Transcripción automática
0:00:00 Muy bien, continuamos en la venganza, será terrible, ya estamos en vivo iniciando la temporada 2016 aquí por Radio Del Plata.
0:00:11 Estaremos aquí cada medianoche durante esta semana en Gorriti 5963.
0:00:19 Hablaremos esta noche de Messier de Montespán, que obviamente era el marido de la famosísima Madame de Montespán que fue amante de luis XIV.
0:00:30 Este fue un marido ultrajado.
0:00:34 Hay que decir que Madame, Madame de Montespán, participó y la conocemos principalmente por eso en una de las intrigas más famosas de la historia francesa.
0:00:46 Hemos contado aquí el asunto de los venenos.
0:00:50 La mina hizo un trato con una famosa bruja, la boacin, y con estos filtros que le preparaba la bruja cumplía dos propósitos.
0:01:06 Alegaba primero a las otras queridas del rey Luis XIV.
0:01:11 Y para alejarlas en realidad, para quemar estapas las envenenaba.
0:01:18 Y a su vez, mediante otros filtros amorosos que la boacin le proporcionaba, pretendía conseguir que Luis le dedicara los más apasionados embates venereos.
0:01:31 Como sabemos, no le fue muy bien en sus planes porque los crímenes que cometió fueron investigados, cayó en desgracia.
0:01:38 Y en cuanto a los filtros que le daba a Luis en sus bebidas, hicieron efectivamente que el rey despertara notablemente su deseo, pero ocurre que lo satisfacía con otras mujeres.
0:01:52 Bien, lo que cantaremos hoy no tiene nada que ver con esta historia, que pertenece al momento muy posterior de la Montespán.
0:02:03 Vamos a hablar de los inicios.
0:02:06 Ella se llamaba Francisca Atenea de Rochecuà.
0:02:10 Después fue Marquesa Montespán.
0:02:13 Nació en 1641.
0:02:16 En 1661 a los 20 años, Francisca egresó de un convento y pasó a trabajar en la corte al servicio de la reina María Teresa.
0:02:27 Y su belleza deslumbró inmediatamente a todos los neatos del paráfago.
0:02:32 Oh, mira, mira, qué sé yo.
0:02:35 Pronto encontró un prometido que se llamaba Luis Alexandre de la Tremuale Marques de Noir-Moutier.
0:02:45 Era un candidato perfecto, pero no le duró mucho porque en 1662 se vio implicado en un duelo y no lo mataron.
0:02:55 Al contrario, él mató a su oponente.
0:02:57 Pero en aquellos tiempos el duelo estaba apenado con la muerte.
0:03:02 Y la Tremuale fue perseguido y escapó a Portugal.
0:03:07 Y poco más tarde murió en una batalla contra los españoles.
0:03:10 Así que Francisca se quedó sin prometido.
0:03:15 Poco tiempo después se presentó otro candidato.
0:03:18 Y este sí.
0:03:19 Era Luis de Pardelian Marques de Montespán.
0:03:24 Y era nada menos que el hermano del tipo que había matado el novio anterior de la muerte.
0:03:32 El de la Tremuale.
0:03:34 Era el hermano.
0:03:36 Bueno, ella no le importó.
0:03:38 No era un buen partido el tipo, ¿no?
0:03:40 Era noble, pero tenía mala fama, era jugador, siempre andaba con problemas de dinero, etcétera.
0:03:48 Se casó.
0:03:49 Y se fueron a vivir al Marquesado de su esposa.
0:03:53 10 meses después tuvieron una hija y al otro año tuvieron un varón.
0:03:58 Pero después de aquellos nacimientos, Francisca regresó sola a la corte.
0:04:05 Por esos tiempos Luis, el rey, estaba un poco podrido de su favorita, Luisita de la Valiad.
0:04:13 Parece que empezó a sentirte diosa la mansedumbre de su amante.
0:04:22 Y la vio a esta alegre y hermosa, a Madame de Montespán, y se enamoró.
0:04:29 Y por ahí una tarde ella se dio a los embates del rey y se convirtió en su favorita.
0:04:39 Recordemos que la mina estaba sola en la corte.
0:04:41 El marido se había quedado allá en el Marquesado.
0:04:45 Algunos dicen que para lograr el amor de Luis, la Montespán había organizado una misa negra con la bruja y todo para pedirle a Satanás
0:04:56 la gracia de que el rey se enamorara de ella.
0:04:59 No importa.
0:05:00 Allá por 1668, Luis cada vez más enamorado de Francisca, decidió ofrecer a su amante una fiesta.
0:05:08 Pero no una fiesta como esa que hacemos nosotros.
0:05:11 No. Organizó en el Palacio de Mercedes unas alegrías fastuosas que iban a durar 8 días.
0:05:20 Pero una fiesta famosísima.
0:05:22 Meta, baile, farra, representaciones, música, sorteos, cuetes, de todo.
0:05:31 Canapé.
0:05:33 Sanguche de miga.
0:05:35 Todo, todo divino.
0:05:36 Lo que ustedes imaginen.
0:05:38 Dos semanas antes del comienzo de esa fiesta, un tipo de aspecto sombrío llegó a París y era el señor de Montespán.
0:05:50 En realidad no estaba en el Marquesado porque el rey le había dado un encargo militar en Rossellón allá donde Judas perdió el poncho.
0:06:01 Y por ahí se tomó un descanso y volvió.
0:06:05 Se pegó una vuelta.
0:06:06 Sin previo aviso para soledor a su mujer lina.
0:06:13 Alejado de todas sus pechas, ¿no?
0:06:16 No entendía nada ante las sonrisas de que era objeto.
0:06:19 No, no le importó.
0:06:22 Se quiso quedar para participar de las fiestas organizadas por el amante de su mujer y dedicadas a ellas, pero no sabía nada.
0:06:30 Bueno, y se quejé justo que llegué.
0:06:33 Y se sentó ahí, daba una obra de Molière y el Marques se sentó y aplaudía más fuerte que todo.
0:06:44 Pero la comedia de Molière se llamaba El Marido Engañado.
0:06:48 Bueno, así varios días hasta que el buen humor le desapareció.
0:06:54 Se fue enterando de su desgracia de a poco.
0:06:58 El Marques observó que su mujer tenía extrañas familiaridades con el rey.
0:07:08 Después notó los homenajes excesivos de los cortesanos para su mujer, que no era más que una simple dama de la reina.
0:07:15 También notó que todo lo miraban demasiado, que poco se le acercaban.
0:07:22 Al final algunos amigos le fueron diciendo todo y confirmaron su infortunio.
0:07:29 Y se volvió loco.
0:07:32 No mantuvo el comportamiento habitual entre los hombres a los que el rey ultrajaba.
0:07:39 La mayoría se alejaban, incluso había quienes festejaban, que Luis Amara, su esposa, porque en algunas oportunidades,
0:07:46 recibían altas sumas de dinero para que cayaran su desgracia.
0:07:51 Cuando terminó una de los bailongos, el Marques corrió hasta donde estaba Francisca,
0:07:58 que se había refugiado en casa de su amiga, Madame Montossier.
0:08:02 Pasó de largo ante la servidumbre y agarró y le tiró una mesa a la doña de casa.
0:08:10 Y después abufetó a su mujer.
0:08:13 Y luego trató de violarla ahí mismo, pero los criados se lo impidieron.
0:08:18 Incluso no se actuó de tratar al rey de manera poco amable.
0:08:24 La verdad es que lo maldijo.
0:08:26 Me caigo y me levanto en el rey de Francia.
0:08:29 Más tarde escribió un pampleto que distribuyó entre los nobles
0:08:36 en los que citaba pasajes de las escrituras
0:08:39 y en el que instaba a Luis de volver a su mujer y temer el cuicio de Dios.
0:08:45 Pero no logró nada.
0:08:47 Y desesperado hizo algo que ya en otros tiempos alguien había practicado.
0:08:56 Estoy seguro de quién fue el destinatario, pero después lo voy a decir.
0:09:00 Esto lo cuenta Sansimón.
0:09:03 Dice, Mecié de Montespán intentó contagiarse de una maligna enfermedad
0:09:09 que era la sígil.
0:09:12 Con objeto de transmitirla al rey por conducto de su mujer.
0:09:17 Pero no lo logró porque el primero se contagió
0:09:21 y cuando fue a tomar sus derechos de marido, ella se lo impidió.
0:09:28 Y debió padecer solo su enfermedad y su dolor.
0:09:31 Me imagino al tipo y se dice, ¡eh! ¿Qué ahora qué hago?
0:09:37 A mí me parece que así contrajo la Cífilis Francisco I de Valois, rey de Francia.
0:09:45 A mí me parece estar haber escrito sobre eso, pero no me acuerdo quién era el tipo.
0:09:51 Bueno, después se vistió de negro y dijo que estaba de luto por la muerte de su mujer.
0:09:56 El rey se pudrió y lo mandó a Incaana, lo mandó a la prisión de Fort Lebecois.
0:10:01 Cuéntase en Simón que este arresto causó un terrible escándalo que resonó en todas las naciones.
0:10:07 Y al cabo de ocho días Luis dio orden de liberar al marqués,
0:10:11 pero volvió a arrestarlo, aunque en un foro más hospitalario.
0:10:15 No lo mandó a Jean-Bourg, que era un asilo para locos.
0:10:18 Y allí todo en unos meses.
0:10:21 El marqués dio señales de buena conducta, le permitieron regresar a sus tierras en Bonifor, al Marquésado.
0:10:27 Y allí volvió a representar su tragedia.
0:10:30 Reunió a sus familiares, amigos y servidores.
0:10:34 Anunció la muerte de su mujer, celebró con un sacerdote las exequias.
0:10:39 Y después un extraño cortejo desfiló por los patios del castillo, rodeando un ataúd negro forrado de tela.
0:10:46 Andaban con unos niños que llevaban sirios y entonaban el de Profundis.
0:10:52 De tras seguía el marqués, acompañó por los hijos que había tenido con Francesca.
0:10:58 Por fin enterraron el ataúd, bla, bla, bla.
0:11:02 Bueno, esta noticia espantó a todos en el palacio.
0:11:06 Y Madame de Montespam tuvo desde entonces una guardia personal
0:11:11 que la cuidaba de los ataques de un demente que podía matarla, matarla de nuevo.
0:11:18 Bueno, pero el rey también estaba asustado.
0:11:23 En 1674 el rey y Francesca recibieron una carta que lo salivió.
0:11:28 El Marqués de Montespam se resignó al irremediable,
0:11:34 consistió en una separación, se fue a sus tierras y no molestó más.
0:11:39 Después vinieron esos episodios que siguieron al principio.
0:11:43 La Montespam, viendo a la bruja, aquella, la Boacén, que le preparaba los filtros mágicos para darle a Luis,
0:11:49 y el veneno para darle a las favoritas, las tipas que andaban con él.
0:11:54 Se encarga unas cuantas, ¿eh? Se encarga unas cuantas.
0:11:58 Y Luis ya se cansó y la abandonó.
0:12:03 Y entonces Francesca se fue a vivir a un castillo, al castillo de Adrián.
0:12:10 El rey sabía que ella era culpable de los envenenamientos, de las misas negras, etcétera,
0:12:17 pero no quiso que la inculparan, solo la alejó.
0:12:21 Y en los últimos años de su vida Francesca sintió culpa,
0:12:25 no dejaba de pensar en la muerte, tenía miedo, le daba miedo la oscuridad,
0:12:30 las lámparas estaban encendidas toda la noche, su vida licenciosa del pasado le provocaba error,
0:12:36 yo sé que rezaba, etcétera, etcétera, mortificaba su cuerpo con silicio,
0:12:42 y llevaba un silicio erizado de puas metálicas abajo del vestido,
0:12:49 cinturones y brasaletes de firma, que es cierto.
0:12:54 Y el confesor le aconsejó pedirle permiso, pedirle perdón, qué permiso,
0:12:59 pedirle perdón al marido y ponerse en su mano.
0:13:03 Y ella obedeció y fue hasta donde estaba el marqués, y le rogó de rodillas que le aceptara,
0:13:09 pero él le negó el perdón.
0:13:13 El marqués murió un año después de aquella negativa en 1701,
0:13:18 ella confesó públicamente sus pecados, pidió que la enterraran junto al marido,
0:13:24 pero los familiares del marqués no quisieron.
0:13:27 Y él realmente murió en 1707 a los 56.
0:13:33 Ese era, Madame de Montespán, pero ese principalmente era Mesíe de Montespán,
0:13:40 el neato aquel que se enojó y que dice, me voy a agarrar una sífilis y después le voy a contagiar.
0:13:46 Y cuando fue a contagiarse la mina le dijo, no, acá no te quiero.
0:13:50 No se, el señor Blanca, me hubieras avisado antes.
0:13:54 Él tendría que haber estado antes con la mina.
0:14:00 ¡Ah, qué sello, la qué tal, va a tofenor!
0:14:04 Entonces mañana vengo.
0:14:07 No, pasado mañana.
0:14:11 Y después cuando va, sabe que la mina lo va a aceptar.
0:14:15 Este es un consejo para una persona que quiere enfermarse de un mal incurable
0:14:20 para contagiarse de una novia que lo dejó.
0:14:22 Pero eso es muy cruel.
0:14:24 El primero que tiene que hacer una persona decente es asegurarse de que la mina lo va a recibir.
0:14:30 Y el otro que padeció eso fue Francisco I.
0:14:34 No me puedo acordar quién fue el marido engañado que le hizo eso,
0:14:41 pero no tengo ganas de ponerme a pensar.
0:14:45 Así que, en atención a la frase que el marido le dijo a Madame
0:14:54 cuando fue a pedir perdón, es decir, no te perdono mal,
0:14:57 se compuso un poco después de eso, 300 años.
0:15:05 Es verdad, es raro.
0:15:08 Este tango que vamos a escuchar a Joré.
0:15:11 300 años y además no se da cuenta ni de versalles, ni de nada de todo esto.
0:15:16 Yo creo que sí, pero si no se da cuenta lo que trae es para evitar una mención directa
0:15:21 que podría educaciónarnos problemas con la familia de Mesías de Montespán
0:15:25 que ya vimos cómo se la gastaba.
0:15:27 A mí no me gustaría que alguien se contagiera algo malo para luego venir a pegarme lo solo
0:15:36 para vengarse de que haya puesto yo este tango.
0:15:40 Que se llama, no te perdono más, que canta Agustín Irusta con Lucio de Márez
0:15:45 y Agusente con el Agusente Roberto Fugazó forman el trio argentino.
0:15:52 Adelante, Agustín Irusta.
0:16:37 No te perdono más, te grita mi conciencia, no te perdono más,
0:16:48 es ésta mi sentencia.
0:16:52 No te perdono más, ser mi corazón,
0:16:59 inútiles que llames, inútiles que trames, de nuevo mi cerdón.
0:17:10 No te perdono, no te perdono más, no te perdono más,
0:17:14 es ésta mi sentencia.
0:17:15 Me he bien redado en la locura de tu vida,
0:17:19 o el milagroso a parcarme de tu lado,
0:17:22 y de salir de los caminos equivocados.
0:17:26 Vuelvo otra vez a retomar en buen camino,
0:17:29 que conciegó de ese tío, que te sorprendió.
0:17:36 No te perdono más, te grita mi conciencia,
0:17:45 no te perdono más, es ésta mi sentencia.
0:17:52 No te perdono más, ser mi corazón,
0:18:00 inútiles que llames, inútiles que trames,
0:18:03 no te perdono más.
0:18:15 Era el trio argentino, la venganza será terrible,
0:18:19 no te perdono más.
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