Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos hoy de Napoleón III. Vamos a ubicarnos en Francia en 1863.
0:00:08 Vamos a contar un episodio del patinaje de Napoleón III.
0:00:12 Patinaje?
0:00:14 Luis Napoleón había restaurado el imperio, su esposa era la hermosa Eugenia de Montijo,
0:00:20 que lo selaba constantemente, ya que Napoleón vivía rodeado de amantes.
0:00:27 En verdad parece que Napoleón seguía los consejos de un tratado que había leído destinado a los hombres poderosos.
0:00:38 Era un tratado viejo escrito en el siglo XVI que decía lo siguiente.
0:00:43 Los soberanos y los hombres públicos que se calientan la sangre y empachan el cerebro con la preocupación de los asuntos de Estado
0:00:53 deben recurrir a menudo al amor físico para clarificar el espíritu y hacerlo más limpio ante las intrigas de la corte.
0:01:03 En acto amoroso, si se realiza sin exceso con una mujer ardiente y graciosa, permite expulsar los humores que oscurecen el entendimiento.
0:01:15 Napoleón III leía todo el tiempo esto.
0:01:19 Eso decía el tratado del siglo XVI.
0:01:22 Y Napoleón justificaba sus conductas en su apuro por sacar estos humores malignos.
0:01:30 Luis Napoleón no siempre tomaba las precauciones adecuadas.
0:01:34 Una noche, la emperatriz Eugenia entró sin avisar a una sala de artillería y encontró a Napoleón III,
0:01:43 acompañado de una muchacha dedicada a una ocupación que no tenía nada de militar.
0:01:48 A partir de entonces, después de una breve separación, Eugenia permaneció junto a Luis Napoleón, pero malhumorada y vigilante.
0:01:59 Napoleón por otra parte soñaba con una guerra que lo alejara por un rato de aquella mujer.
0:02:05 Un amigo de la corte escribió,
0:02:07 El emperador era capaz de prender fuego a las cuatro esquinas de Europa para escapar de las escenas con llogales.
0:02:14 Durante el invierno, Luis Napoleón iba siempre a patinar a los lagos helados del bosque de Boulogne.
0:02:22 Patín sobre hielo, cuando se mosó y con cuchillas, digamos.
0:02:27 Y en el hielo parece que Luis Napoleón era muy bueno, ejecutaba unas bonitas figuras entre los ciudadanos,
0:02:35 se divertía haciendo toda clase de piruetas y a veces daba citas galantes en el hielo, así que te encontraba con alguna de sus amantes.
0:02:47 Las citas eran Miss Snare, una preciosa dama inglesa que no patinaba muy bien, pero sabía caer dando al público el más encantador y el más impúdico de los espectáculos.
0:03:03 Un día de enero de 1863, Luis Napoleón estaba dando vuelta sobre el hielo cuando apareció una muchacha hermosa con un tapado de arminio.
0:03:15 La chica se lanzó sobre el hielo y comenzó a ejecutar una serie de extraordinarias pruebas.
0:03:21 El emperador se detuvo intrigado, le preguntó a uno del séquito quién era la dama, le respondieron que era una americana llamada Lily Moulton.
0:03:33 Luis Napoleón empezó a prosseguirla, dice la crónica que la alcanzó sin aliento, pues la mina era un rayo.
0:03:39 Y resoplando como una locomotora, le dijo, me atrevería a pedir a tan brillante patinadora que quiera que haga este que se desplaza tan humildemente.
0:03:49 Lily, encantada, tomó al emperador de la mano y lo arrastró a una carrera frenética.
0:03:56 Poco después, ambos, aún tomados de la mano, ganaron la orilla, se separaron, pero quedaron envolvedades.
0:04:03 Algunos ya empezaron a murmurar, algunos de los que lo vieron sobre este encuentro.
0:04:09 Lily tenía 20 años, era la esposa de un banquero riquísimo que vivía en París, ella cantaba muy bien, era alumna de Manuel García, hermano de la famosa María Malibran,
0:04:20 la cantante más célebre del siglo XIX.
0:04:24 La emperatriz Eugenia se enteró de este encuentro y adivinó las intenciones de su esposo.
0:04:33 Entonces planeó algo, era un plan débil, pero quizá el único posible. Trató de hacer que Lily Molton se enamorara de otro niato.
0:04:44 Unos días más tarde Lily fue invitada a las tuyerías al palacio donde vivía la pareja real, había una pequeña fiesta, un bailón, no sé qué.
0:04:53 Eugenia no dijo nada cuando la vio. Y el emperador creyó que su esposa se había vuelto más comprensiva.
0:05:01 Poco después el emperador y Lily entraron en conversación y en el momento en que la vista del emperador parecía prensa por el vértigo en el escote impresionante de Miss Molton.
0:05:12 Así dice el cronista.
0:05:14 Sí señor, hay que creerle.
0:05:16 Apareció Eugenia y le pidió a Lily que la acompañara.
0:05:19 Lily se despidió del emperador y acompañó a la emperatriz hasta otro salón.
0:05:23 Y allí brillante y espiritual estaba el duque de Mogni, que era el hermanazzo de Luis Napoleón, que era mucho más lindo.
0:05:32 Luis Napoleón tenía mucha suerte con las minas, pero era feo.
0:05:36 En cambio de Mogni estaba de moda y todas las minas lo deseaban y además lo decían.
0:05:42 De pronto Lily comenzó a escuchar a su lado comentarios estaciados de las ramas que habían sido rechazadas por el duque.
0:05:50 Y otras también que había sido amadas y relataban maravillas del duque.
0:05:54 Ay no sabes el duque, lo que me hizo y que se lo...
0:05:59 Muchas de estas minas exageraban accediendo a gentiles pedidos de Eugenia.
0:06:04 Que le había escrito a Lily que ay no sabes el duque, el duque, el duque.
0:06:08 Me ese Molten se vio seducida inmediatamente.
0:06:12 El duque se le acercó, dejó caer su mirada de seductor sobre Lily, luego le dijo que le gustaría mucho escucharla cantar.
0:06:20 Parece que le decía eso a todas las minas.
0:06:24 Me gustaría mucho hacerla cantar.
0:06:27 Hacerla chimbrar.
0:06:34 Ella cantó y después de la segunda pieza se fueron y se llamaron.
0:06:40 Entonces Eugenia tranquila fue en busca de su marido, el emperador, que estaba desesperado buscando la mena.
0:06:47 Pero Lily ya se había ido.
0:06:49 De Morni y Lily fueron amantes por un buen tiempo.
0:06:52 Luis Napoliado nunca pudo amarla.
0:06:55 Y se enojo tanto, pero tanto, le dio tanta bronca.
0:06:58 Que fue al lugar donde la había conocido, aquel lago helado del ba de bulón.
0:07:03 Y lo hizo a Eugenia para que en aquella temporada nadie pudiera patinar.
0:07:08 ¿Qué le haido?
0:07:11 Sí, se había tenido los sus.
0:07:14 No, no había tenido los sus.
0:07:16 No con esa.
0:07:18 Luis Napoliado era...
0:07:19 ¿Cómo resentido a mi gusto?
0:07:21 Qué raro, porque él no era un hombre resentido.
0:07:23 Como era un tipo acostumbrado a los trámites amorosos, se había perdido.
0:07:31 En este caso no.
0:07:33 En este caso no.
0:07:37 Fuimos a la discoteca y le contamos todo esto.
0:07:41 ¿A la discoteca?
0:07:43 Y qué dijo a Lily?
0:07:45 Y si usted ha que le dedico esto, es que luego a Lily, a Lily y a los buenos perdedores,
0:07:51 aquellos que cuando pierden no van a dar a eugerear un lago helado.
0:07:58 Hay gente que no patina y no deja patinar.
0:08:05 Bueno, finalmente tuvimos que leerlo cinco veces.
0:08:09 El libro, los que le sueltó.
0:08:11 ¿Vocos un poco leen de la discoteca?
0:08:13 Sí, sí, en si la mina, que si yo.
0:08:15 Se hacía leer la parte del escote.
0:08:19 Finalmente resolvimos pasar el tema que se llama Aquel Tapado de Armeño.
0:08:25 Que era la vestimenta que tenía Lily Molton cuando apareció en el lago helado del Guadébulo.
0:08:32 Usted no tendría que patinar sobre las aguas de un lado helado.
0:08:36 ¿De un lado o no? De un lago.
0:08:38 Porque de qué espesor es el lago?
0:08:40 No, bueno, pero escúcheme.
0:08:41 Tiene que haber...
0:08:42 En Rusia hay lago que pasa en camiones cuando al invierno.
0:08:47 Pero Rusia es un frío.
0:08:49 En cambio, por ahí usted va a un lugar, ponéle...
0:08:52 A las cataratas del Iguazú.
0:08:56 Y yo no le patino ahí en un lago helado.
0:08:58 No, no porque es una capa de hielo mínimo.
0:09:01 Ahí es difícil.
0:09:03 Hay que ver si se hiela también.
0:09:05 No, para mí no se hiela.
0:09:07 Para mí tampoco.
0:09:08 Es un lago más sutropical todo el tiempo.
0:09:09 Pero así, temperatura mínima, 28 grados.
0:09:13 Bien, escucharemos entonces que el tapado de Armeño buscamos muchas versiones.
0:09:17 Teníamos nada más que uno que hicimos nosotros con Federico Mirra.
0:09:21 Así que lo escucharemos y se lo dedicaremos
0:09:24 hasta hermosísima patinadora.
0:09:28 Adelante yo mismo.
0:09:51 No me acuerdas.
0:09:53 No me acuerdas.
0:09:55 No me acuerdas.
0:10:56 No me acuerdas.абатla塔
0:11:12 Vi, vi, ví.
0:11:14 jan ain ste.
0:11:15 V loving my Sí por ti.
0:11:16 Jesús volviñe al cabrón, más grave que tu amor.
0:11:26 Del tapájulo estoy pagando y tu amor se hacía capó.
0:11:46 Alejandro Dolina y Federico Mirraje en la venganza será terrible aquel tapado de arminio.
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