Transcripción automática
0:00:00 Bien, hablaremos de Miguel Ángel y un episodio que podríamos titular Miguel Ángel contra los Medici.
0:00:08 En mayo de 1527 estrelló en Florencia una revolución que expulsó a los Medici,
0:00:14 que tradicionalmente eran las familias que dominaba Florencia.
0:00:18 Una revuelta lo expulsara los Medici.
0:00:20 En realidad los expulsados eran mediocres descendientes de los Medici gloriosos,
0:00:27 no de los tiempos de cósmico, de Lorenzo, de cósmico.
0:00:31 Bien, eran segundones, personas sin muchas importancias y nada los hacía buenos para el gobierno,
0:00:39 salvo que eran parientes del Papa, clemente séptimo, que era Florentino.
0:00:47 Es decir, eran unas Medici que gobernaban Florencia, no eran tan buenos como sus antecesores,
0:00:53 pero eran parientes del Papa que también era Medici, como el Feroz, Julio, creo.
0:00:58 Los gobernantes de puestos eran Hipóritu y Alessandro de Medici, sobrinos del Papa.
0:01:05 Muy bien, después de la revuelta el Papa, que era el tío,
0:01:11 preparó un ejército para restablecer el poder de sus sobrinos y esperó el momento indicado para atacar.
0:01:17 Está claro la situación.
0:01:19 Ahora, Miguel Ángel, que vivía en Florencia, de qué le aguestaba,
0:01:22 del lado de los revolucionarios, de los que habían echado a estos Medici malos,
0:01:27 y fue invitado a formar parte del gobierno provisional establecido por Nicoló Capone.
0:01:34 Esta invitación era para que Miguel Ángel trabajara como artista.
0:01:38 Los nuevos encargos estaban dirigidos a retratar o a celebrar a los, justamente, los héroes de aquella revuelta.
0:01:45 Rápidamente le dieron un enorme pedazo de mármol para tallar
0:01:49 y un hermoso y cómodo taller para trabajar, cosa que Miguel Ángel había tenido muy pocas veces en su vida.
0:01:56 Pero vino a suceder que, al poco tiempo, cayó Capone,
0:02:01 de quien en realidad se sospechaba que intrigaba en secreto con el Papa Medici.
0:02:06 Se pensaba que Capone estaba de acuerdo con el Papa y lo echaron.
0:02:13 Asumió entonces un señor Carducci en estas funciones,
0:02:18 el nuevo jefe florentino creyó que era mejor utilizar los talentos de Miguel Ángel
0:02:23 para otras actividades y no para inmortalizar funcionarios.
0:02:27 Y lo nombró jefe de fortificaciones.
0:02:31 Miguel Ángel debía encargarse de la arquitectura de defensa de la ciudad.
0:02:36 Para esos trabajos tenía que ponerse en contacto con Malatesta Valloni,
0:02:41 el general de los ejércitos florentinos.
0:02:43 Malatesta era un mercenario, un contatiero.
0:02:46 Y había entrado a los ejércitos de Florencia porque le pagaban
0:02:50 un hombre que, como tantos en esos tiempos, asumía la defensa de un Estado
0:02:54 sin poseer ningún espíritu patriótico.
0:02:58 El caso es que entre Miguel Ángel y Malatesta surgían conflictos todos los días.
0:03:04 Miguel Ángel despreciaba al condotiero porque le veía una vocación detraidor.
0:03:09 Y por otra parte, Malatesta despreciaba al artista que,
0:03:13 bueno, convertido en improvisado estratega, pretendía tratar con él de igual a igual
0:03:18 en vez de someterse a sus dictales.
0:03:20 Se cuenta que Miguel Ángel realizó un aprendizaje veloz acerca de algo,
0:03:26 acerca de lo cual se había poco, como ya hemos dicho.
0:03:29 Pidió ir a pasar unos días a Ferrara para ir a aprender con el duque de Ferrara,
0:03:36 un deste probablemente.
0:03:38 Cuestiones tales como la construcción de murallas, la defensa de un sitio.
0:03:43 Y el duque era, como casi todos los duques de Ferrara, experto en poliorcética,
0:03:48 que así se llama esta ciencia.
0:03:51 Le dio varios consejos y Miguel Ángel, que tenía por entonces 50 años,
0:03:55 escuchó con enorme atención las indicaciones.
0:03:59 El trabajo de Miguel Ángel era difícil.
0:04:01 Tenía que construir murallas y para levantarlas a veces tenía que demoler barrios enteros,
0:04:07 con lo que se ganaba el odio, a mí me parece que justificado, de muchos florentinos.
0:04:13 Y también tenía su cargo la fortificación de otras ciudades vecinas
0:04:17 que dependían de Florencia, tal como Pisa.
0:04:23 Cuentan que Miguel Ángel galopaba sin descanso de una ciudad a otra,
0:04:27 controlando los trabajos, corrigiendo los planos, estimulando a los obreros,
0:04:32 con gritos tales como, ¡eh!
0:04:35 Bueno, había que trabajar a toda velocidad porque se preveía que los enemigos no tarden en presentarse,
0:04:41 es decir, el papa con ese ejército.
0:04:43 Mientras hacía su trabajo, Miguel Ángel observó que en la medida de pre-canción,
0:04:50 tomadas por malatesta, eran sospechosas y que podían ser peligrosas para la ciudad.
0:04:56 Y lo dijo, pero nadie le hizo caso.
0:04:58 Carducci, el nuevo mandatario, le respondió muy groselamente.
0:05:03 Me habrá dicho...
0:05:05 Bafangulo.
0:05:06 Bafangulo.
0:05:07 Y dijo que él seguramente hablaba así de malatesta porque estaba celoso de malatestas.
0:05:13 Pero el que sí escuchó esta salvertencia de Miguel Ángel, fue el propio malatesta,
0:05:18 y ahora que estamos solos, verdaderamente estaba planeando una traición.
0:05:23 Y un día en que Miguel Ángel trabajaba en los bastiones de San Mañato,
0:05:27 uno de sus amigos, Rinaldo Corsini...
0:05:29 Qué gran, ese es un buen nombre.
0:05:31 Se le acercó y le dijo algo terrible de lo que se había enterado.
0:05:35 Malatesta había dado la orden a sus hombres de asesinar a Miguel Ángel...
0:05:41 De asesinar a Miguel Ángel...
0:05:45 ¡Ada está!
0:05:49 Era el que sospechaba de su trecho.
0:05:52 ¿Puede denunciarlo?
0:05:53 Corsini, el niño ese perado le suplicó a Miguel Ángel que huyera de Florencia inmediatamente.
0:05:58 Y Miguel Ángel salió rajando.
0:06:01 Llegó hasta Venecia, allí le dieron una recepción con honores,
0:06:05 le ofrecieron pasar en la ciudad el resto de sus días
0:06:08 con una estupenda paga, un estupendo trabajo.
0:06:11 Se le propuso construir el puente Rialto
0:06:14 que hacía poco, había sido destruido por el fuego.
0:06:17 Puente Rialto es el más hermoso de Florencia de Venecia.
0:06:21 Pero Miguel Ángel no aceptó porque a los pocos días le llegó una noticia espantosa.
0:06:27 Carducci pensó que Miguel Ángel era un traidor
0:06:30 porque había abandonado el trabajo de fortificación
0:06:33 y el castigo iba a caer sobre los familiares que tenía Miguel Ángel allá en Florencia.
0:06:38 Entonces Miguel Ángel volvió.
0:06:41 La ciudad resistía,
0:06:44 malatesta no había consumado su traición.
0:06:47 El ejército extranjero junto al Papa y los amigos de los Medici se acercaba.
0:06:59 Ahora bien, empezó el sitio, sitiaron la ciudad.
0:07:03 Miguel Ángel corría de fortificación en fortificación
0:07:06 y se encargó de que los monumentos no fueran dañados.
0:07:09 Se trepaba las cúpulas y los campanarios para instalar colchones protectores
0:07:14 para que no los rompieran con los tiros.
0:07:16 Debo el día en que se cumplió lo que Miguel Ángel decía.
0:07:19 Malatesta se pasó al bando enemigo.
0:07:23 Las puertas de la muralla que había construido Miguel Ángel
0:07:26 se abrieron de par en par,
0:07:28 que estaban arreglados con los tipos,
0:07:30 entraron los defensores de los Medici,
0:07:33 que incluso los mismos Medici que habían sido expulsados.
0:07:36 Aquella defensa fue en vano,
0:07:38 los Medici recuperaron el poder
0:07:40 y enseguida llegaron las represalias.
0:07:42 Los primeros en ser castigados
0:07:44 fueron todos aquellos que habían formado parte del gobierno.
0:07:47 Carducci fue ejecutado
0:07:50 con él todos los notables que se habían comprometido.
0:07:54 No se olvidaron de Miguel Ángel
0:07:56 y los soldados fueron a buscarlo a su casa,
0:07:58 pero no lo encontraron.
0:08:00 Le preguntaron al hermano, al viejo,
0:08:02 pero el tipo no andaba por ningún lado, nadie sabía nada.
0:08:05 Lo mandaron a buscar en otras ciudades, también fue en vano.
0:08:08 Al cabo de un mes, los Medici que habían liquidado ya a todos los enemigos
0:08:12 pensaron que saldrían ganando si practicaban la clemencia.
0:08:18 Pero la clemencia tardía
0:08:20 es una equitud muy propia de los peores tiranos.
0:08:22 Una vez que liquidaron a todos sus enemigos,
0:08:25 les da por la clemencia porque ya no tienen aquí en liquidar.
0:08:28 Pero como justo a Miguel Ángel no lo habían encontrado,
0:08:31 esta clemencia vino a favorecerlo.
0:08:33 Clemente VII, el Papa, hizo que se proclamara por toda Italia
0:08:37 que se garantizaría la vida de Miguel Ángel
0:08:39 y que podría volver a disfrutar de sus honores.
0:08:42 Y entonces Miguel Ángel apareció.
0:08:44 Sonó ello.
0:08:46 Jamás había salido de la ciudad.
0:08:48 Se había escondido con la complicidad y un cura
0:08:51 en el campanario de la Iglesia San Nicoló.
0:08:55 Poco después Miguel Ángel debió aceptar con resignación
0:08:58 en cargo del mismo Papa.
0:09:00 Así que viajó a Roma a realizarlo.
0:09:02 Pero lo que sucedió allí ya es otra historia.
0:09:05 Esta fue la historia de la fracasada revuelta contra los Medici.
0:09:10 Hemos ido a buscar a la discoteca
0:09:13 un disco sobre revolución, esa emplorencia en Mavilla.
0:09:21 Le contamos la historia al discotecario, tampoco nos dijo nada.
0:09:25 Finalmente encontramos un tango del mundo rivero
0:09:28 que se llama Yo Soy Él Mismo.
0:09:30 Y no está mal para saludar esa aparición súbita
0:09:35 de Miguel Ángel bajando del...
0:09:37 De San Nicoló.
0:09:39 De San Nicoló y diciendo Yo Soy Él Mismo,
0:09:41 ese tipo que ustedes buscaban para matar.
0:09:44 Ciertamente. Y además alguien que,
0:09:46 a diferencia de mucha otra gente en esa época,
0:09:48 no buscó excusas a Alejandro que creo que esto es lo mejor
0:09:51 que se puede encontrar en un hombre.
0:09:53 No utilizar la excusa de Dios para enriquecerse,
0:09:56 o la de la patria para combatir otra gente
0:09:58 que le molesta a uno, o la del amor para tomarse el ases
0:10:01 y hacer alguna otra cosa.
0:10:03 Yo Soy Él Mismo en las buenas, en las malas
0:10:05 y me dedico a esto que es lo que ustedes saben que sea hacer.
0:10:10 Yo Soy Él Mismo canta Don Edmundo Rivero.
0:10:16 Conví.
0:10:29 Ya lo ves,
0:10:33 Yo Soy Él Mismo desde entonces.
0:10:35 Yo he cambiado por tu ausencia y he pedido tu perdón.
0:10:39 Aquí estoy sin un reproche.
0:10:41 Sin Dorar Notches Tras Noches
0:10:43 Noche como vos lo imaginaste, ya lo ves.
0:10:49 A los hombres de Nitala, el coraje no les valla,
0:10:53 aunque pierdan su querer, ya lo ves.
0:10:59 No no niego que te quiero, pero soy un hombre en cero,
0:11:05 como un hombre debe ser.
0:11:09 Hoy que has venido junto a mí, revivo todo aquella vez,
0:11:17 y no lo puedo comprender, mujer, por qué, por qué te quiero tanto.
0:11:25 Cuántas veces te boqué, y en la fe de alejarte
0:11:32 he tenido que pelear al corazón.
0:11:36 Que aflogaba de todo, ya lo ves.
0:11:42 Me dejaste abandonar, olvidando ese cariño que eras toda mi ilusión,
0:11:48 y esperabas que yo fuera, a mirarte de rodillas,
0:11:52 a pedirte que volvieras, que eso no.
0:11:57 A los hombres de Nitala, el coraje no les valla,
0:12:01 aunque pierdan su querer, ya lo ves.
0:12:07 No no niego que te quiero, pero soy un hombre en cero,
0:12:13 como un hombre debe ser.
0:12:19 Ya lo ves.
0:12:22 Yo soy el mismo de entonces, no he cambiado por tu ausencia,
0:12:28 ni he pedido tu perdón.
0:12:37 Era el mundo rivero en la venganza, será terrible,
0:12:40 yo soy el mismo.
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