace con vergüenza.
0:11:13 Da a entender que se atuvo a los informes que le enviaron,
0:11:17 que se sometió a la voz de la opinión, es decir, trata de librarse.
0:11:23 Grandi fue condenado a la uguera.
0:11:29 Lo llevaron y antes de que encendieran el fuego,
0:11:35 lo único que dijo el pobre Grandi,
0:11:37 que como era calavera, no chillaba,
0:11:40 porque ya sabemos que el calavera no chilla y el piola se las aguaca.
0:11:45 Y dijo, me habéis engañado.
0:11:49 Fue lo único que dijo.
0:11:52 La historia de este amigo en el año 1634,
0:11:57 la vida en el convento continuó bastante igual con la sur sulina.
0:12:03 Durante mucho tiempo más siguieron las supuestas apariciones y alucinaciones.
0:12:10 Grandi fue quemado.
0:12:13 Su historia fue contada por Michel de Sartre
0:12:18 en un libro que se llama Las posesas de Ludum.
0:12:22 Famosamente en 1952 por Alu Saksley.
0:12:29 Saksley escribió los demonios.
0:12:34 Hay una película muy famosa de Ken Fassel.
0:12:37 Es un lindo tema.
0:12:41 Muchachitas, jóvenes,
0:12:45 un poco en serio, un poco en broma,
0:12:49 se hacen las poseídas y de las resultas de este chiste
0:12:53 un tipo muere quemada.
0:12:57 Aquí en Quídera,
0:13:01 hay una historia tan telegrosa y tan conocida.
0:13:06 Nos da la sensación de que la hemos oído muchas veces.
0:13:11 Grandi es el primer dedicado.
0:13:14 No solamente por esa noble calma del final,
0:13:19 al lado de muchas otras personas
0:13:23 que sabían que se condenaron a la historia,
0:13:28 pero también por la una vez que hemos tenido noticia
0:13:33 de muchas otras personas que sabiéndose condenadas,
0:13:37 reaccionan de una manera desesperada.
0:13:40 Este hombre quizás sabía los huelles con los que araba la época.
0:13:45 Y también esta forma de razón,
0:13:49 hay una vieja anécdota de compañero Sócrates,
0:13:53 y el que se le dice, ¿Por qué llora? Preferiría que fuera culpable.
0:13:55 Y quizás en esa especie de pequeño, chiste final hay alguna verdad.
0:13:59 Quería pensar, Alejandro, que nuestro amigo Elrique IV
0:14:03 aparece en una época, y yo te lo frases, el hebrelle, el Padí bien vale una misa.
0:14:06 Digo, donde la religión, la convicción de la existencia de Dios y la forma que Dios cobraba en sus acciones sobre la tierra
0:14:12 estaban muy puestas en duda por las mismas guerras religiosas.
0:14:15 Ese momento entre protestantes, entre católicos, entre aquellos que bien representaban a Dios
0:14:20 y el otro necesariamente en el demonio, muchos se parecen a lo que ustedes estaban narrando antes.
0:14:24 El que Navarra era ciertamente un agnóstico.
0:14:26 Un agnóstico absoluto.
0:14:28 Y sospecho de Rejellía también, en cualquier caso.
0:14:31 Y estaba pensando también que el otro, la otra rama de las cosas que aparecen allí
0:14:35 es los Dotes Interlectuales de Jandi, ciertamente no lo deben haber ayudado en una época
0:14:40 donde también la fe tenía una prevenencia absoluta sobre el saber y sobre la verdad, la búsqueda de la verdad realmente.
0:14:46 Esto también se parece a lo que usted narraba al comienzo del programa.
0:14:49 La otra cosa es que en esos tiempos se puso el juego muchas veces la cuestión del celibato.
0:14:55 El celibato de los sacerdotes y de la gente de la iglesia no tuvo que ver jamás con una cesis determinada que viñece las palabras del Cristo.
0:15:03 El celibato tuvo que ver con cuestiones económicas, no hubiese herencias en la iglesia,
0:15:07 con que las posiciones...
0:15:09 Para maquinar con lo bienes y su herencia y la transmisión.
0:15:11 Y la otra cuestión que campea en esta tremenda historia es la condición de la mujer,
0:15:15 donde por algún motivo todas las historias terminaban salvo del caso del pobre Jandi
0:15:19 con el hombre no es culpable en estos casos, donde la misma subisión de la mujer
0:15:23 estaba justamente sometida a los dictados económicos y políticos de la época.
0:15:28 Por otra parte, esa misma sociedad, igual que en todas las intrigas que aparecen en estos casos,
0:15:32 tenía secretos donde todo el mundo sabía que pasaba, pero nadie lo decía.
0:15:36 Y esto mucho nos recuerda algún momento de la historia de la patria y quizás de la vida de todos.
0:15:41 Porque finalmente, Alejandro, lo que aparece allí es lo que se aprovechó en Lobach de Montt también,
0:15:46 el amigo o pariente de Juana de Los Ángeles,
0:15:50 es esta especie de lugar propio donde el verdadero pecado y el verdadero demonio y la verdadera posesión,
0:15:56 es la comodidad, es esta especie de asentarse en un ser determinado que es uno
0:16:01 y dejar que las cosas fluyan si uno se la lleva más o menos de arriba o más o menos tranquilo.
0:16:05 Porque un hombre como usted, por ejemplo, sin sospecharlo de posesión,
0:16:09 consagrado en los medios, tendría que quejarse de qué pasa con las entregas de premios y se lo dan todos al final.
0:16:13 Pero creo que ese es el punto donde uno tiene que saber mirarse al espejo todos los días,
0:16:18 pero no por narcisismo, sino por exigencia, para tras ir donde siente una comodidad,
0:16:23 saberse un poco miserable, porque creo que también a veces las cosas aparecen como una especie de chiste social,
0:16:28 sociedades que se embarcan en historias tremendas, digo, el poder de un grupo hegemónico,
0:16:33 y uno lo escucha como un chiste.
0:16:35 Y quizás el problema está en la forma en que se reacciona ante eso,
0:16:38 porque, por un lado, puede pasar todo alegremente si la ley opera, si la dignidad de las personas y la condición humana
0:16:44 está en su verdadera tensión, en su verdadero lugar que la diferencia de las cucarachas.
0:16:48 Porque en ese caso, lo que se escucha es una pequeña carcajada o una simple sonrisa.
0:16:53 Hay que preocuparse cuando ese chiste brutal y letal para el alma de todos lo que reacciona,
0:16:58 lo que genera como reacción, es algo ciertamente aterrador y que es la verdadera posesión,
0:17:03 esa especie de reacción estérica que se manifiesta en una risa loca.
0:17:08 Risa loca es el tango que escucharemos por Horacio Saigán y Ubaldo Belíe.
0:17:38 Risa loca es la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la ruta de la
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0:20:56 Era Norasio Salgán y Ualdo de Leon, la venganza será terrible.
0:21:02 Risa loca.
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