Transcripción automática
0:00:00 Continuamos la venganza, ¿Será terrible?
0:00:06 Buenas tardes, estaba hablando con una persona.
0:00:09 Estamos debatiendo.
0:00:10 Pues está ligado esto.
0:00:11 Ya ligado con el cuartel de bomberos.
0:00:16 Hablaremos hoy de Mirabó.
0:00:21 Hace unos años hicimos una charla sobre Gabriel Ricchetti, el con de Mirabó.
0:00:30 Se llamaba Honore también.
0:00:32 Honore Gabriel Ricchetti, con de Mirabó.
0:00:37 Y contábamos algunas peripexias amorosas, la relación con una señora holandesa que
0:00:44 lo llevó a consagrarse diputado del tercer estado en tiempo de la revolución francesa.
0:00:50 Y uno de los detalles centrales de aquella charla fue que Mirabó sufría de priapismo,
0:00:58 una patología que lo sostenía en perpetua disposición galante y que el tribuno nunca
0:01:05 dejó de aprovechar.
0:01:06 Digamos, solamente para saber de quién hablamos, que este hombre nació en 1749, fue hijo
0:01:19 del economista Víctor Ricchetti, Marqués de Mirabó.
0:01:24 Estudió por voluntad del padre, también después fue militar, pero era poco dado a la disciplina
0:01:34 militar, fue detenido por conducta impropia, encarcelado.
0:01:41 Fue un hombre que primero perteneció a la Asamblea representando el tercer estado, pero
0:01:49 después fue partidario de una monarquía constitucional e intentó reconciliar esa corte reaccionaria
0:01:58 de Luis XVI con la fuerza de la revolución.
0:02:02 Al principio algo logró, por ejemplo, garantizar a la corona el derecho de declarar la guerra,
0:02:10 la paz o mantener el derecho real del veto, pero después eso no resultó.
0:02:19 Algún día deberíamos hablar de la siguiente discusión, que parecía esta.
0:02:29 Mirabó pertenecía al tercer estado, no por nacimiento, ni cuna, sino por convicción,
0:02:36 pero yo pretendía establecer una conciliación entre el viejo régimen monárquico y la revolución
0:02:48 que nacía.
0:02:52 Una discusión es esta.
0:02:54 Discuten partidarios del capitalismo y socialistas o comunistas.
0:03:03 Entonces el partidario del capitalismo dice lo siguiente, bueno, no es que el capitalismo
0:03:10 sea malo, habría que limar sus costados desagradables y lo perfecto sería un desagradable.
0:03:18 Leyes que aseguraran que la gente pudiera tratar, aseguraran la atención médica de
0:03:25 las personas, seguros de desempleo, estados de bienestar, eche.
0:03:34 Y lo que se ha hecho es que el capitalismo, el capitalismo, se ha hecho un desagradable.
0:03:42 Seguro de desempleo, estados de bienestar, eche.
0:03:49 Sin abusos.
0:03:53 Bueno, eso sería muy bueno.
0:03:56 Pero entonces, del otro lado, socialista o el tipo que está por alguna otra clase de
0:04:02 sistema, le dice que eso no es posible.
0:04:07 Porque los que se llaman males del capitalismo son fatales, son inerentes a su propia naturaleza.
0:04:19 Son el capitalismo.
0:04:21 Y los que se llaman males del capitalismo son el capitalismo.
0:04:25 Y no lo podés atacar si no fuera, decirlo.
0:04:31 Estoy planteando esto como una cuestión ante la cual no tomo partido.
0:04:38 También podría decirse lo mismo, aunque no se ha hecho, pero lo mismo de los otros sistemas.
0:04:47 Y si es bueno, el sistema comunista tiene algunos efectos desagradables.
0:04:56 Bueno, por ahí conlleve una cierta restricción de la libertad de los ciudadanos, etcétera.
0:05:03 Y si sería lindo entonces un comunismo donde se garantizará la posibilidad de los habitantes,
0:05:13 de prosperar, de cambiar de trabajo, de decidir un montón de cosas, de decidirlo todo.
0:05:21 Y por ahí fortalecería un cachomás el individualismo.
0:05:24 Entonces alguien podría también decir...
0:05:26 Objeta lo mismo.
0:05:28 Es decir que eso no es posible.
0:05:31 Y aquí se da esta discusión que yo veo poco en realidad.
0:05:37 ¿Será saber dónde en Ecuador con el socialismo ciudadano que sería esta segunda cosa que plantea?
0:05:44 Bueno, acá también Mirabó intenta preservar lo mejor de la monarquía con lo mejor de la revolución.
0:05:51 Y a lo mejor eso no es posible.
0:05:53 Eso no es posible.
0:05:54 Pero bueno, disculpe.
0:05:55 Estamos hablando de Mirabó.
0:05:57 Hoy contaremos apenas un suceso amoroso, o unos asuntos amorosos, que sucedieron antes de la revolución francesa.
0:06:06 En tiempos en los que Mirabó escribía, amaba, viajaba,
0:06:13 incluso a veces caía preso por deudas, porque su padre, el economista Víctor Riquetti,
0:06:21 le había negado el dinero, no le daba plata, estaba muy peleado con el viejo.
0:06:26 Y entonces para sostener su tren de vida, Mirabó gastaba, pedía guita y después no garpaba.
0:06:33 Los acreedores lo apretaban y lo iban a buscar al hotel donde vivía y un día lo amenazaron con un juicio.
0:06:39 Para evitar el escándalo, Mirabó solicitó contra él mismo una orden de prisión.
0:06:45 Y esa medida extrema que lo colocaba bajo el Poder Real, suspendía la persecución de los acreedores.
0:06:51 Bueno, lo mandaron ahí a una fortaleza de Fuc, creo que se llama, cerca de la localidad de Pont-Tarlier.
0:06:59 El gobernador de la ciudadela, el señor San Morrí, autorizó a Mirabó a dar unos paseos por los alrededores.
0:07:11 Y, bueno, Mirabó, como se ha dicho, pertenecía a una familia muy pudiente,
0:07:19 entonces lo tenían en consideración, lo dejaban salir por ahí.
0:07:23 Y aprovechó aquellos paseos para ver si se conseguía alguna mina.
0:07:29 Y, bueno, unos días más tarde, el amante de una tal, Juan Amilló,
0:07:35 y eso molestó al director de la cárcel, el señor de San Morrí,
0:07:40 que le pidió a su detenido que no tuviera más distracciones venéreas.
0:07:45 La noche del 25 de junio de 1775, el señor de San Morrí organizó una cena,
0:07:53 el mismo dueño del director de la cárcel, en honor de la consagración de Luis XVI, que recién empezaba a su reinar.
0:08:01 A la derecha de Mirabó, que fue invitado a la reunión, se sentó la señora Sofía de Monie.
0:08:11 En realidad no se llamaba Sofía de Monie, les digo que usted se llamaba María Teresa Rillard.
0:08:19 Después, Mirabó la llamó Sofía en unas cartas que le escribió,
0:08:26 y que incluso se publicaron bajo el nombre de cartas a Sofía, por eso ahora todo el mundo le dice en Sofía.
0:08:33 El caso que se sentó ahí al lado de la mina.
0:08:37 Bueno, dice el cronista. A partir del primer plato,
0:08:42 Mirabó empezó a desear fervientemente a su vecina.
0:08:46 A los entremenes ya estaba enamorado de ella.
0:08:49 Con el pescado, la joven se mostró turbada.
0:08:53 A los postres se adoraban.
0:08:55 Ya con el champagne y sin haber hablado una sola palabra de amor, eran amantes de intención.
0:09:01 Y entonces esta señora María Teresa de Monie, llamé morea Sofía también,
0:09:07 empezó a esperar el momento en que Mirabó la amara y el momento no se demoró.
0:09:12 Una tarde, una amiga de la chica, la señorita Margarita Barbó, que vivía sola con su criada,
0:09:20 le prestó el dormitorio para que los dos enamorados pudiesen encontrarse.
0:09:25 Entonces, Mirabó volvió a pedir permiso para dar un paseito y se encontraron los dos.
0:09:33 La mina dijo que estaba el dormitorio, que se daba...
0:09:37 Ah, ni bien cerraron la puerta. Mirabó y Sofía empezaron a amarse.
0:09:45 Y justo en ese momento golpean la puerta de la calle.
0:09:52 Bueno, la criada salió, eran unos parientes de la señorita Barbó,
0:09:57 unos tipos a quienes ya estaba obligada a poner buena cara, los hizo pasar.
0:10:02 Y los atendió ahí en un comedorcito que había justamente contiguo a la habitación.
0:10:08 Empezaron a charlar que tal como les va, yo qué sé.
0:10:12 De repente, la incipia de charla se vio interrumpida por rumores que resonaban desde la otra pieza.
0:10:21 Los sonidos más leves eran los de crujidos y una cama.
0:10:25 Señor, bueno.
0:10:27 Muy avergonzada la señorita Barbó, finció que no escuchaba nada de contigo.
0:10:32 La empezó a toser, a hablar como,
0:10:34 ¡Ay, parece mentira que se lo que barbaridad!
0:10:37 Bueno, igual, los dos amantes no tardaron en gritar frases tiernas
0:10:44 en las que a veces se mezclaba alguna obscenidad.
0:10:48 Esa es la cosa que se dice, ¿no? Cuando uno está en esa circunstancia,
0:10:52 me caigo y me levanto.
0:10:54 ¡Pero, por favor!
0:10:59 ¿Qué te parece, Jalchán? Son todas esas cosas.
0:11:02 Pero eso no fue todo.
0:11:05 La lucha amorosa fue tal que en un embate contra la pared divisoria,
0:11:10 parece que se cayó un pedazo de revoque del techo de dedo.
0:11:16 Y la señorita Barbó daba explicaciones acerca de la mala construcción.
0:11:22 ¿Qué pasa al subte por ahí?
0:11:24 Aportaba sillas, dejaba caer objetos,
0:11:27 sacudía cajas de bombones, pero igual.
0:11:30 Y lo peor llegó cuando Mirabot, que no sabía de la visita.
0:11:34 Los amantes tan anón, no sabía que había gente.
0:11:37 Y en eso Mirabot salió del aposento desnudo y suspirante.
0:11:42 Y los familiares de Margarita Barbó salieron corriendo.
0:11:46 Es extraordinaria esto.
0:11:48 El señor de Samorrí, el director de la cárcel,
0:11:52 vino a enterarse de estos amoríos
0:11:54 y prohibió a Mirabot que saliera de la fortaleza.
0:11:58 Entonces, Mirabot desesperado pidió permiso para salir por última vez.
0:12:06 Casualmente, el señor demonía, que era el esposo de Sofía,
0:12:10 había organizado un baile.
0:12:12 Y el pretexto fue ese, porque no me deje ir al baile.
0:12:15 Le dijo al Samorrí y Samorrí aceptó.
0:12:18 Mirabot fue esa fiesta, tuvo un ratito,
0:12:21 pero en realidad nunca volvió a la cárcel.
0:12:23 Se escapó y viajó a Dijón en donde Sofía se encontró con él.
0:12:28 La dicha duró poco, fue reconocido en otro baile hongo.
0:12:32 Y fue arrestado como fugitivo,
0:12:34 como rebelde a las órdenes del rey.
0:12:38 Y bueno, y también como raptor.
0:12:41 Volvió a escapar y por carta consiguió convencer a Sofía
0:12:45 de que lo acompañara a Holanda.
0:12:48 Sofía robó a su esposo para conseguir el dinero suficiente.
0:12:54 Dice el cronista que sustituyó los bajos de Luíses por otros de cartones,
0:12:59 resenó con piedra la bolsa de monedas.
0:13:01 Bueno, en aquel instante de la historia no había tarjetas de crédito,
0:13:05 ni cosas así.
0:13:07 Bueno, el dinero robado se lo dieron a Margarita Barbó
0:13:11 y Margarita Barbó se lo pasó a Mirabot.
0:13:14 Sofía también por el mismo modo mandó sus telas, sus hojas, sus pieles.
0:13:20 Y se encontraron con Mirabot, cruzaron a Holanda,
0:13:24 pero al cabo de unos meses la pareja pasaba por tantas dificultades monetarias
0:13:29 que Mirabot tuvo que escribir libros.
0:13:36 empezó a escribir libros para ganarse la vida.
0:13:41 Y escribió un ensayo sobre el despotismo,
0:13:45 escribió incluso un tratado de música en aquel momento.
0:13:52 Y no pudo hacer relaciones, sin embargo, más que con editores sospechosos
0:14:01 y que trabajaban para grupos que conjuraban contra el régimen francés.
0:14:07 Y entonces escribió para agitadores pre-revolutionarios,
0:14:11 no solo porque él pensaba así, sino porque los editores eran un poco desagotados.
0:14:17 Pero los escritos hicieron tanto ruido que los amantes fueron descubiertos y deportados.
0:14:23 A Mirabot lo encerraron en Vincent y a ella en el asilo de Besson.
0:14:29 En 1781 Mirabot quedó libre, había pasado tres años de ensayarlo.
0:14:35 Durante esos tres años también escribió las cartas a Sofía.
0:14:41 Se admiran y los apologistas de Mirabot dicen que esas cartas lo pintan de cuerpo entero.
0:14:47 Vaya sabracha.
0:14:49 El caso es que cuando quedó libre, tres años después de haber sido encanado,
0:14:56 corrió a ver a Sofía que estaba en Besson-Zón, pero había sido trasladada allá, en otro lado.
0:15:02 Y sucedió algo espantoso.
0:15:04 La vio gracias a la complicidad de una religiosa, pero se decepcionó.
0:15:10 La encontró fea y descuidada.
0:15:15 Y después de haberla contemplado un instante, hizo una mueca
0:15:21 y declaró que tenía intención de viajar a Provenza.
0:15:25 Saludo y se fue.
0:15:29 Y unas semanas más tardes la desdichada Sofía recibió una carta de ruptura que la desesperó.
0:15:37 Fue entonces cuando Mirabot, una vez abandonada Sofía, se enamoró de una ablandecita
0:15:44 que era rica y que lo ayudó a encumbrarse.
0:15:47 Eso ya lo hemos contado muchas veces.
0:15:50 Sofía volvió a enamorarse mucho después.
0:15:53 En 1789 estaba a punto de casarse con un capitán de caballería.
0:15:59 Pero el muchacho murió poco antes de la boda.
0:16:03 La brumada Sofía se suicidó. Tenía 27 años.
0:16:09 Mirabot se enteró de la tragedia cuando subía a la tribuna
0:16:15 y no dio muestras de la menor emoción.
0:16:23 Las biografías, más bien oficiales de Mirabot, no registran este episodio
0:16:28 y lo presentan como un hombre muy noble.
0:16:35 Igual se podría haber ahorrado la carta de ruptura.
0:16:41 Eso que dice usted está muy bien. Siempre hay que ahorrarse las cartas de ruptura.
0:16:46 Esto, si ya no la veía.
0:16:48 Claro, hay que hacerse finado.
0:16:51 Hay que rajarse y no volver más.
0:16:54 Es una carta de ruptura siempre ofensiva.
0:16:57 Me fui porque te encontré fea, descuidada.
0:17:02 Y entonces usted no vuelve por un año
0:17:05 y cuando ella se da cuenta de que usted no va a volver...
0:17:09 Ya no le importa.
0:17:11 Usted es persona, le prego.
0:17:14 Hemos sido...
0:17:16 Hemos sido al discotecario y le pedimos que
0:17:20 nos resetara una canción cuyo título sintetizará toda esta historia
0:17:26 y la canción es No La Quiero Más.
0:17:31 No La Quiero Más es una canción bellísima de Alberto Mastra
0:17:35 que cantamos muchas veces aquí en el programa
0:17:38 que escucharemos ahora en la versión de Edmundo Rivera.
0:17:50 La canción es No La Quiero Más.
0:17:53 La canción es No La Quiero Más.
0:17:56 La canción es No La Quiero Más.
0:18:05 Si la vida...
0:18:08 Me dirá de nuevo...
0:18:11 La oportunidad...
0:18:14 La oportunidad...
0:18:17 De volver a vivirla otra vez...
0:18:22 No la quiero más...
0:18:26 Son tan malos...
0:18:28 Todos los recuerdos que ella me dejó...
0:18:33 Que si debo volver a vivirla...
0:18:37 Le digo que no...
0:18:43 Cada vez que le supe pedir...
0:18:48 Algo me negó...
0:18:54 Siendo que para serme feliz...
0:18:58 Poco ansia bajó...
0:19:04 Si hoy la vida...
0:19:06 Me dirá de nuevo...
0:19:09 La oportunidad...
0:19:12 De volver a vivirla otra vez...
0:19:17 No la quiero más...
0:19:35 Son tan malos...
0:19:38 Todos los recuerdos que ella me dejó...
0:19:43 Que si debo volver a vivirla...
0:19:47 Le digo que no...
0:19:52 Cada vez que le supe pedir...
0:19:57 Algo me negó...
0:20:03 Siendo que para serme feliz...
0:20:07 Poco ansia bajó...
0:20:12 Si hoy la vida...
0:20:15 Me dirá de nuevo...
0:20:18 Otra vida...
0:20:20 De la oportunidad...
0:20:25 De volver a vivirla otra vez...
0:20:37 No la quiero más...
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