Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos de las siete ciudades de Sibola.
0:00:05 ¿Quién no yo hablará alguna vez de las siete ciudades de Sibola?
0:00:11 Álvaro Núñez, cabeza de vaca,
0:00:15 tal como hemos contado no hace mucho,
0:00:17 naufragó frente a las costas de Texas en los Estados Unidos.
0:00:23 Según parece, fue tomado prisionero por los habitantes aborígenes,
0:00:30 bueno, como se sabe, caminó desde ese mismo lugar
0:00:34 hasta el lugar donde hoy está la Ciudad de los Ángeles, tardó ocho años.
0:00:40 Y ahí vivió aventuras extraordinarias,
0:00:43 que él recogió en un libro que se llama justamente Naufragio.
0:00:48 También fue Álvaro Núñez, el mismo que apareció aquí en Asunción,
0:00:54 y ahí caminó desde Santa Catalina hasta Asunción del Paraguay,
0:00:59 pasó por las cataratas del Iguazú,
0:01:03 era un gran caminador, un gran aventurero,
0:01:06 y escribió el libro llamado Naufragios,
0:01:09 y ahí contó con detalle algunos encuentros que tuvo con los pueblos indios,
0:01:15 y de esos relatos surgió la leyenda de las siete ciudades de Sibola.
0:01:22 No se sabe si Álvaro Núñez visitó las siete ciudades de Sibola,
0:01:27 mejor dicho se sabe que no,
0:01:29 pero los indios contaban detalles de esas ciudades.
0:01:34 La leyenda se fue agrandando,
0:01:38 y algunos poetas le agregaron más fantasía a lo escrito,
0:01:42 entre ellos un gran escritor Washington Irving,
0:01:45 aquel de los Cuentos de la Alhambra,
0:01:48 se sabe que Washington Irving es venerado en la ciudad de Granada,
0:01:56 y en la alhambra, entre tanto recuerdo de los árabes y de los españoles de la reconquista,
0:02:08 hay una habitación donde supuestamente el vivía y escribía,
0:02:13 donde hay unas cuantas placas, unas cuantas leyendas de homenaje a Washington Irving.
0:02:21 Bueno, este es Washington Irving,
0:02:23 ahí mismo en los Cuentos de la Alhambra que escribió en 1832,
0:02:27 describe la isla de las siete ciudades, también llamada Maida,
0:02:32 y la sitúa a 46 grados de la atitud norte y longitud desconocida,
0:02:39 en algún lugar del paralelo 46.
0:02:44 Al nordeste de las Azores, dice,
0:02:47 parece que esta isla fuera es cubierta en el año 734,
0:02:52 por el obispo de Oporto, el obispo de Porto,
0:02:56 y otros seis obispos portugueses que usieron de su país cuando la invasión de los moros.
0:03:03 Muchos años después, en 1447, el capitán Antonio Leone,
0:03:07 un italiano al servicio de Portugal, visitó la isla
0:03:12 y encontró que los habitantes hablaban portugués
0:03:15 y preguntaba ansiosos si los árabes permanecían aún en la península.
0:03:21 Bueno, esa isla estaba dividida en siete comunidades,
0:03:25 dice Washington Irving, cada una con su catedral,
0:03:30 y así siguen los detalles.
0:03:33 Bogán Wilkins escribió en Londres en 1950
0:03:36 la ciudad del fuego congelado, también llamada Quivera.
0:03:41 En realidad la isla se llamaba Quivera,
0:03:45 y la capital se llamaba Sibola, y esa era la ciudad del fuego congelado.
0:03:50 Era famosa por sus rubíes y volcanes llamados de la Santa Corona.
0:03:55 Había el hecho gigantescos que crecían a todo lo largo de la isla,
0:04:00 y monstruos marinos blancos de enormes dientes rojos
0:04:04 se escondían en las cuevas que rodeaban las costas.
0:04:08 La isla de Quivera se hallaba en América del Sur,
0:04:12 y según parece había sido colonizada por un galés, Madoc,
0:04:18 hijo de Owen, príncipe de Gwyneth,
0:04:21 que dejó sus gales natal en 1169.
0:04:25 Las tierras sudamericanas ejercieron gran influencia
0:04:29 en autores y visitantes.
0:04:31 Qué tropezaban con vegetación, animales desconocidos,
0:04:35 seres humanos que también diferían en conducta, en lengua, en apariencia.
0:04:41 Estas presencias provocaron grandes dudas religiosas,
0:04:46 saber cómo habían llegado hasta allí esas personas,
0:04:50 si habían estado o si habían sido navegantes del arca de Noé.
0:04:54 En el año 2000, Pedro de Alvarado fue uno de los asistentes
0:04:59 de Hernán Cortés en la Contiquista México,
0:05:02 y luego conquistador de Guatemala.
0:05:06 Fue un dos ciudades, y, ejerciendo un poder absoluto,
0:05:11 pasó gran parte de su vida buscando las fabulosas siete ciudades de Sibola.
0:05:17 Otro navegante español, Francisco Vázquez de Coronado,
0:05:21 fue el primero en internarse por la actual Arizona y Nuevo México, en Estados Unidos.
0:05:26 En realidad lo que buscaba eran las siete ciudades, pero no encontró nada.
0:05:30 En realidad sí, tropezó con los indígenas norteamericanos,
0:05:34 que ocupaban una larga franja de tierra,
0:05:38 con 80 comunidades que vivían en casas de adóve,
0:05:42 y eran descendientes de la cultura anazasi.
0:05:46 Llamó a estos grupos pueblo indio, que grande.
0:05:50 Vivían en Barracas, en Barracas al sur.
0:05:54 Estaban organizados en grupos comunitarios,
0:05:58 y disponían de sistemas de riego y agricultura.
0:06:02 Probablemente estaban allí 2.000 años antes de la era cristiana,
0:06:06 se los conoce como la cultura cochise,
0:06:09 pero donde están las siete ciudades, en ninguna parte.
0:06:14 Estos indios empezaron a relacionarse con los misioneros españoles,
0:06:22 pero en el año 1680 se hartaron de ellos y los rajaron de allí.
0:06:27 Sus descendientes actuales son los Hopi, los Acoma y Suñe,
0:06:32 y siendo agricultores sedentarios, han logrado mantener su cultura
0:06:37 y su lengua tradicional en grado asombroso.
0:06:40 Las mujeres ocupan un lugar prominente en las comunidades
0:06:45 y adoran a China el espíritu de las fuerzas vivas,
0:06:50 es decir, de la banca y comercio.
0:06:54 Esas eran las fuerzas vivas.
0:06:56 No, de otra cosa.
0:06:58 Y aquí cuentan costumbres de la cultura cochise,
0:07:04 como si tuviera algo que ver esto con las siete ciudades.
0:07:07 No tiene nada que ver, es un forme totalmente limitado,
0:07:11 tendencioso, que no sirve absolutamente para nada.
0:07:15 ¿Alberuñes, cabella de vaca?
0:07:19 O yo también hablar del dorado cuando llegó a Sudamérica.
0:07:23 ¿Eso era verdad?
0:07:25 No era verdad, pero podía de algún modo aproximarse.
0:07:30 Podría ser que hubiera ciudades muy ricas en oro.
0:07:33 Y ahí sí hubo expediciones serias para buscarlas.
0:07:36 Hemos hablado, se ha muerto mucha gente.
0:07:39 Uno famoso por otras razones que estuvo aquí buscando el dorado
0:07:44 fue Sir Walter Raleigh, que era el novio de Isabel I de Inglaterra,
0:07:50 el novio, en realidad Isabel es la reina virgina, la reina virgen.
0:07:54 ¿Por qué se llama virginia?
0:07:57 El territorio de los Estados Unidos.
0:08:00 Porque lo descubrió Walter Raleigh y le puso virginia
0:08:05 en honor a la reina Isabel de Inglaterra, que era su novia.
0:08:10 Nepotismo.
0:08:11 Así que no sé si nepotismo, pero algo parecido.
0:08:16 ¿De dónde fue?
0:08:17 Porque trajo el tabaco virginia.
0:08:19 Eso le iba a consultar el tabaco virginia.
0:08:21 Viene ahí y la reina Isabel odiaba el tabaco.
0:08:25 Creo que se peleó con él por eso, por haber traído el tabaco virginia.
0:08:29 Haberle puesto virginia al tabaco que ya detectaba.
0:08:33 Pero nunca encontraron la ciudad de El Dorado, nunca encontraron la ciudad de Los Ésares,
0:08:39 nunca encontraron la isla de San Brandán, nunca encontraron las siete ciudades de Cebola,
0:08:45 nunca encontraron nada, loco.
0:08:48 Oye, no.
0:08:49 Lo que encontraron no está.
0:08:51 Entonces, ¿a qué estamos jugando? Es mi pregunta.
0:08:54 No, ¿qué tiene que ver aquí?
0:08:56 Que vienen acá a buscar ciudades que no existen.
0:08:59 Bueno, pero son leyenda.
0:09:01 Pero ¿encontraron otras cosas?
0:09:04 Sí, pero no la ciudad de El Dorado, la de los siete cosas, ni nada.
0:09:12 Eran las que yo estaba interesado esta noche,
0:09:15 en que hubieran encontrado, para ver si por lo menos preparaban un informe un poco mejor.
0:09:20 Me van a engañar con la cultura cochise y que adoran a Cachina, a Cachina a Biorlegui.
0:09:28 Bueno, pero en esa búsqueda se va construyendo una leyenda...
0:09:32 En esa búsqueda nada.
0:09:34 Todo es mentira y parece mentira.
0:09:37 Y parece mentira es el bass que vamos a escuchar ahora en la voz de Nelly Omar,
0:09:43 para que no sigan mintiendo, señor.
0:09:58 Yo soy como siempre, yo nunca cambié, mi ropa es la de antes, mi vida también.
0:10:08 Por eso de pronto me cuesta creer que seas la misma, la misma de ayer.
0:10:24 Parece mentira que el sueño majuro nos quiere la fe.
0:10:28 Te miro y no sé, te cuesta creer que seas la misma que dice una vez.
0:10:42 Son tus ojos, dos luceros, dos abrojos, que chijeros.
0:10:51 Dos abrojos de luz que se queman en la noche de mi corazón.
0:11:00 Son mis penas, cien tormentas, son mis penas.
0:11:06 Cien condenas, cien condenas de horror, encadenas mi vida perdida, tras de tu amor.
0:11:22 Tú calles la misma, tu esquina también.
0:11:30 Las noches del barrio, las firmas de ayer, la luna es la misma.
0:11:37 Revin por dos, colgada en la punta de aquel callejón.
0:11:46 Sí, todo es como antes y nada ha cambiado, si todo es igual.
0:11:58 Te miro y no sé, me cuesta creer que seas la misma que dice una vez.
0:12:15 Era Nelly Omar, la venganza será terrible, parece mentira.
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