Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos tal como habíamos prometido de Ota Venga.
0:00:05 En 1888, el rey belga Leopoldo II, el dueño del Congo, organizó en la colonia,
0:00:16 se llamaba el Congo Belgan, a qué le entonces, un ejército de mercenarios llamado Forge Public.
0:00:23 Constituían un cuerpo de policía, una fuerza antiguerrilla,
0:00:29 y ejército de ocupación que ya en el año 1900 alcanzaba los 19.000 hombres.
0:00:36 Estaban encargados de aplastar las numerosas sublevaciones étnicas
0:00:41 y de garantizar el trabajo esclavo de los recolectores de caucho.
0:00:47 Ahorcamientos, torturas, mutilaciones, eran los métodos de disuasión
0:00:54 que utilizaban en sus expediciones de castigo.
0:00:58 En una incursión, arrasaron un poblado, asesinando y desmembrando a los nativos,
0:01:06 entre los muertos estaban la mujer y los hijos de Ota Venga,
0:01:12 un pigmento que había salido de caza y regresaba al poblado
0:01:17 para comunicar que había abatido un elefante.
0:01:21 Bueno, cuando estaba en eso, fue capturado por los asesinos de su familia.
0:01:25 Ota Venga fue llevado a un mercado de esclavos.
0:01:30 Allí, lo vio un famoso explorador llamado Samuel Bernet,
0:01:37 quien se hallaba buscando pigmeos para exhibirlos en la exposición universal de San Luis,
0:01:47 donde el estado norteamericano de Missouri, la ciudad atravesada por el Mississippi,
0:01:55 esa fue la exposición universal de 1904.
0:02:00 Entonces, Bernet inspeccionó a este pigmeo, a Ota,
0:02:05 y luego, como quedó contento con él, lo compró,
0:02:09 lo compró por unos sacos de sal y algunos metros de tela.
0:02:15 Ota ayudó a su comprador, a Bernet, a convencer a otros pigmeos
0:02:22 para que lo acompañaran a San Luis.
0:02:26 La consigna del explorador era llevar varios individuos a los Estados Unidos
0:02:31 y mostrarlos en la exposición en una muestra viviente sobre las etapas de la evolución
0:02:38 y luego devolverlos a África.
0:02:41 Eran tiempos en que todavía la teoría de la evolución
0:02:47 se enfrentaba con los últimos embates de las corrientes religiosas.
0:02:53 Y que tenían en aquel último momento la siguiente estrategia,
0:03:03 no ofrecían pruebas acerca de la veracidad del génesis,
0:03:06 sino que mostraban fallas y fraudes científicos
0:03:10 protagonizados por algunos evolucionistas para desprestigiarlo.
0:03:15 No faltaban fraudes, había muchísimo, el hombre de Nebraska, el hombre de Pail Down.
0:03:24 En ese momento le pareció al tipo de este perner
0:03:28 muy oportuno hacer una muestra viviente allí en la exposición mundial de San Luis.
0:03:38 Bueno, para los miles de asistentes a esta exposición,
0:03:43 las exhibiciones de pigmeos, de indios estadounidenses o filipinos y asiáticos,
0:03:52 viviendo enchosas o villas convenientemente ambientadas por el departamento de antropología,
0:03:59 parecían probar que el hombre en realidad había evolucionado
0:04:04 desde un ser salvaje a este peche de amo de la civilización.
0:04:10 Pero seguramente los huéspedes, como eran llamados esos hombres, mujeres y niños
0:04:18 que se venían en exhibición, no estaban tan impresionados.
0:04:23 Los norteamericanos tenían la costumbre de robarse piezas de la exhibición,
0:04:29 sino arrojaban puchos encendidos y otros objetos no deseados en el hábitat de estos muchachos.
0:04:40 Cuando llegó el invierno, no se le permitió a los pigmeos abrigarse con ropa gruesa,
0:04:46 no se verían auténticos.
0:04:49 Acabada la exposición, Werner cumplió su palabra y se llevó a Ota y a sus compañeros de regreso al África.
0:04:58 Allí Ota Venga volvió a casarse casi de inmediato,
0:05:04 pero su segunda mujer murió por la mordedura de una serpiente.
0:05:11 Solo sin familia ni clan que le protegiese,
0:05:15 con el resto de los pigmeos repudiándolo por aquellas malas experiencias pasadas en la tierra del hombre blanco,
0:05:24 Ota Venga la pasaba mal, no tenía novia, no conseguía novia.
0:05:30 Entonces volvió a juntarse con Samuel Werner y lo acompañó en su retorno a América.
0:05:35 Me voy con voz América de Chicago.
0:05:38 Werner estaba en bancarrota y le pidió al Museo de Historia Natural de Nueva York
0:05:45 que albergara los objetos de su colección que todavía le quedaban hasta conseguir un comprador.
0:05:52 También pidió que refugiaran a Ota Venga, ya que el pigmeo no estaba preparado para defenderse solo en el país.
0:06:02 Y Venga vivió en el museo algunas semanas, pero pronto se volvió inquieto y quiso irse.
0:06:09 Ya las autoridades del museo, que muchas ganas de cuidarlo no tenían,
0:06:14 lo ofrecieron al zoológico del Bronx, cuyo director, un evolucionista,
0:06:23 vio en ello una gran oportunidad de negocios.
0:06:28 Al principio Ota Venga podía caminar libremente por los campos del zoológico,
0:06:33 pero al poco tiempo lo encerraron en una jaula de monos, acompañado por un orangután llamado Do Hong.
0:06:41 El público se arrimolinaba ante su habitáculo, hábito, hábito no,
0:06:48 ha habido al público de contemplar aquel hombrecillo de 23 años que me día 1,35 metros.
0:06:57 Al cabo de unos veces le dieron un pequeño arco para que tirara unas flechas para hacer un poco de bandera.
0:07:05 Y mostraban unos dientes afilados que eran los de él, que según explicaban ahí,
0:07:14 en unos carteles, le servían para comer carne humana.
0:07:18 Esto era mentira, desde luego.
0:07:20 Bueno, explotando esta leyenda, los cuidadores del zoológico se encargaban de sembrar de huesos el piso de la jaula,
0:07:28 lo que excitaban aún más la curiosidad de las miles y miles de personas que acudían a contemplarlo los domingos.
0:07:38 Para una generación que creció con argumento sobre el eslabón perdido de la evolución,
0:07:44 el punto de ver a Do Hong y Ota, divirtiéndose en la casa de los monos, era obvio.
0:07:50 Esto lo aseguraba Philip Bernard Bradford, que era nieto de Bernard, en su libro de 1992,
0:07:59 que se llama Ota, El Pigmelo en el Zoológico.
0:08:04 Bueno, aunque el espectáculo arrancaba carcajadas, el New York Times aseguraba que quizá sea bueno que venga, no razones bien.
0:08:14 Si lo hiciera, probablemente no estaría orgulloso de sí mismo al darse cuenta de que está bajo el mismo techo que orangutanas y monos.
0:08:23 La Conferencia de Ministros Bautistas Negros denunció la exhibición degradante.
0:08:30 Nuestra raza ya está lo suficientemente deprimida, dijo el revenendo James Gordon, sin tener que exhibir a uno de nosotros consimios.
0:08:39 Creo que merecemos ser considerados como seres humanos con almas.
0:08:44 William Harnery, el director zoológico de Bronx, defendió con vehemencia la exhibición de Ota Venga.
0:08:53 Estamos cuidando muy bien al chiquito, dijo. Tiene uno de los mejores cuartos en la casa de los primates.
0:09:01 El New York Times opinaba, es absurdo quejarse por la supuesta humillación y degradación que estaría sufriendo.
0:09:10 La idea de que los hombres son todos iguales, excepto cuando han tenido o carecido de oportunidades de educación, es ahora antiquada, decía el New York Times.
0:09:21 ¿Qué coherencia editorial? Sí, sí, totalmente.
0:09:24 Pero aquella situación no podía prolongarse y algunas instituciones religiosas acudieron en su ayuda.
0:09:31 Uno dice que por caridad hay otros que por evitar la difusión de las teorías evolutivas.
0:09:38 Venga, que ya estaba por cumplir 30 años, decidió dejar el zoológico y se fue a vivir a un orfanato para niños negros en New York.
0:09:48 En 1910 ingresó en el colegio y seminario teológico de Virginia. Pronto lo abandonó para trabajar en una fábrica de tabaco.
0:09:58 Solo, sin hogar, sin novia y desanimado, Ota Venga utilizó un revolver robado para suicidarse en Lynchburg en 1916.
0:10:15 Un artículo del Lynchburg News cita a Hornaday, el director de zoológico, diciendo que no lo sorprendía el suicidio de Venga.
0:10:27 Es obvio que decidió que era mejor morir que trabajar para vivir.
0:10:34 Bueno, el director, el tipo...
0:10:37 Pantosa historia, esta que hemos contado, cuya fuente es justamente el libro del pigmento en el zoológico de Bronx.
0:10:50 Y notas de Cynthia Crosing y el pigmento también una nota de José Antonio Díaz, un suceso histórico y espantoso.
0:11:05 Y hemos ido a la discoteca y nosotros mismos elegimos el disco...
0:11:14 ...que se llama Compuesto y Sin Novia, en alusión a la falta de pareja del pobre Ota Venga en sus últimos años.
0:11:24 Escucharemos entonces a Don Miguel de Mordina en este paso doble. Adelante.
0:11:35 ¡No me caes!
0:11:37 ¡No me caes!
0:11:39 ¡No me caes!
0:11:43 Ay, tuve una novia modista y un mal amigo me la quito y tuvieron tres churumbeles con la cabella como un parón.
0:11:53 Y el guardia de los padrones dijo que fantocacrosia cabezna de esta familia que hay mucha veria que lo será con la modiza.
0:12:02 No me he casado y del que braero de tres cabezas yo me librao.
0:12:08 ¿Y por qué no te casas, niño? Dicen con los cadillones.
0:12:13 Yo estoy compuesto y sin novia porque tengo mis brazos.
0:12:18 Esosa suegra y cuñao y el niño si uno te cría que es la feria que la gripe, que es tu madre que la mía.
0:12:28 Con muchas complicaciones, un sorpero para todas las vías.
0:12:34 Tu erciera, tu hermana.
0:12:36 ¡Ay, ay, ay, esta persona es tan niña que no me caes!
0:12:44 Ay, me encuentro ya el matrimonio todos los domingos en el café.
0:12:48 Con las galas de vinagrado porque se aburren como un chipre.
0:12:51 Los niños rompen las tasas y con la fuerza de un arbañí.
0:12:55 Le meten a parimar en la cucharilla por la nariz con la modiza.
0:13:00 No me he casado y del porvengo de la cuchara yo me salvao.
0:13:06 ¿Y por qué no te casas, niño? Dicen con los cadillones.
0:13:11 Yo estoy compuesto y sin novia porque tengo mis brazos.
0:13:16 Esosa suegra y cuñao y el niño si uno te cría que es la feria que la gripe,
0:13:24 que tu mamá que la mía, son muchas complicaciones.
0:13:28 ¡No me trinca nadie! ¿De dónde ella tracayo?
0:13:32 ¡Que no me caes! ¡Vamos!
0:13:36 ¡De tal es que coja no es!
0:13:42 La casa de mis amigos es un pedico de habitación
0:13:45 y por eso huermen de noche las tres cabezas en el bar con...
0:13:49 La casa se va a un boleda con aquel peso fenomenal
0:13:52 y pitan las chimeneas como los barcos por el tambas con la modiza.
0:13:57 No me he casado y del terremoto de San Francisco yo me salvao.
0:14:03 ¿Y por qué no te casas, niño? Dicen con los cadillones.
0:14:13 Esosa suegra y cuñao y el niño si uno te cría que es la feria que la gripe,
0:14:21 que tu mamá que la mía, que monada.
0:14:26 ¡Sortar a pataladilla por la gloria de mi padre, hombre!
0:14:30 Era Miguel de Molina en la venganza, será terrible, compuesto y sin novia.
No hay comentarios. ¡Podés ser el primero en comentar!