Transcripción automática
0:00:00 Continuamos la venganza, será terrible, estamos transmitiendo desde el Multiteatro de Buenos Aires,
0:00:09 estamos en vivo, este programa se hace con público presente, la entrada es libre y gratuita,
0:00:14 pueden venir, estamos en corrientes, 1283 en el centro de Buenos Aires.
0:00:21 Senores Margareta Gertruida Selle nació el 7 de agosto de 1876,
0:00:31 era hija de un excéntrico sombrerero holandés, cuyo más ferviente deseo fue que su hijita se destacara por sobre el resto.
0:00:40 A los seis años la llevó al colegio más exclusivo de la ciudad en un carro dorado tirado por dos cabritos.
0:00:49 A partir de entonces los compañeros comenzaron a burlarse, pero sin embargo ella parecía estar encantada de ser el objeto de la atención.
0:01:04 Al cumplir los 15 años las cosas cambiaron.
0:01:11 Su madre murió y su padre arruinado comenzó a idear planes para sacar el provecho a la belleza de su hija.
0:01:20 Este hombre incapaz de mantener a su familia fue desposeído de sus derechos paternales
0:01:26 y uno de los tíos fue designado como tutor de Margareta y los otros tres hermanos más pequeños.
0:01:35 Su fama de seductora se inició a los 15 años.
0:01:39 Esto fue en la escuela normal de Leiden, era extremadamente bonita, alta, delgada, tenía ojos muy expresivos,
0:01:50 su piel era morena, esto le daba un aire exótico, etc.
0:01:55 No llegó a obtener su diploma de maestra.
0:01:58 El director de la escuela, un tal Vibrandus, que hasta entonces había sido un hombre prudente y digno,
0:02:08 perdió la cabeza en cuanto la vio.
0:02:11 ¿Cómo me gusta perder la cabeza en cuanto ve una mujer?
0:02:14 Yo he sido siempre un hombre prudente y digno.
0:02:18 Lo que pasa es que yo soy solo un hombre prudente y digno,
0:02:22 solamente para poder perder la cabeza en cuanto veo a esta clase de señoritas.
0:02:29 Bien, ese amor pasó a ser el azmerreír del instituto.
0:02:35 Él escribía cartas exaltadas y se echaba llorando a sus pies.
0:02:41 Al principio a la joven le pareció divertido, pero después no encontró molesto.
0:02:46 Escapó de la escuela y el pedagogo creyó morir de pena.
0:02:52 Su tío Tacón, es un antiguo comerciante de tabaco retirado de los negocios,
0:02:58 le dio vivienda a su sobrina en la asa.
0:03:01 Desde aquel momento Margareta vivió allí sin ocuparse de nada, salvo leer novelas,
0:03:08 quien le parece poco, tenía 18 años y muchas ganas de escapar de la vigilancia de su tío.
0:03:16 Una mañana encontró un anuncio en el periódico Las Noticias del Liga.
0:03:21 Oficial destinado a las indias orientales, holandesas,
0:03:25 desearía encontrar señoritas de buen carácter con fines matrimoniales.
0:03:30 Solo se pedía una carta con referencias,
0:03:33 pero Margareta añadió una fotografía convencida de que iba a impresionar al capitán.
0:03:40 La cita tuvo lugar en Amsterdam.
0:03:42 El capitán Rudolf MacLeod, de origen escocés, tenía 39 años, postura marcial,
0:03:49 un gran bigote, galón, chaquetilla y sable, y cosas por el estilo.
0:03:55 Ambos quedaron impactados y comenzó un ardiente romance.
0:03:58 El capitán MacLeod fue nombrado comandante de Infantería en Java,
0:04:05 al oeste de Cragandoa.
0:04:07 Y allí se trasladaron los esposos con su hijo,
0:04:10 que había tenido la precaución de nacer en este último párrafo,
0:04:14 y que va a utilizar un norma.
0:04:16 No, norma no, norma.
0:04:19 En cambio, así, a la segunda hija le pusieron Luis.
0:04:23 En las Indias Orientales, holandesas, se fraguó la aventura de Matahari.
0:04:37 La joven comenzó a interesarse por las danzas nativas,
0:04:41 que le proporcionaba largas horas de placer ante el espanto del comandante.
0:04:46 El comandante empezó entonces a acusarla de disoluta y viciosa.
0:04:52 Él era autoritario, como acabamos de ver, y brutal, como acabo de agregar.
0:04:58 Bebría en exceso, como insisto, en decir,
0:05:02 y se moría de cero por la atención que ella recibía.
0:05:05 Un día le pegó con un látigo, le pegó, y Margareta se reveló.
0:05:10 Escribió a su padre, que después de todo no cortaba ni pinchaba demasiado,
0:05:15 y le contó todos los malos tratos de que era objeto.
0:05:18 Este hombre formó entonces una denuncia contra su gerno en la comisaría de la esquina.
0:05:24 Cuando MacLeod lo supo, lo amenazó con un revolver.
0:05:28 Mejor dicho, la amenazó a ella con un revolver, ya que el suelo estaba muy lejos para pegarme.
0:05:34 Ella gritó desesperadamente y la gente acudió. Estaba salvada.
0:05:41 Los superiores del oficial intervenieron y él fue destinado a la reserva.
0:05:46 El matrimonio volvió entonces a Holanda.
0:05:49 Ella lo acusó de borracho y violento, cosa que ya habíamos hecho nosotros,
0:05:53 algunos parras por atrás.
0:05:55 Lo culpó además de la muerte del hijo de Amos,
0:05:58 que así como había tenido la precaución de nacer en un descuido,
0:06:02 acabó de morir en otro.
0:06:10 Según parece, había sido envenenado por un sirviente.
0:06:14 Bueno, al final se divorciaron, no podía durar.
0:06:18 La otra chiquita, la pequeña Luiz, se quedó con MacLeod.
0:06:23 Durante un tiempo, Margareta desapareció.
0:06:27 Se enrolo en un circo como bailarina oriental,
0:06:31 bajo el seudónimo de Lady MacLeod, un hombre oriental,
0:06:35 si es que lo sabes.
0:06:37 Y llegó a Francia.
0:06:39 La ex señora MacLeod desapareció, o mejor dicho,
0:06:44 reapareció en París y ya convertida en la danzarina hindú,
0:06:48 Mata Ari.
0:06:53 El heredera de la fantasía de su padre, el sombrerero,
0:06:57 se produjo un pasado en el cine de una familia de brajamanes.
0:07:01 Impávida, contaba que su madre gloriosa,
0:07:05 la caballadera del templo de Candasuane,
0:07:08 había muerto a los 14 años el día que la neya nació.
0:07:12 Los sacerdotes la adoptaron y le pusieron Mata Ari,
0:07:16 que quiere decir, ojo de la aurora.
0:07:19 Decía que en el templo de Yiva aprendió los sagrados ritos de la danza,
0:07:26 por un cuerpo hermoso y al gorde de la desnudez.
0:07:31 A excepción de unas cúpulas de bronce que le cubrían los senos,
0:07:37 Mata Ari se dispuso a conquistar el mundo.
0:07:42 Declaraba que no mostraba sus pechos porque su ex marido,
0:07:46 en un ataque de furia, se los había mordido
0:07:49 y los había dejado un poco perjudicado.
0:07:52 Su debut como bailarina fue en el Museo de Arte Oriental de París,
0:07:57 en una función promovida por el coleccionista Guimet.
0:08:00 En la crónica del 18 de marzo 1905 dice,
0:08:04 Mata Ari es Abraxas, hermana de las ninfas,
0:08:08 de las ondinas, de las balquirias y de las náyades,
0:08:11 creadas por Indria, por Indra,
0:08:15 mezcla algunas mitologías para la perdición de los hombres y de los habios.
0:08:20 Tuvo protectores ricos y contratos suculinis,
0:08:25 suculentos, en las grandes capitales europeas,
0:08:29 atractiva y elegante, pronto se convirtió en una cortesana sagaz
0:08:33 que recorrió Europa brillando en los salones más importantes
0:08:37 e introduciéndose en la más alta espera de la política
0:08:40 la diplomacia de la financias del ejército.
0:08:42 Digo por qué, eso es a quién le importa.
0:08:45 Transformó la striptease en arte y cautivó a los críticos.
0:08:50 Cuando aparecieron otras jóvenes y disminuyeron sus contratos,
0:08:54 Mata Ari completaba los ingresos,
0:08:57 seduciendo a funcionarios y militares.
0:09:01 Hasta ese momento nadie puso objeciones a su agitada vida,
0:09:05 pero el inicio de la guerra mundial lo cambió todo.
0:09:10 Sus viajes incesantes y sus amistades
0:09:13 se volvieron sospechosas a los ojos de las autoridades francesas,
0:09:17 que sospechaban que Mata Ari trabajaba para Alemania.
0:09:21 Siendo amiga íntima de oficiales alemanes,
0:09:24 les inquietaba ver cómo buscaba la compañía de diplomáticos y oficiales franceses,
0:09:29 ingleses o rusos, que a menudo se encontraban en lugares cruciales
0:09:33 para el desarrollo de la guerra.
0:09:35 Tuvo la mala suerte de estar actuando en Berlín cuando estalló la guerra
0:09:39 y ser por esa fecha la amante del jefe de policía de la ciudad.
0:09:43 Cuando uno está en Berlín, justo cuando empieza la guerra
0:09:46 y tiene la mala suerte de ser el amante del jefe de policía de la ciudad,
0:09:50 algo malo le sucede.
0:09:56 Este hombre se llamaba...
0:09:58 No, no sé cómo se llamaba, pero un poco más tarde dejó al jefe de policía
0:10:02 y se puso de novio con el cónsul alemán y jefe de espionaje de su país.
0:10:08 Para desimular.
0:10:10 Lo cierto fue que Kramer pensó en ella para tener información de los militares franceses
0:10:17 a cambio naturalmente de sumas considerables de dinero.
0:10:20 Matahari aceptó, pero como era inambiciosa e incapaz de ser fiel,
0:10:27 aún en el espionaje tuvo que engañar.
0:10:33 Y se ofreció como agente doble al capitán Ledoux
0:10:36 del servicio de espionaje contra espionaje francés.
0:10:41 Ledoux se dedicó a seguir todos sus pasos y a vigilarla de cerca.
0:10:46 En agosto de 1616 le confió una misión en Holanda para ponerle a prueba.
0:10:52 Falló.
0:10:54 Matahari tenía un gusto especial por España.
0:11:00 Mucho mejor.
0:11:08 Ahí va mejor. Bien.
0:11:13 ...Eva a Cádiz, a Barcelona, a Vigua, a Madrid, se dejaba ver en el café Hijón
0:11:18 y le apasionaba el ajenjo y el cosido.
0:11:22 El jamón cosido, naturalmente.
0:11:25 Esta mujer se alojaba en el Ritz porque era un hotel con glamour
0:11:31 y por sus huéspedes también.
0:11:34 Que eran diplomáticos estrangeirosos acreditados en España.
0:11:38 Allí se hizo amiga del agregado militar alemán, el capitán Fonkale.
0:11:43 Autudo él información sobre las mañoras alemanas
0:11:47 y se las alcahueteó a los franceses.
0:11:50 Pero bueno, los franceses seguían sospechando
0:11:53 y las sospechas se vieron confirmadas
0:11:56 cuando se interceptaron mensajes codificados que envió Fonkale
0:12:02 que en la otra página se llamaba Fonkale y ahora Fonkale.
0:12:07 Todo esto imagínese en la guerra, en el que cambiaron los nombres.
0:12:12 Informando de movimientos del agente alemán H21,
0:12:17 parece que H21 era Matahari.
0:12:20 Pero bueno, a los 40 años se enamoró de un capitán ruso de 21,
0:12:27 Vladimir de Maslov.
0:12:29 Vio cómo son las espías, cuando cumplen 40,
0:12:32 y se fijan enamorándose de un capitán ruso de 21.
0:12:36 Esto, más los complejos asuntos de Alcova
0:12:41 protagonizados en Madrid, Amsterdam y París
0:12:44 provocaron su detención en la capital francesa,
0:12:47 que debe ser una de las tres, pero,
0:12:50 acusada de alta traición.
0:12:53 Usted está acusada de alta traición.
0:12:57 Cuando se supo que había sido detenida,
0:13:00 cuando los demás subían seguidas...
0:13:02 Eso se dio cuenta rápidamente.
0:13:03 Claro, la sorpresa fue inmensa.
0:13:05 ¡Oh, qué sorpresa!
0:13:07 El caso provocó grandes discusiones entre la opinión pública francesa.
0:13:12 Pero el juicio en su contra fue llevado en secreto
0:13:16 y el proceso tuvo lugar a puerta cerrada.
0:13:20 La encerraron en una celda llena de ratas
0:13:25 en el fin de obtener su confesión.
0:13:28 Y claro, usted si lo cierran en una...
0:13:31 ¿En una concesión de ratas?
0:13:34 Sí, confiesa.
0:13:36 Sólo podía recibir a su abogado,
0:13:38 Eduardo Clunet, que se pasaba los gritos, me imagino.
0:13:42 Confesaban todo el abogado.
0:13:45 Parece que antes de la guerra había sido uno de sus síntimos.
0:13:50 Es una apasionada defensa arriba de uno de los muebles del juzgado.
0:13:56 Y trató de demostrar la fragilidad de las acusaciones
0:14:00 que se le habían hecho a su cliente por todas partes.
0:14:04 Durante los largos interrogatorios militares,
0:14:07 Matahari negó toda actividad a favor de Alemania
0:14:10 y pretendió haber hecho contacto con el enemigo
0:14:13 con el único fin de entregar información a Francia.
0:14:18 Después terminó por reconocer que un poco de afán de lucro hubo,
0:14:23 efectivamente había entregado información a los alemanes,
0:14:27 aunque afirmaba haberse burlado de ellos
0:14:30 transmitiendoles datos sin valor.
0:14:33 La obsesión de Matahari por los uniformes militares era bien conocida.
0:14:39 Y ante la acusación ella aseguró que amaba a los militares
0:14:44 de todos los países y que prefería un militar pobre
0:14:48 antes que un banquero rico. Qué extraordinario.
0:15:14 Como te gustan, como te gustan los militares
0:15:19 pero no dejes al amor de tus amores
0:15:23 por qué te gustan, por qué te gustan los militares
0:15:27 los militares, los militares
0:15:31 como te gustan, como te gustan los militares
0:15:35 más despreciente que la próxima almorada
0:15:40 los militares te pueden, los militares te pueden
0:15:44 los militares te pueden dejar planta a arte.
0:15:50 ¡Oh! ¡Muy bien!
0:15:54 He ubicado a varias generaciones de dirigentes argentinos.
0:15:58 Sin pruebas concluyentes, Matahari fue condenada a muerte igual.
0:16:02 Para encender los ánimos en un país en guerra.
0:16:05 Hay que enseguida ejecutar a Matahari.
0:16:09 Su abogado había pedido clemencia al presidente de la República.
0:16:16 ¡Simosos!
0:16:18 ¡A buen puerto iba por rey!
0:16:21 ¡Si confundió!
0:16:26 Pero este rechazó la petición.
0:16:29 Al enterarse de quién no era claro, la bella bailarina
0:16:34 solo dijo a media voz.
0:16:37 Estaría pensando lo mismo que pensamos nosotros.
0:16:40 Murió el 15 de octubre de 1917 a los 41 años
0:16:44 con una serenidad inusitada, vestida de gris perla,
0:16:49 abrigo largo negro y sombrero,
0:16:52 maquillada como para una gran ceremonia,
0:16:54 no permitió que le taparan los ojos
0:16:56 y midó sin rencor al pilotón de fusilambiento.
0:17:01 Luego les lanzó un beso.
0:17:03 Antes de que sí.
0:17:05 Solo le alcanzaron cuatro de los doce disparos.
0:17:08 Mira a vos, qué mala suerte.
0:17:10 Cinco, después está dando.
0:17:13 Nadie reclamó su cadáver y fue enviado a la escuela de medicina
0:17:16 para prácticas de anatomía.
0:17:19 Su cabeza fue embalsamada y llevada al Museo de Criminales de Francia.
0:17:24 Cuarenta años más tarde fue robada.
0:17:27 Siempre se afana en la cabeza.
0:17:30 Sí, de las personas.
0:17:32 O el corazón.
0:17:34 Sí, alguna vez la religión.
0:17:37 De todos modos, hay que decirlo más allá del presidente Clemonsot
0:17:41 que la justicia francesa por esos días
0:17:43 dejaba bastante que desear.
0:17:45 Recordemos a un muchacho, un oficial,
0:17:47 que fue acusado también de traicionar a Panza.
0:17:50 Muy bien que se acorda usted.
0:17:52 El amigo Dreyfus.
0:17:54 Y que, bueno, pese a la denuncia de Míxola...
0:17:56 Ya que es lo escrito por el Míxola en el diario Logov,
0:17:59 la aurora que era dirigido por quien?
0:18:01 Por George Clemonsot, luego.
0:18:03 Todo lo relato de ese época está Clemonsot.
0:18:05 Que vino a Argentina también de visita y descubrió la hora de la mayoría.
0:18:08 ¿Quién quiere decirlo?
0:18:10 Como Eduardo Arolas.
0:18:12 Decía que, bueno, pese a esa justicia
0:18:14 que dejaba bastante que desear,
0:18:16 pese a esas fuerzas armadas que tenían dudas varias, todo eso,
0:18:20 hay que pensar que esta actividad, la queidad de inteligencia,
0:18:23 en realidad ha sido damnificada por la literatura,
0:18:27 por leyendas, por personajes como Margarita, como Matajari,
0:18:30 y por mucho más recientemente de las cosas que inventó
0:18:33 una gente de inteligencia llamado Ian Fleming,
0:18:36 a través del personaje de Bonn.
0:18:38 En realidad, la taría de inteligencia, como bien supo decir,
0:18:40 de general San Martín, es una de las más nobles e incomiables
0:18:43 que admite la guerra, puesto que así hay que poner todo el coraje
0:18:48 y todo el riesgo con la certeza de que jamás va a haber una recompensa
0:18:51 por lo hecho, y que en caso de morir en acción
0:18:55 o de ser capturado en acción, no va a haber ni Estado,
0:18:58 ni institución, ni nación, ni nada que lo reconozca.
0:19:02 De modo que pensemos, está bien, en esta especie de vida disoluta
0:19:06 que llevan tanto James Bond como llevó Matajari,
0:19:09 terminó de manera diferente, es una pena, hubiera sido al revés,
0:19:11 me hubiera gustado más, pero pensemos también que en esas noches
0:19:16 que la gente puede imaginar de juega, que puede imaginar de festejos,
0:19:20 esas noches disolutas, en realidad está esa especie de permanente tensión
0:19:24 que lleva a que esos hombres y mujeres, en el digno trabajo
0:19:27 de la inteligencia patriótica, estoy hablando, no los que venden información,
0:19:31 están siempre oscilando entre aquello que deben simular ser
0:19:34 y aquello que realmente son.
0:19:36 Un ser con una consistencia muy fuerte tiene que ser aquel que asuma
0:19:40 este lugar para no olvidarse en la tarea de simulación,
0:19:43 como le pasa a algunos actores, quiénes son, en realidad,
0:19:46 y perderse, entonces abandonando la vida sacrificial del soldado encubierto,
0:19:51 entregarse digo a los goces de una loca bohemia.
0:19:54 Y loca bohemia se llama este tango, que vamos a escuchar por Sebastián Juntas.
0:20:01 Sí, Sebastián Juntas, sí, sí.
0:20:02 Bueno, nuestro querido Sebastián Juntas va a tocar loca bohemia,
0:20:06 en homenaje a Matajari.
0:22:16 Mestidinkles
0:22:23 ¿uerá Sebastián Juntas?
0:22:25 ¿La�� tarrible loca bohemia?
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