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0:00:00 Hablaremos hoy de Magdalena Telles, la bella dama en el patíbulo. Es una historia del
0:00:08 birrenato del Perú, de estas tierras y allí nos situaremos en el siglo XVII y en ese
0:00:19 entonces la situación social estaba diferenciada de la que había sido el siglo anterior,
0:00:26 después de cumplir sus primeros 100 años el birrenato estaba dominado por las familias
0:00:30 de los españoles europeos y también por los españoles nacidos en América, llamados criollos.
0:00:37 Estos ocupaban funciones públicas en las audiencias, en el cabildo, o eran mercaderes
0:00:44 o asendados, eran los macanulos de aquel entonces. Los nietos y bisnietos de aquellos españoles
0:00:50 primigenios, aunque todavía poseían gran fortuna, añoraban el orgullo de lo que fuera
0:00:56 la grandeza y riqueza de sus antepasados. Las poblaciones en el siglo XVII no eran numerosas,
0:01:07 en las más grandes podían llegar a vivir 15 mil personas. Así había desde luego abogados,
0:01:14 soldadores, regidores, comerciantes, religiosos, artesanos, mercachifles, verduleros, indios,
0:01:22 cargadores, aguateros, esclavos, que es eso. Y en general estaba muy influido por el clericalismo,
0:01:31 pero también y en gran medida por los chismes, por las pasiones, los amoríos, asuntos relacionados
0:01:40 con la cortesilla, con cierta pequeña etiqueta que en los pueblos pequeños suele ser más
0:01:48 rigurosa que en las grandes ciudades. Yo he visto en algunos pueblos pequeños un rigor
0:02:02 de los bailongos, mucho más grandes que en el club 54 de New York. Era más difícil
0:02:11 entrar en la discoteca de y ahí no mencionaré el pueblo, y yo sé cuál, que en el club 54.
0:02:21 ¿Por qué? Y porque justamente como somos un pueblo pequeño y como para nosotros el
0:02:27 pertenecero, pertenecer a un grupo exisivo en una ciudad grande no. Pues entonces hacemos
0:02:33 una cuestión vital de quién entre quién no entra. Este es un rigor discriminatorio,
0:02:41 antipático, realizado en nombre de no de las mejores virtudes sino de las peores. O sea,
0:02:53 que te discriminan por no haberte recibido de médico, sino que te discriminan por no haber
0:02:58 comprado una 4x4. Pero bueno, algo así pasaba en aquel entonces. Las cúpulas de la sociedad
0:03:06 la formaban el presidente de la audiencia y el alzobispo, quienes por otra parte no siempre
0:03:12 se llevaban muy bien. En Potosí, centro principal de la economía y desde luego la mayor fuente
0:03:20 de ingresos de la corona española en América. En Potosí, digo, había muchas peleas, peleas
0:03:27 entre los bascongados y los andaluces y los etremeños y los manchigos y los biscaínos,
0:03:34 todos españoles en busca de poder y riqueza que siempre tenían entre sí alguna clase
0:03:39 de conflicto. Y después estaban los indios, los chiriguanos que hostilizaban permanentemente
0:03:47 la gente muy bélicosa, muy bélicosa. Los chiriguanos eran especialistas en el arte de
0:03:58 la guerra de guerrillas. En este marco de pasiones y luchas nació en Potosí, Michael
0:04:06 Elena Teles, era hija de padres distinguidos y de fortuna y además estaba dotada de una
0:04:15 enorme belleza, tanto que se decía que entre las jóvenes de su tiempo brillaba como el
0:04:21 sol entre las estrellas o las heresas, son decires o minusias de aficionados apuetas.
0:04:28 ¿Qué tiene que ver? Como no sabré. Por ahí no era tan linda, pero alguno se le ocurrió
0:04:35 decir que brillaba como el sol entre las estrellas. Yo he visto cosas de esas que se le han dicho
0:04:40 a veces de segundo o terceror. ¿Cómo sería de verdad? No lo sabremos, no. Era orgullosa
0:04:50 y soberbia también dicen, ¿qué sabemos? Lo que era orgullo. Para algunos orgullos
0:04:55 consiste en nos saludarlo a él. Sí, claro, por ahí lo le dio Bolícia. Soberbia, a
0:05:00 consistir para algunos también ser más inteligente. Se comportaba con una indomable fierza. El
0:05:09 cronista Bartoloméa alzandiusuba, el que vemos casi todas estas cositas, dijo que tenía
0:05:15 tal carácter porque de niña había sido mamantada por una India chiringuana. O sea,
0:05:21 que ya sabemos los puntos científicos que cansaba el cronista Bartoloméa alzandiusuba.
0:05:28 Y creía que la beligerancia se incorporaba a la naturaleza de las personas a través
0:05:34 de la leche materna. Dicen que su primer matrimonio, el cronista, sino el de Magdalena Teljes,
0:05:41 duró muy poco. El elegido fue Don Juan Las Canos y duró muy poco y no se sabe por qué.
0:05:49 Después se casó con un caballero noble, apacible y de angelicá y condición. Yo no me casaría
0:05:55 con un caballero de angelicá y condición, pero bueno, se llamaba Don Alonso de Escobar.
0:06:00 Según el historiador Roberto Calvo que le jazsó, por razones que se ignoran,
0:06:07 este hombre aparecía todas las mañanas durmiendo en el balcón de la habitación matrimonial.
0:06:12 Bueno, una de las razones podría ser el calor. ¿Cuántas veces uno se va a dormir al balcón
0:06:19 porque hace calor en la pieza sin necesidad de tener ninguna clase de conflicto con su mujer?
0:06:26 Yo incluso si no duermo en el balcón cada mañana es porque es un balcón bajo, yo viven
0:06:33 a un primer piso y el balcón da la calle y no es tan alto. Y por ahí me cuelgan las patas,
0:06:40 les sale entre barrote y barrote y los niños que pasan a la mañana saltan y me tocan los talones,
0:06:50 me hacen toda clase de bromas que conspiran contra mi buen dormir. Así que por eso que no duermo en el balcón.
0:06:59 Si no dormiría allí, daría que hablar al historiador Roberto Calvo que le jazsó.
0:07:04 Que cree que cada uno que duerme en el balcón es por razones que ocultan misterios.
0:07:10 El caso es que aquí parece que sí, que este tipo dormía en el balcón porque doña Magdalena lo mandaba allí.
0:07:17 También lo castigaba en público. Cada vez que don Alonso hablaba lo hacía callar a los gritos.
0:07:27 Que la forma de hacer callar a uno. Cómo quiere que lo haga callar a los hombres.
0:07:34 Algunos dicen también que en realidad las noches frías de Potosí también don Alonso,
0:07:40 vermena del balcón y hasta que se agarró una pulmonía y falleció.
0:07:49 Así que de algún modo la acusaron de haber matado a su madre.
0:07:55 Se comentaba que un día donía Magdalena mirándose al espejo se decía a sí misma.
0:08:04 Hermosa eres Magdalena. El oro y la plata te sobran.
0:08:09 Tienes joyas, esclavos y tierras. ¿Qué te falta?
0:08:13 Y un biscaíno que la servía como escudero y estaba presente.
0:08:18 Y la mujer lo percibió por toda la calle con una cuchilla.
0:08:25 Un jueves de semana santa del año 1660 parece que Magdalena tuvo un fuerte cambio de palabras con doña Ana de Robles de Sán de Baesa.
0:08:37 Porque quería para ella un asiento en la iglesia y que la otra también pretendía.
0:08:43 Y como se ha dicho al principio de esta charla, es más importante cuanto más pequeño sea el pueblo y cuanto menos importancia tengan las vidas de las personas.
0:08:53 Más importante será para ellos conseguir un buen asiento en la iglesia.
0:08:57 El caso es que Magdalena empezó a insultar a doña Ana y el marido de esta tiene nombre.
0:09:09 Don Juan Sán de Baesa le tapó la boca a Magdalena de un bolso.
0:09:15 Le encajó la bofetada en la boca. Imagínense, se almorescándalo, pero interviñen los sacerdotes para tranquilizar a las chicas.
0:09:26 Los ánimos se calmaron, pero Magdalena en su pensamiento condenó a muerte a este tipo a Baesa que le había metido la bofetada.
0:09:36 En realidad no sabía de qué modo le iba a matar. Primero le pidió a sus hermanos, los hermanos de ella, que se vengaran, pero en estos momentos se negaron.
0:09:46 Entonces, ella misma salía de noche vestida de hombre armada de espada y con un palo buscando a su enemigo, pero no encontró.
0:09:57 Y entonces terminó por aceptar los avances amorosos del noble Vas Congado, Don Pedro de Urruchúa.
0:10:06 Para casarse con él le impuso la condición de que matase a Baesa.
0:10:12 Aceptó, dice amor mío, me casaré contigo y seremos felices, pero eso sí, tenés que matármelo a Baesa.
0:10:21 Pero Don Pedro fue dilatando el cumplimiento de aquella promesa y entonces Magdalena se enfureció con su marido, con el marido que no cumplía y lo mató.
0:10:36 Parece que un día salió a casar con perros y alcones, ella quedó en la casa de la chacra donde vivían, a pocos kilómetros de potosí,
0:10:45 y planeó el asesinato de su marido en compañía de dos esclavas.
0:10:51 A la noche o sea, volvió el marido, venía cansado, y después de comer un poco se acostó.
0:11:00 Ella simuló que rezaba en el pequeño oratorio del dormitorio, porque eso sí, era una chica de muchas veces,
0:11:07 y cuando se aseguró que el marido roncaba profundamente, llamó a las esclavas y entre las tres lo liquidaron a cuchilladas y a golpes.
0:11:17 Al marido. Todo por no haberlo matado al otro.
0:11:23 Magdalena, después, pretendió que el capataz, Lucas de Campos, cargara con el cadáver en una mula y lo desbarrancara.
0:11:33 Los llamó el capataz, mire Lucas, se haga metes favor, dice.
0:11:37 ¿Lo hará acá al finado, mi marido?
0:11:41 Lo cargan una mula y me lo desbarranca para simular un accidente.
0:11:46 Pero este hombre, en vez de acatar la orden, salió al galopas hacia Potosí para contar el suceso a las autoridades.
0:11:54 Cuando cayó la policía, ¿no?, el corregidor en persona para detenerla, incluso con algunos amigos del final,
0:12:07 se enfrentó con ellos a los golpes, pero la detuvieron, imagínense.
0:12:12 Ya en la cárcel, alguien fue a decirle que sus hermanos estaban planeando una bañoobra para liberarla.
0:12:25 Y Magdalena les hizo decir que no lo reconocía como parientes y que la dejaran tranquila.
0:12:31 El proceso debía de realizarse en la audiencia de charcas, por lo cual fue sacada de noche a la cárcel de Potosí en silla de manos.
0:12:40 Y ya afuera se la montó en una mula y así tuvo que recordar unas 30 leguas que en aquel entonces implicaban varios días de viaje.
0:12:48 Las esclavas también habían sido detenidas, ninguna quería confesar la verdad, fueron sometidas a tormento para lograrlo.
0:12:57 A las tres mujeres se les impuso la pena de muerte, que debía concretarse el 14 de diciembre de 1663.
0:13:07 Ese día la población despertó alborotada.
0:13:11 La mayoría se sentía solidaria con Magdalena por ser mujer, que se yo, y también por su condición social, que inspiraba un cierto respeto.
0:13:20 En fin, el arzobispo Vizarroel fue muy rápidamente la sede de la audiencia, no estaban reunidos los oidores.
0:13:29 Entonces esa misma mañana pidió que se conmutara la muerte de la señora Téliés,
0:13:36 junto a plata, junto a 25 mil pesos una colecta para ver si con esa guita accedían a no matarla,
0:13:46 pero le dijeron que no podía aceptarse ninguna suma de dinero para alterar el fallo de la justicia.
0:13:53 Le pidieron clemencia al mi rey de Lima, pero como los privos estaraban dos meses en ir y venir,
0:14:01 Magdalena continuó en la cárcel de la audiencia custodiada, y el mi rey actuó como poncio pilato,
0:14:10 y dice que se yo, lo que quieran, yo no tengo nada que ver con un asunto de justicia,
0:14:15 que es competencia de la audiencia, que se yo, así que la mataron.
0:14:21 Llegó el día de la ejecución, echaba un collar de hierro en la garganta,
0:14:29 y practicaron lo que se llamaba ajustamiento, que le iban ajustando el collar,
0:14:34 hasta que morían, ante el silencio profundo del pueblo, lo que no debía ser usual.
0:14:41 No se colegieron las costumbres en estas tierras,
0:14:44 en Europa solían asistir a las ejecuciones los peores elementos de la sociedad, tipo,
0:14:56 tipo que iban ahí a solasarse con la muerte de un tipo.
0:14:59 Recuerde que el caso que contaba el propio Casanova,
0:15:05 que no debía ser un tipo tan recomendable que digamos,
0:15:08 porque su libro le aparece como discreto, pero él contó que había gente,
0:15:15 tal vez era el mismo, de lo saber, que había notado que las ejecuciones excitaban a las damas,
0:15:26 y las ponían en disposición galante.
0:15:29 Entonces había uno, cuenta él, que yo no sé si era el mismo, creo que no, era el mismo.
0:15:34 Bueno, que beneficiaba una cierta marquesa mientras ahorcaban a uno,
0:15:39 y yotinaban a otro, que se llama, y yotinaban a no.
0:15:46 Así que calcula. En este caso parece que la multitud mantenía un profundo silencio.
0:15:57 Una sentencia incluso a una de las esclavas que se suspendió, porque estaba embarazada.
0:16:05 Magdalena no pudo jamás haciar el ansia de terminar con su enemigo, con Don Juan Sán de Baesa,
0:16:11 a quien que le encajó la bofetada en el jueves de Semana Santa en 1660.
0:16:18 Así que, y lo que es peor va esa, ni siquiera supo nunca, al menos hasta hoy,
0:16:26 que Magdalena quería matarlo.
0:16:30 Así que vivió pensando que su vida no corría, patrilo, ni siquiera corría.
0:16:38 Esta era, Magdalena, Téllis, una bella dama que fue, condenada a muerte por un clima.
0:16:47 Es extraordinario esto, verdad.
0:16:51 A mí hay algo que me llama mucho la atención.
0:16:55 El respeto del pueblo, por ciertas condiciones abominables, tal vez.
0:17:04 Por ahí la respetaban porque, o no querían matarla porque era buena familia, como si.
0:17:15 Como si la sangre pudiera generar algún tipo de justicia de distinta índole.
0:17:22 Pero bueno, que me llama la atención si eso ha sido corriente en la historia.
0:17:28 Lo que pasa es que no podemos examinar estos asuntos del siglo XVIII como pidiendo a los protagonistas
0:17:43 de esos episodios que se comporten como el secretario general del Partido Comunista.
0:17:48 Bueno, a quién quiere dedicar esta, es peluznante historia de esta mujer que mató al marido
0:17:58 aprovechando que estaba dormido, como si fuera preferible matarlo despierto.
0:18:03 En realidad, si fuera el marido, esta mujer preferiría que me matara de ese modo.
0:18:10 Como dicen en el canto, pasó y un suyo, no?
0:18:13 Claro, como le pasó por allá con las canos, dice que nada dice de ese primer marido.
0:18:18 Nada dice, eso me llama mucho la atención, no quiero denunciar de que aquí.
0:18:23 Viendo al final que nosotros de uno sospecha.
0:18:25 Es pez, pero eso sonar también.
0:18:27 Acá no dice nada porque era de buena familia.
0:18:31 Ya sabe cómo sonan aquí.
0:18:33 Pero bueno, yo se lo voy a dedicar a los que no se peleaban por un asiento en la iglesia, Alejandro.
0:18:38 Y es difícil, si no, no, de pelearse por un asiento.
0:18:41 Yo voy a la iglesia no por creyente, sino para pelearme por asiento.
0:18:48 Lo que pasa es que hay algo de jerarquía transmitida en ciertos mensajes.
0:18:53 Digo, vamos, cuando el hombre dice, tú estarás a mi derecha, tú estarás a mi izquierda.
0:18:58 Hay una jerarquía.
0:18:59 Está marcando la jerarquía.
0:19:01 Y al arzobispo Villarroel, no porque eres soberana la justicia, sino porque estás en contra de la pena de muerte.
0:19:07 Ah, está bien, tiene razón.
0:19:11 De todos modos, eso que dice usted, la jerarquía está bien.
0:19:20 Pero hay que tener cuidado con todo eso.
0:19:22 Ya hemos dicho que uno, en principio, adhiere a las causas antidiscriminatorias,
0:19:31 pero resulta ser que la actividad de la inteligencia consiste en discriminar.
0:19:42 Uno es otra.
0:19:43 Nosotras que es una discriminación perpetua.
0:19:46 Y en la discriminación está la justicia.
0:19:51 Te pasa que si se hace un uso generalizado en la prensa de esta palabra para decir otras cosas,
0:20:01 general se refieren a desigualdades, desigualdades, pero no legítimas, desigualdades, arterales, etcétera.
0:20:10 Rechazo de personas por cuestiones raciales, religiosas.
0:20:15 No, religiosas.
0:20:16 Luego estamos de acuerdo en eso.
0:20:18 Pero en algún caso no hay más remedio que discriminar.
0:20:21 Por ejemplo, para recibirse uno de abogado.
0:20:27 Es indispensable discriminar a los que estudian de los que no han estudiado.
0:20:32 Y si no, nadie estudiaría.
0:20:36 Mira, pero no importa.
0:20:39 Hemos resuelto a mueblar esta historia de Margarina Telles
0:20:47 con el tango que refiere, se hace una referencia a sus ojos, que es el tango Ojo-Negros.
0:20:53 Hemos casi pasado por alto las descripciones melindrosas de los cronistas,
0:20:59 que muy poco nos entusiasma.
0:21:03 Tenía un tallo de princesa, dice.
0:21:07 ¿Cómo eran las referencias?
0:21:09 Yo creo que es imposible, en estos tiempos al menos, enamorarse por descripciones.
0:21:16 Sucerían otros tiempos.
0:21:18 Hemos hablado muchas veces de Jofre Gavidel,
0:21:22 que era aquel poeta provenzado,
0:21:26 que había oído hablar de una dama de Túnez,
0:21:30 la cual era descrita miluciosamente por los caballeros cruzados.
0:21:36 Y que se había enamorado de esas descripciones.
0:21:39 Hoy en un mundo lleno de retratos instantáneos, de teléfonos que sacan fotos.
0:21:47 Sería absurdo enamorarse de una descripción,
0:21:52 pero en aquel tiempo por ahí todavía era posible.
0:21:55 La descripción habla de unos ojos negros.
0:21:59 Y ojos negros es el tango de Vicente Greco,
0:22:02 que escucharemos ahora en la versión de la orquesta de Horacio Salgado.
0:22:06 Un Vicente Greco que probablemente compuso ese tango,
0:22:10 Ojos Negros, pensando en Mandalena T-10,
0:22:13 aquella dama que fue al patíbulo por asesinar a su marido.
0:22:16 O tal vez no, no lo sabremos.
0:22:21 Nunca lo sabremos.
0:22:23 Adelante, don Horacio Salgado.
0:24:32 En la venganza será terrible hemos escuchado a Horacio Salgado interpretando Ojos Negros.
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