Encontrá todos los archivos de audio en MP3 del programa de radio La Venganza Será Terrible de Alejandro Dolina

21 de Julio de 2014

Las tentaciones de San Antonio

Transcripción automática

0:00:00 Muy bien, continuamos en la venganza a Ser Aterribles, estamos en el auditorio de Radio
0:00:07 del Plata, mañana viernes también, eh, hacemos el programa en vivo de que más todos los
0:00:12 viernes estamos aquí, en el auditorio de la radio.
0:00:15 Hablaremos hoy de las tentaciones de San Antonio. Atención. Usted sabe que los aceitas de los
0:00:23 que hemos hablado muchas veces aquí eran monjes medievales que se retiraban al desierto
0:00:31 y para estar más cerca de Dios y se sometían voluntariamente a toda clase de privaciones.
0:00:40 Casi siempre eran tentados, si es que se atiende a su propio testimonio, eran tentados por quién,
0:00:46 por el demonio, el demonio tenía la intención de alejarlos de la virtud, entonces los tentaba,
0:00:54 los perturbaba, si le aparecía por ejemplo bajo formas horrorosas para hacerlos huir,
0:01:01 eh, o, o mejor dicho no, o sea como monstruo, como serpiente, cuando San Antonio llevó al
0:01:10 desierto egipcio, a la tevahida, vivió muchas disputas con el diablo, disputas que luego
0:01:18 fueron pintadas por Yerónimos Bosch llamado El Bosco, parece que una noche una tropa infernal
0:01:28 produjo un ruido tan intenso que toda la morada de Antonio fue sacudida, en realidad una cueva,
0:01:35 una cueva de Morondanga, imagínense, los anacoretas no van al radison, es un buen título pero una novela,
0:01:44 los anacoretas no van al radison, bien, eh, y sacudió toda la caverna, se resquebrajaron las paredes
0:01:59 y los demonios entraron desprolijas y tumultosamente y se presentaron bajo la forma de leones, osos,
0:02:07 toros, etcétera, Antonio permaneció sin embargo en su caverna y los demonios también no se
0:02:15 iban pero Antonio tampoco, pasaron varios meses y parece que después de cada lance,
0:02:22 después de cada sacudida, Antonio quedaba muerto del cansancio y de terror en el suelo desmayado
0:02:29 pero nunca abandonó la caverna y mucho menos la vida acética que había elegido, pero si bien
0:02:37 esto era lo clásico, después aparecieron las apariciones del diablo, ya bajo una forma no
0:02:46 terrorífica sino tentadora, bajo la forma de mujeres jóvenes y hermosas. Parece que Antonio se
0:02:58 cruzó, sería mejor, un día con una muchacha en el desierto, ya el hecho tiene algo de inusual,
0:03:08 muy raro cruzarse con una muchacha en el desierto, Antonio siguió su camino pero estaba seguro de
0:03:15 haberse encontrado con el diablo, la verdad es que no se especifica si la mujer era una
0:03:21 tentación diabólica o si se trataba simplemente de una peregrina, pero el profesor la carríe
0:03:27 dice que la distinción hubiera sido vana, puesto que para San Antonio, en tanto que aseta,
0:03:35 todas las mujeres eran el diablo. Antonio murió en el año 356 a la edad de 105 años,
0:03:46 escribió su biógrafo, lo siguiente, tengo aquí la biografía,
0:03:52 mimeó hasta la vejez sin que su fuerza disminuyeran y ninguno de sus dientes cayó.
0:04:00 Bueno, esto también tiene moral hecha, lo que quiere decir aquí el biógrafo es que si yo
0:04:07 dejo pasar a todas las mujeres en el desierto y no la saludo, llegaré fuerte y con dientes
0:04:13 hasta el día de mi muerte. Bueno, yo prefiero detenerme a saludar a las muchachas
0:04:20 que no esa clase de vida, pero obrimos de la tentación de San Pachón, que es la que más
0:04:28 me gusta porque sufrió la tentación de alguien del pasado, pique eso, San Pachón llevaba 40
0:04:36 años en el desierto, no hacía más que pensar en su salvación, mi salvación, mi salvación.
0:04:44 Parecía bailado.
0:04:47 ¡Qué pensamiento lineal, por favor!
0:04:52 Un día comenzó a tormentarlo algo y escribió, a Garúlapí escribió,
0:04:58 un día habiéndose presentado el diablo en la forma de una joven etíope a quien yo había visto en
0:05:08 etiopía un verano recogiendo trigo, me pareció que ya venía a sentarse sobre mis rodillas y me dio
0:05:16 tal deseo de ofender a Dios, que me sentí un trajado de dolor, tras darle un cachetazo a la chica,
0:05:25 ella desapareció, pudo resistirse sin embargo el santo y le dio un cachetazo, fíjese, pero aquí
0:05:36 voy en el detalle, la mano de San Pachón todavía dos años después despedía tan mal olor que ni el
0:05:45 mismo podía soportar su pestilencia, el sentido poético de esto, más bien extraño.
0:05:54 Pero bueno, es cierto que algunos recuerdos son también fuerzas demoníacas que nos situan en una
0:06:03 conducta de la cual no podemos salir, recuerdos que nos empujan hacia una patología pecaminosa
0:06:10 cuando no hacia la locura. La tentación esta de San Pachón no es única, el diablo parecía muchas
0:06:17 veces bajo la forma de una mujer de maravillosa hermosura, generalmente fingían estar extraviadas
0:06:25 en el desierto y decían que se dirigían a cualquier lugar, y a veces se acercaban a los anacoretes,
0:06:33 y le pedían hospitalidad. Esto le sucedió a Juan de Egipto, según la historia de los monjes de Rufino.
0:06:42 Un día el diablo tomó la forma de una mujer bellísima y llegó hasta la caverna de Juan,
0:06:52 quien es una joven extraviada,
0:07:02 fingió estar estenuada y le dijo, la noche me ha sorprendido en este desierto a donde he venido
0:07:10 para ocultarme. Permíteme, os suplico, descansar un poco en un rincón de vuestra celda, a fin de no
0:07:19 ser devorada por las bestias. Me gusta la prosa de esta chica. A fin de no ser devorada por las
0:07:26 bestias es algo que me enamora inmediatamente. Amén desde las otras virtudes que venían
0:07:32 las jóvenes estenuadas, desiertos, todo esto ya me enamoró, pero cuando habló y dijo a fin de no
0:07:39 ser devorada por las bestias me terminó de enamorar. Qué complicado que veo este panorama.
0:07:44 Sí, Juan de Egipto aceptó y le preguntó cuáles eran los motivos que le obligaran a andar por el desierto,
0:07:52 le había dicho. Y voy a enseñar, dígame, ¿cuáles eran los motivos que le obligan a andar por el desierto?
0:07:58 Con esas ropas. Y dicen que ella lanzó en su discurso todo el veneno de sus encantos.
0:08:09 Imagínese el discurso.
0:08:11 Y dice, el deseo es que se lo quede. No se puede llamar de ardo y que se yo.
0:08:20 Vimos a cantar unijera de ropa. Claro, recorre tal parte con tal cosa en tu mano,
0:08:28 que todo eso es que es el discurso así, ¿no?
0:08:31 Claro, le falta la guaflera y está.
0:08:34 Sin embargo, esto conmovió el espíritu del solitario.
0:08:42 Y a estas palabras siguieron unas segundas más dulces aún y mezcladas con risas y caricias.
0:08:51 Y según la crónica, la mujer tuvo el atrevimiento de llevar las manos a las barbas.
0:09:03 Y al mentón de la seta.
0:09:07 Y según la crónica, se guabezaba en la cabeza y hasta el cogote.
0:09:13 No tenía límites esa mujer.
0:09:16 Para qué precisión anatómica.
0:09:19 O qué precisión metafórmica.
0:09:22 Condenado a diez infiernos, Juan de Egipto quiso iniciar abrazos impúblicos.
0:09:29 Me dijo, con permiso, voy a iniciar abrazos impúblicos.
0:09:33 Pero cómo lo va a anunciar, por favor.
0:09:37 Entonces el demonio se desvaneció entre sus manos como esos palitos de azúcar.
0:09:45 Y mientras tanto lanzaba al herido sepantoso.
0:09:48 Qué horrible que debe ser eso.
0:09:50 Vos le decís una mina que te provocó.
0:09:52 Que soy yo, bueno, está bien, dice.
0:09:54 Voy a iniciar abrazos impúblicos.
0:09:58 ¿Y qué haces?
0:09:59 Te escupí las manos y la abrazo esa mina.
0:10:03 Humo.
0:10:04 Y se te hace humo en los brazos y el salarido.
0:10:07 Como si fuera un demonio.
0:10:09 Digo, ¿de qué estamos jugando?
0:10:16 Entonces, peor todavía, apareció un tropelle de demonios que se agrupó alrededor de Juan de Egipto
0:10:23 y comenzó a reírse.
0:10:25 Pero se le hizo bien.
0:10:26 Sí, yo creo que sí.
0:10:28 Los acectas hablaban también del envío de un sentimiento que adjudicaban al Leablo
0:10:35 y que era la asidia, una palabra griega que significa indiferencia, apatía del corazón y del alma.
0:10:43 En el límite de la vida, el límite de la vida, el límite de la vida, el límite de la vida,
0:10:50 significa indiferencia, apatía del corazón y del alma.
0:10:54 En el libro Destituciones de los Monjes de Egipto, Cassiano escribió que se trataba
0:11:02 de una fiebre pertinaz, la asidia, que sus síntomas empezaban a aparecer gradualmente.
0:11:10 El acecta empezaba a sentir horror por el lugar donde vivía, por su celda, su caverna.
0:11:19 Después, despreció por sus compañeros y hermanos.
0:11:22 La asidia es un mal de la soledad y se atribuía al demonio y era enviada generalmente al
0:11:29 medio día.
0:11:31 Y en la hora, atención, amigas, es la hora que te agarra la asidia, te agarra.
0:11:38 El medievalista italiano de la Universidad de Bologna, Vito Fumagalli, salga fuera, Fumagalli.
0:11:49 Cuenta que en los siglos X y XI los monjes europeos le tenían miedo al sueño, pues la
0:11:57 carne durante las horas nocturnas escapa de la virtud.
0:12:03 Cassiano, en el siglo X, distinguía entre las visiones nocturnas voluntarias y las involuntarias.
0:12:11 Las primeras las provocaba un deseo no combatido.
0:12:15 Las segundas eran independientes de la voluntad del hombre, pero también amargas derrotas.
0:12:22 Decía Cassiano que las visiones nocturnas eran amargos, neufragios y triunfos del demonio.
0:12:29 Hemos hablado acá muchas veces de los incubos y los sucubos.
0:12:33 En realidad eran demonios que aparecían en sueños bajo la forma de mujeres y hombres
0:12:42 respectivamente.
0:12:44 Entonces ante este temor los monjes dormían poco.
0:12:48 Casi todos dormían por el entre una y dos horas y se establecían guardias para despertar
0:12:56 aquel que durante el sueño iniciaba movimientos de sonesto.
0:13:01 El tipo mirándote por ahí se hacía un movimiento de sonesto.
0:13:07 Como por ejemplo, venía de lo...
0:13:09 No, que magnéatás está durmiendo.
0:13:13 Abre un ojo.
0:13:15 O hacer la señal del mate y venga.
0:13:18 Bien, contemos para terminar un episodio de una seta que hacía cosas raras para evitar las tentaciones.
0:13:28 El franciscano Pedro de Alcántara llegó a Santo, después de morir naturalmente, murió en 1552.
0:13:37 Dicen que nunca miró a una mujer y en verdad nunca miró a nadie.
0:13:42 Pero no era ciego, simplemente procuraba no mirar.
0:13:47 Pedro conocía a los otros frailes por la voz.
0:13:51 Nunca levantaba la mirada del suelo y a veces andaba con los ojos cerrados.
0:13:56 Cuando tenía que ir a algún sitio de viaje, no sabía por dónde pasaba.
0:14:02 Se contentaba con ir detrás de los compañeros atado a una soga.
0:14:09 Pasaba en vela toda la noche y no dormía.
0:14:12 Y después mortificaba su sentido, que era la ventana del alma, para evitar tentaciones.
0:14:20 Este muchacho, además de dormir poquísimo, no se protegía ni del calor ni del frío.
0:14:27 Comía una vez cada tres días, hablaba poco y torturaba su carne.
0:14:33 Santa Teresa dice que aquella penitencia le dio resultado y que a ella misma se le apareció en Santo
0:14:39 en un par de oportunidades, abre olado de buena victoria.
0:14:45 Qué bárbaro pasar por el mundo viendo solo el piso.
0:14:50 Igual a mí me gustó aquella consideración de San Antonio,
0:14:55 cuando se cruce en el desierto con una mujer y enseguida dice que es el diablo.
0:15:01 Claro, él no pensó. Para él todo el muchacho era el diablo, extraordinarios.
0:15:06 Hoy sabemos que en general el diablo no son las mujeres y si acaso son los hombres.
0:15:16 Pero fuimos a la discoteca a pedir un disco acerca de las tentaciones de San Antonio, que es yo.
0:15:26 Y el tipo me dijo que no era Z, pero que...
0:15:31 ¿Qué va a hacer a Z?
0:15:33 No, es a Z, pero está todo el día en la discoteca.
0:15:38 Que muchas veces se le presentaban, especialmente al mediodía,
0:15:42 se le presentaba a mujeres, en medio de nuda, irresian...
0:15:46 ¿Qué va a pasar acá en el mario?
0:15:48 Y sabe que yo al principio las rechazaba, pero ahora las hace todo eso.
0:15:55 No sé cómo lo va a tomar.
0:15:58 Con hielo.
0:16:00 Entonces, dijereme un disco de tentaciones.
0:16:03 ¿Y qué le dio?
0:16:04 Me dio un disco que se llama Mi Tentación, una canción.
0:16:10 Vamos a escuchar al orquesta de Astor Piazola tocando Mi Tentación,
0:16:15 que en realidad es una canción brasileña.
0:16:21 Tiene una forma casi parecida a la del lloro.
0:16:24 Piazola la toca como un tango.
0:16:27 Yo no sé si esta canción es anterior a Dios nonino o a nonino.
0:16:35 Puede ser, pero ustedes van a notar esto.
0:16:39 Es una canción que no es de Piazola, es de un tipo... dos tipos.
0:16:45 Brasileños, uno se llama Morenas o algo así.
0:16:51 Y hay una parte...
0:17:10 Tiene una parte que hace así, la canción.
0:17:12 Después la va a tocar como tango.
0:17:22 Es pa, dice uno.
0:17:26 Sí, hay cierta...
0:17:28 No está tocado así, yo la toco como la canción brasileña.
0:17:32 Está tocado como un tango.
0:17:34 Y en la segunda parte van a encontrar esto.
0:17:44 Eso es muy parecido.
0:17:47 No es eso.
0:17:49 No estamos denunciando plagios, sino reconociendo ante sellantes.
0:17:54 Piazola no necesitaba prajera a nadie.
0:17:57 Y es lícito esto.
0:17:59 Pues lícito, apropiarse de una referencia.
0:18:02 Pero es raro, no?
0:18:05 Es raro y muy suggerente.
0:18:07 Escuchamos entonces a la orquesta y Astor Piazola en Mi Tentación.
0:18:46 No es lo que se llama.
0:18:48 No es lo que se llama.
0:18:50 No es lo que se llama.
0:21:20 Ba de hasta.
0:21:22 Para mostrar,
0:21:24 Can Salachi mun chois

Comentarios (0)

No hay comentarios. ¡Podés ser el primero en comentar!


Tenés que Iniciar sesión para comentar.
Podés darle estilo y formato al texto utilizando Markdown