Transcripción automática
0:00:00 Continuamos en la venganza Serata Rible, estamos en San Martín, aquí en provincia de Buenos Aires,
0:00:17 en el Centro Complejo Cultural Plaza. Y la semana que viene volveremos al Multiteatro,
0:00:24 allí en Corrientes 1283. Volveremos mañana.
0:00:26 No es cierto, mañana es jueves.
0:00:28 Si usted no piensa ir mañana.
0:00:29 No, no he pensado.
0:00:30 Levanta la mano que vaya a ir mañana al Multiteatro.
0:00:33 Ya acá no voy a ver nada.
0:00:34 Lo dicho, todo el mundo.
0:00:35 Miren todas las siluetas de cartón como levantan la mano, muy bien.
0:00:39 Bueno, hablemos de milagros entonces.
0:00:42 Alguien dirá que ya hemos hablado muchísimo de milagro.
0:00:47 Ya hablamos de la intervención divina.
0:00:51 La pregunta es en la quinta charla.
0:00:56 Podríamos empezar con una definición.
0:01:01 Esto se hemos ido a la iglesia y ahí nos dijeron que según el Concilio Baticano,
0:01:10 el milagro es un fenómeno inabitual anormal de juicura y en algunas oportunidades públicos.
0:01:19 Era una idea vaga de milagro que sirve tanto para un barrio como para un pregado.
0:01:24 Pero bueno, otros van al diccionario y compreban que el milagro viene del latín mirar,
0:01:31 que es en el más escrito sentido mirar con algún matiz de admiración.
0:01:36 Pero claro, si lo que estamos viendo es un milagro, el más escrito sentido no nos va a permitir percibirlo.
0:01:44 Pero bueno, el caso es que en el transcurso de los veinte siglos de cristianismo,
0:01:49 saber qué cosa era un milagro, saber si un hecho era milagro o no,
0:01:53 ha dado lugar a diversas posturas, errores de entendimiento, etcétera.
0:01:58 Por ejemplo, un eclipse de sol puede ser que sea un espectáculo insólito y prodigioso,
0:02:05 a cierto punto, pero no constituye un milagro,
0:02:08 de manera que no basta el carácter insólito y prodigioso de un hecho para que éste sea humilado.
0:02:14 En todo caso, yo creo que ni siquiera un eclipse de sol es prodigioso.
0:02:20 En fin, si trata también del tráfico ilegal de palabras,
0:02:28 que todo es prodigioso, sí, tengo una novia prodigiosa.
0:02:32 Se llama un milagro si es así.
0:02:34 Así que, no sé, ¿qué nos interesa nosotros la definición?
0:02:43 San Agustín, nuestro amigo San Agustín, aquel que fue un calavera hasta los treinta años y después se emmendó.
0:02:51 Siempre digo que el mérito está al revés,
0:02:54 en ser un santo hasta los cuarenta y después era un calavera, cuando ya es difícil.
0:03:00 Y cuando aún entendí cómo era el calavera.
0:03:02 Claro que digo, pero convertirse en casto cuando uno tiene setenta no cuesta tanto trabajo.
0:03:08 En cambio, lo que sí cuesta trabajo a los setenta es ser un libertino.
0:03:13 Bueno, San Agustín aseguraba que Dios se guardaba,
0:03:18 él eventual cumplimiento de hechos exageradamente prodigiosos para que los hombres insensibles
0:03:25 y las maravillas cotidianas resultaran impresionados por la presencia del creador.
0:03:31 Es decir, que Dios se mandaba milagros cuando estaba de campaña.
0:03:35 Era encanchido.
0:03:37 Una especie de campaña electoral y dice, bueno, a ver, trae un pan.
0:03:43 Un pecado si lo encontraste.
0:03:47 Bueno, nuestro amigo Montaigne, el señor de Montaigne,
0:03:53 decía que el milagro de ese producto, de la ignorancia que padecemos sobre la intimidad de la naturaleza.
0:04:01 No me gusta tampoco.
0:04:03 Y todo lo que no entendemos lo damos por milagroso, de una vieja cosa.
0:04:09 No me gusta nada de esto.
0:04:12 El milagro es una cosa cristiana, pregunta antes.
0:04:15 Solamente cristiana, no, los paganos ya eran muy aficionados a los milagros.
0:04:20 Bueno, así ya más de 25 siglos se realizaron peregrinaciones multitudinarias a las asclepiella de Kos, de Atenas o de Alejandría.
0:04:32 Y lugares dedicados a Esclepios, Esculapios, si usted quiere, el Dios de la Medicina.
0:04:38 Iban estas personas ya en los tiempos clásicos de Grecia y después durante el enenismo,
0:04:44 en pos del supuesto poder curativo de Esculapio.
0:04:48 Y las personas depositaban en Atenas o en Alejandría, joyas, objetos de plata con forma de mano, de pie, de ojo.
0:04:57 Y supiraban pensando que podría suceder una curación milagrosa.
0:05:02 Gente que estaba en fulera.
0:05:04 Pausañas cuentan que en aquel lugar, si hay grandes piedras que conmemoraban las curaciones más sorprendentes de Esculapio.
0:05:14 Y en cada una de esas piedras aparecían más de 60 historias, así que por lo menos 360 curaciones hubo.
0:05:21 Había un extraño ceremonial para tratar a los suplicantes. Cada uno debía esperar su turno, eso está muy bien.
0:05:29 Cada uno en su turno es el modo de esperar milagros.
0:05:33 Esperaban refugiados, fue un alero, había una fuente y ahí podías dormir incluso mientras esperaban.
0:05:44 Los que esperaban se sumían en un sueño un poco alucinatorio y decían que el Dios mismo, Esclepius, se presentaba durante el sueño
0:05:59 y concedía la curación mediante procedimientos de los más escravagantes.
0:06:05 Me está gustando porque a mí eso de ir aquí al médico y a la suizo y todo eso.
0:06:13 Uno de estos procedimientos fue el que utilizó para curar a clemens de argos que era tuerto.
0:06:19 Dan sólo una lágrima de Ramón Bertha. Sólo una porque era tuerta.
0:06:27 Del mismo modo, clemens de argos era tuerto, lo cual parece una paradoja porque ya saben ustedes que el personaje llamado Argos tenía 100 ojos, 100 que no mil.
0:06:37 Pero estamos hablando de Argos la ciudad. Clemens era archivo tal que el Gentilicio de Argos.
0:06:44 Y era tuerto además, que no es el Gentilicio de Argos.
0:06:50 Que Argos todos los tuertos, etcétera.
0:06:52 Esclepius se le apareció en el sueño con un líquido preparado por el propio Dios
0:06:58 y se lo tiró ahí donde tenía que estar el ojo, o sea en el agujero.
0:07:04 Largo tiempo estuvo sobre la vacía cuenca, Esclepius derramando líquido.
0:07:13 Más tarde, Clemens de Argos al despertar calculó yo, advirtió que tenía un ojo nuevo.
0:07:20 Repito, advirtió que tenía un ojo nuevo.
0:07:24 Este es un milagro.
0:07:25 Se lo vio.
0:07:26 Primero le fue un ojo nuevo.
0:07:28 Y esto es una gran noticia si uno es tuerto.
0:07:32 Como no lo vi antes.
0:07:36 Entonces aparecen los reputadores de leyendas y dicen que algunos sacerdotes médicos aprovechaban aquellos profundos sueños de los que esperaban
0:07:45 para llevar a cabo elementales tratamientos.
0:07:49 Bueno, muy elemental, no debe ser ponerle un ojo nuevo, un tipo.
0:07:55 Pero de una otra cirugía estética por ahí en el medio del sueño.
0:08:00 Entonces es así, me cuentan.
0:08:02 A un tipo que durmió frente al portal se le apareció en sueños.
0:08:05 Esclepius y le hizo un ojo nuevo.
0:08:08 Refutación.
0:08:09 Seguro que eran los médicos mientras el tipo dormía.
0:08:13 Y el ojo nuevo no le asombró.
0:08:18 El asombroso le pareció la intervención de Asclepius.
0:08:22 Pero no el ojo nuevo, qué raro.
0:08:24 Bueno, en el budismo y en el islamismo ya se sabe hay una escasa propensión al milagro.
0:08:29 La existencia de Dios se evidencia en el islam, por ejemplo, a través del orden y la belleza del mundo.
0:08:36 Por qué al motivo la figura del milagro fue siempre considerada prácticamente erética por los puristas.
0:08:43 Había un hombre llamado Abhusein Ibn Mansun, lo repito bien, Abhusein Ibn Mansun, apodado al alah,
0:08:53 que fue torturado hasta la muerte después de haber sometido a un proceso en el año 1922.
0:08:59 Era acusado de hacer milagros y lo condenaron por no mantener prudentemente en secreto los prodigios que alah le había facultado por ejecutar.
0:09:08 Al alah había conseguido alimentar a sus amigos en pleno desierto al proporcionarles de la nada el halagua un pastel de miel
0:09:18 que desempeñaba un papel importante en la mística de los sufiles.
0:09:23 Los protestantes, por su parte, no pretendían la necesidad de un milagro a priori.
0:09:28 La doctrina luterana solo admitía o solo admite el hecho milagroso en los relatos bíblicos.
0:09:34 Lutero alegaba que los prodigios consistían en convencer, también otra idea electoral,
0:09:40 pero que resultaban innecesarios una vez que la fe había quedado establecida.
0:09:45 Me mandé tres o cuatro multiplicaciones de Marrocos solamente para convencerte.
0:09:50 Ahora que ya crees no.
0:09:52 Nuestro amigo, el rey Enrique de Portugal, estaba casualmente frente a los musulmanes a punto de librarse la batalla
0:10:01 y vio aparecer ante sí al Cristo.
0:10:05 Enrique dijo, no, señor, no, no, aquí no.
0:10:10 No te aparezcas ante mí.
0:10:12 Yo creo, mejor presenta ante los infieles que no creen.
0:10:17 No se sabe lo que dijo el Cristo, ¿no?
0:10:20 Que tenía razón, habrá dicho.
0:10:25 Con respecto al fastidio que tienen los budistas por el milagro,
0:10:29 hay una historia muy graciosa.
0:10:31 Parece que un monje budista quería alcanzar un plato, un bóldis, la historia en realidad,
0:10:39 que estaba en la cúspide de un palo enjabonado.
0:10:45 Parece que un mercader rico había puesto el plato, no sé si de oro o de plata,
0:10:50 en la cúspide del palo, palo altísimo y difícil de jalar.
0:10:54 Yo le agregué un palo enjabonado.
0:10:57 No para hacerlo más comprensible, sino porque es algo que me gusta, el palo enjabonado.
0:11:02 Así que disculpen.
0:11:05 Yo veo un palo enjabonado.
0:11:09 Bueno, todos los chinos trataban de subir para alcanzar aquel plato.
0:11:14 Y lo hacían porque el mercader había dicho que quien fuese capaz de alcanzar el ápice del palo
0:11:19 y tomar el bol de oro, pues se quedaría con él y ahí estaban todos los chinitos.
0:11:24 Entonces un monje budista muy santo y que por su santidad era capaz de volar,
0:11:30 levantó el bol y tranquilamente cachó el bol y se lo llevó.
0:11:35 Y entonces el Buda lo echó de la congregación o alguien lo echó de la congregación
0:11:40 porque le dijo que había hecho un milagro de gusto por no decir otra cosa.
0:11:45 Había gastado pólvora en chimán.
0:11:49 Lo mismo pasó con un barquero que no había ido a su trabajo.
0:11:55 Entonces también otro monje llegó al borde del río, no había barquero y voló.
0:12:00 Así que esos milagros inútiles provocan la expulsión de las congregaciones budistas.
0:12:09 Es una enseñanza para todos aquellos que siendo budistas, santos,
0:12:13 y pudiendo volar, algún día por hacer una gracia, vuelan.
0:12:18 Te expulsan, loco.
0:12:24 Bien, algunos dicen que en otros tiempos había más milagros que ahora.
0:12:30 Ahora ya nadie resucita muertos, lo decía un santo, ni cura enfermos.
0:12:36 San Jerónimo, en la vida del ermitaño Pablo, dice que un cuervo le trajo todos los días
0:12:42 medio pan durante 30 años a San Jerónimo.
0:12:46 Incluso un pan entero justo al día en que lo visitó San Antonio.
0:12:51 Eso es lo que se llama escrupulo en el milagro.
0:12:54 Milagro preciso.
0:12:56 Un sabio jesuita que predicó mucho tiempo, se lamentaba de que él y sus compañeros
0:13:01 no pudieran hacer ningún milagro.
0:13:05 Javier se lamentaba en sus cartas, San Javier, uno que estuvo en Japón,
0:13:11 se lamentaba en sus cartas de no poseer el don de lengua.
0:13:14 Lo había mandado al Japón a San Javier.
0:13:17 En sus cartas decía que se encontraba en Japón como una estatua muda.
0:13:22 No casaba una al tipo.
0:13:25 Sin embargo, los jesuitas han escrito que San Javier llegó a resucitar hasta ocho muertos,
0:13:31 con lo cual uno puede conjeturar lo difícil que debe ser hablar en japonés.
0:13:36 Mucho más difícil que resucitar a los muertos.
0:13:45 Hay milagros hoy en día.
0:13:48 Y la recueta es no.
0:13:51 Hemos dicho muchas veces,
0:13:54 y esta es una idea que uno encuentra muy seguido,
0:13:57 buscando en esa reducida balija que es la mente.
0:14:01 La mente es una balija pequeña, que uno cree que es infinita, pero no.
0:14:06 Entonces empieza uno a buscar y encuentra 18 veces la misma idea.
0:14:11 El mismo cepillo de diente.
0:14:14 Y cree que esa es la infinitud de pensamientos.
0:14:18 No, ese es el mismo cepillo de dientes, decía.
0:14:22 Bueno, yo he encontrado muchas veces esta idea.
0:14:27 Si hay algo que perturba al legítimo buscador de milagros,
0:14:31 aquel que espera milagros,
0:14:33 es que le vengan a decir que han visto un milagro,
0:14:36 y uno sabe que ese no es un milagro.
0:14:39 El que espera un llamado telefónico siente como una ofensa
0:14:45 que el teléfono ya me sea otra persona.
0:14:48 Y cuando uno busca un milagro,
0:14:50 no hay cosas que más lo enoje, que la aparición de uno infeliz,
0:14:53 y que este infeliz venga y le diga que ha presenciado un milagro,
0:14:56 y que este milagro era, por ejemplo, que hubiese salido de 63 a la cabeza.
0:15:01 Y no es un milagro, es una casualidad, lo que sé.
0:15:04 Bueno, yo venía creyendo, ¿no?
0:15:10 Que se lo...
0:15:13 Hasta no hace tanto que...
0:15:19 que no había milagros casi nunca.
0:15:21 Yo creía, decía, qué riguroso que soy en mis creyas,
0:15:25 qué es éptico, qué incrédulo, qué duro, qué adamantino,
0:15:32 qué creo que casi nunca hay milagros.
0:15:39 Y ahora me di cuenta que era más creyente que el carbonero.
0:15:44 Creer que casi nunca hay milagros es lo contrario de creer que nunca hay milagros.
0:15:51 La diferencia entre casi nunca y el nunca es nada menos que un milagro.
0:15:56 ¡Que no!
0:15:58 Así que, claro, la gran diferencia es el tercero milagro y un milagro.
0:16:01 Si hay un milagro, no me importa que no haya habido 500.
0:16:05 Diría que hasta es posible aceptar medio milagro.
0:16:09 ¿Y cómo es medio milagro?
0:16:11 Me hace cuenta que el fraile, que era muy milagro, ¿no?
0:16:16 En la edad media.
0:16:17 Y el peor del convento le prohibió que siguiera siendo milagro,
0:16:21 porque ya se sabe un tipo milagro, porque es mucho...
0:16:24 Mucha laraca, en fin.
0:16:26 Y le dijo, no hagas más milagro, por favor.
0:16:29 Bueno, no es por tipo.
0:16:31 Y un tiempo más adelante venía este frailecito
0:16:36 y vio que un obrero se caía desde lo alto de una torre que estaba construyendo.
0:16:42 Y entonces no supo que hacer. Tenía prohibido hacer milagros.
0:16:47 Entonces detuvo al obrero en el aire
0:16:50 y salió corriendo para preguntarle al prior
0:16:54 si le era permitido hacer un milagro más.
0:16:58 Y el prior le dijo, se lo digo a usted porque el rolón...
0:17:02 Si tuviera rolón preguntaría qué pasó, no importa lo que pasó.
0:17:06 El prior le dijo, bueno, si este milagro con ningún otro más,
0:17:09 el tipo volvió y no sé si lo bajó o qué.
0:17:14 Pero ese es un ejemplo de medio milagro.
0:17:17 Es el working pro.
0:17:19 El frailecito que va a preguntar si puede completarlo en milagro.
0:17:23 En milagro se me he montado, como decía.
0:17:25 Eso es cercancero, diría yo.
0:17:28 Bueno, al final no hicimos un tatalo de milagro, tal como yo estaba pensando.
0:17:34 Pero yo le quiero decir a usted, Dario,
0:17:37 que cuando hablamos aquí de milagros, hablamos de milagros de verdad.
0:17:41 Nada de bueno, un milagro es que salga el sol todos los días.
0:17:45 Un milagro es la sonrisa de un niño.
0:17:49 Cuando digo milagro digo que el sol vuelva para atrás.
0:17:53 Que esta copa quede suspendida en el aire.
0:17:57 Ese es la idea de un milagro.
0:17:59 Bien, un milagro no levantaba nada de esa cosa metafórica.
0:18:06 La metáfora arruina todo.
0:18:08 Antes que nada la esperanza.
0:18:11 Porque uno espera cosas concretas.
0:18:14 Fulano regresará a través del tiempo.
0:18:18 Fulana regresará del desamor y aquel de la muerte y el olvido.
0:18:22 Y uno espera que se cumple eso.
0:18:26 Y viene un tiempo con una foto.
0:18:28 El otro con un libro.
0:18:30 En las trampas de la canción.
0:18:32 Diciendo que aquella canción no te parece que fulana cuando escuchas esta canción.
0:18:38 Cuando se digo vuelve fulana, vuelve fulana.
0:18:41 Vuelve, vuelve.
0:18:43 Vuelve en serio.
0:18:45 No, que vuelve bajo la forma de una canción,
0:18:47 de un pensamiento, de una sombra,
0:18:49 de un libro, de una poesía o de una evocación.
0:18:52 Basta de metáforas.
0:18:54 Basta de darme esperanzas concretas y con suelos metafóricos.
0:18:58 El mejor regalo que está con el micoplaño.
0:19:00 ¡Niña! El mejor regalo es un regalo fabuloso.
0:19:02 Claro, ese es el mejor regalo.
0:19:05 ¿Qué tal en contra de eso?
0:19:07 Bueno, disculpeme, pero me puse mal.
0:19:09 Ya no pasó.
0:19:10 Bueno, sin embargo, yo le dejo a usted Dorio.
0:19:15 Esto, y también antes decía más, y ahora digo menos,
0:19:18 porque me parece que no.
0:19:20 Yo antes creía que lo más parecido un milagro
0:19:23 que yo había visto, era el fenómeno amoroso.
0:19:29 Y ahora creo que es lo más parecido
0:19:32 a la esperanza engañosa de un milagre.
0:19:36 ¿Sanjén qué eres de Dicares?
0:19:38 Bueno, en principio se lo dedicaría a usted
0:19:41 seguir pidiendo esperanza en que en algún momento
0:19:43 podés desmentirlo, porque eso también es la forma del milagro.
0:19:46 La desmentida de aquellas cosas
0:19:48 que niegan la posibilidad del milagro.
0:19:50 Me acordaba, Alejandro, de una historia
0:19:52 que hemos cortado aquí más de una vez,
0:19:54 la historia del Sénin, un tipo,
0:19:56 un hombre, un campesino, un ignaro,
0:19:58 que llega a un lugar para aprender a hacer un Sénin
0:20:00 que es alguien que hace milagros palpables.
0:20:02 Un Sénin en el Oriente es un tipo que vuela,
0:20:04 es un tipo que atraviesa los ríos,
0:20:06 que atraviesa el tiempo, que materializa cosas.
0:20:08 Y que hay en manos de un padre de una pareja de miserables,
0:20:11 de atorrantes, de explotadores,
0:20:13 que lo tienen 10 años trabajando,
0:20:15 diciendo que después de eso lo van a convertir en Sénin.
0:20:17 Pasan los 10 años, el campesino de preguntas lo tienen
0:20:20 así 40, 50 años.
0:20:22 Y finalmente, si al tipo se está dando cuenta
0:20:24 que hay un estafa ahí.
0:20:26 Entonces llega un día en que el marido de la señora,
0:20:29 que es mucho más mala que él, porque en estas historias
0:20:31 de milagros las mujeres también tienen su cupo femenino,
0:20:34 dice, si queremos hacer porque este tipo se va a poner como loco
0:20:37 cuando vea que lo estafamos.
0:20:39 Se te cambia mi querido, dice la señora.
0:20:41 Entonces le señala un árbol al campesino y un ral.
0:20:43 Y dice, bueno, tenés que subir hasta la cima de este árbol 20 metros.
0:20:47 Y así te vamos a dar instrucciones.
0:20:49 Sigue el tipo a la cima, dice, bueno, ahora tenés que soltar
0:20:52 una pierna y un brazo.
0:20:54 Tipo suelto, una pierna y un brazo,
0:20:56 queda conflotando como una bandera.
0:20:58 Y la señora le dice, bueno, mirándolo al marido,
0:21:02 ahora tenés que soltar la otra pierna.
0:21:05 El campesino suelta la otra pierna y queda agarrando
0:21:08 a ese árbol tremendo solamente con una mano,
0:21:11 sabiendo que está a punto de considerarse
0:21:13 la posibilidad de ser un senin.
0:21:15 La mujer mira a su marido y le dice,
0:21:17 ahora nos vamos a sacar de encima el problema,
0:21:19 porque este pobre infeliz, ahora cuando le diga que se suelte,
0:21:22 se va a estrellar contra el piso.
0:21:24 Y le dice, bueno, ahora tienes que soltar la otra mano.
0:21:27 El campesino ignorante suelta la otra mano
0:21:30 y descubre que había aprendido a volar
0:21:32 mientras se aleja, le dice a los dos miserables,
0:21:34 adiós, muchas gracias.
0:21:36 Yo sabía que era posible el milagro,
0:21:38 porque eso consiste también en una forma del milagro.
0:21:41 Y otra cosa es un milagro, digo,
0:21:43 sino aquel que cuando aquello se intervieron
0:21:45 de contarnos la realidad, digo,
0:21:47 los medios nos dicen otra cosa,
0:21:49 y sin embargo el pueblo va y descubre que la realidad es otra,
0:21:51 y creen esa realidad no es la que le cuentan.
0:21:53 Digo, ¿qué otra cosa es el amor?
0:21:55 Alejandro, como usted decía,
0:21:57 que no queda con presión,
0:22:00 pero es que en realidad el verdadero gozo
0:22:03 es el del hombre enamorado que se pregunta,
0:22:06 ¿vendrás alguna vez?
0:22:08 Vendrás alguna vez que anta Hugo Del Carre.
0:22:42 Venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga
0:23:12 venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga
0:23:42 venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga
0:24:12 Venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga, venga
0:24:42 ¡ Peruí приз!
No hay comentarios. ¡Podés ser el primero en comentar!