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0:00:00 Hablaremos del Papa Silvestre II. Un Papa muy, muy extraño.
0:00:05 Su nombre de nacimiento era
0:00:08 Gerberto.
0:00:10 Gerberto de Orilac.
0:00:16 Había nacido en el año 945.
0:00:20 Gerberto
0:00:22 fue recibido
0:00:23 por los monjes benedictinos
0:00:25 en la
0:00:27 abadía de Sengeró
0:00:30 de Orilac
0:00:32 y allí hizo sus estudios y maravilló a todos.
0:00:37 Porque era notablemente lúcido
0:00:39 y al poco tiempo humilló a más de un profesor.
0:00:44 Parece que lo que tenía de lúcido tenía también de miserable porque
0:00:48 la inteligencia no consiste en humillar a los necios, como deberían aprender algo.
0:00:54 Gerberto,
0:00:56 disculpen el nombre,
0:00:58 viajó a España, lo llevó un amigo, nada menos que el Conde de Barcelona.
0:01:02 Heredero
0:01:05 del trono de España.
0:01:07 Este es el Príncipe de Asturias.
0:01:09 El Conde de Barcelona es un título que se detentó en alguna época
0:01:14 el que no fue rey, después sería algo así como
0:01:16 haber el ducado de York en Inglaterra.
0:01:19 Pero no, él tiene razón, es el Príncipe de Asturias,
0:01:22 como el de Gales, lo es,
0:01:24 del trono inglés.
0:01:26 Eran tiempos de ocupación musulmana
0:01:29 y Gerberto ingresó en las escuelas árabes
0:01:33 de Toledo y de Córdoba.
0:01:35 Parece que las relaciones entre los benedictinos y los intelectuales árabes
0:01:39 eran estupendas.
0:01:41 Es raro esto porque los propios benedictinos
0:01:43 participaban de la guerra de la Reconquista, o al menos la predicaban.
0:01:48 En Toledo, nuestro amigo Gerberto,
0:01:51 es un nombre raro, convengamos.
0:01:53 Se se quejaba si el vestido le daba.
0:01:54 Se llamaba Gerberto Espíritu Abierto,
0:01:58 le daban la amplitud de miras de este muchacho.
0:02:02 Bueno, aprendió física, justamente para corroborar
0:02:06 lo que acabo de decir, matemáticas y árabe a la perfección.
0:02:12 Fue el único papa que habló árabe en toda la historia,
0:02:15 según exagera nuestro cronista.
0:02:18 Pero de esta España musulmana tuvo que irse.
0:02:22 Parece que era frecuente en aquellos tiempos
0:02:25 que algunos cálculos algebraicos
0:02:28 los supieran unos pocos y que ese conocimiento no se difundiera.
0:02:33 Se guardaba en secreto, como si se tratara de un saber hermético
0:02:38 que jerarquizaba al poseedor.
0:02:42 Y un maestro, Ibn al-Hasidī,
0:02:45 poseía al parecer un secreto,
0:02:50 acá dice físico, un secreto físico
0:02:52 tener una pierna más corta que la otra,
0:02:54 pero un secreto de la ciencia física
0:02:59 que Gerberto quiso saber de cualquier modo.
0:03:01 ¿Vio cómo son las personas de espíritu abierto?
0:03:05 Sí, sí, seguramente.
0:03:06 Enseguida quieren conocer los secretos de todo.
0:03:08 Físico, sobre todo.
0:03:09 Entonces, para enterarse de aquel conocimiento verdadero,
0:03:12 y verdadero no, ve dado, dice que, pero yo dije verdadero.
0:03:17 Mejor si me abradece.
0:03:19 Se dujo a la hija del maestro,
0:03:22 del maestro Ibn al-Hasidī,
0:03:25 para que, para poder acceder a los lugares más íntimos de la casa
0:03:29 secretos físicos también.
0:03:31 y hacerse con el secreto.
0:03:33 Y pudo, pero fue descubierto y expulsado de España
0:03:40 sin poderse enterar de aquel secreto.
0:03:42 Junto cuando lo estaba descubriendo apareció el tipo Ibn al-Hasidī
0:03:48 y lo expulsó no solo de la casa, sino de España,
0:03:51 porque así eran los moros en aquel tiempo.
0:03:56 Bueno, no se sabe si era un secreto físico, químico o algebraico.
0:04:01 Gerberto Doriilac regreso a Francia, hizo carrera religiosa
0:04:06 y fue nombrado Obispo de Reims.
0:04:08 Lo nombró el rey Hugo Capeto,
0:04:11 que creo que era el primero de todos los capetos,
0:04:14 el declarador de la amplísima dinastía de los capetos.
0:04:19 Allí, no sé dónde, en Reims,
0:04:24 abrió una escuela en donde enseñó asuntos que había aprendido
0:04:27 en Toledo con los árabes.
0:04:29 Algunos historiadores aseguran que fue él Toledo.
0:04:33 Ah, no, los árabes.
0:04:35 Ah, no, Gerberto.
0:04:37 Gerberto.
0:04:38 Que fue él que llevó a Francia y a los reinos cristianos
0:04:42 el abaco, es decir, el contador, ese que usan los chicos en los colegios.
0:04:47 La llegada de Gerberto al papado fue muy complicada,
0:04:52 no vale la pena contarla con demasiado detalle.
0:04:55 Eran intrigas de poder en las que participaron el emperador Oton III,
0:05:01 el mismo Hugo Capeto, que era rey de Francia,
0:05:05 estos dos lo crean como papas en contra de los de Roma,
0:05:09 que no toleraban sus arabismos.
0:05:12 Le tenían bronca porque había aprendido a hablar árabe.
0:05:15 La cuestión es que con las armas Gerberto fue impuesto como pontífice
0:05:20 y se llamó Silvestre II,
0:05:22 mitad para que no le dijera espíritu abierto,
0:05:27 cosa que está un poco en contradicción con el rigor de un papado ortodoxo.
0:05:31 Sí, claro, pero Silvestre está también,
0:05:33 no quiere que te lo muestre, es un gran placer, el mismo que abierto.
0:05:36 Se convirtió en el papa menos ortodoxo que se haya conocido.
0:05:44 Era inventor, ¿por qué no poner más heterodoxo?
0:05:48 Era inventor, Silvestre era inventor, por ejemplo el fonógrafo,
0:05:53 no lo inventó él, pero digo, es una cosa que hay que inventarla.
0:06:00 No así el choclo.
0:06:04 Hay que descubrirlo, era más fácil en aquel momento inventar un fonógrafo que un choclo,
0:06:10 porque el fonógrafo se lo hubiera podido ocurrir aún en ese siglo, a cualquiera, a cualquier género.
0:06:18 Pero para conseguir un choclo había que trasladarse hasta un continente aún no descubierto.
0:06:26 Cosa que no había en el año 900 y pico eran choclos y fonógrafos, una vida espantosa.
0:06:35 Y papas.
0:06:36 En quemple de las noches.
0:06:41 ¿Es más, papas eran solo los que accedían al papado y no los tubérculos?
0:06:45 Bueno, fabricó ya que no un fonógrafo, un astrolabio de gran precisión,
0:06:51 y se ha dicho que construyó el primer reloj de pesas y péndulo, mucho antes incluso que el de Galileo,
0:06:59 antes que Galileo tuviera aquella inspiración en la catedral de Pisa o no se doble.
0:07:05 Contruyó un curioso órgano hidráulico en el que las diferencias de presión del agua, probablemente,
0:07:18 producían toda la gama posible de sonir.
0:07:23 No era muy lindo.
0:07:25 Escribió 24 obras matemáticas, una tras de la otra, un tratado de geometría,
0:07:32 un tratado de pesas y medidas, un tratado del juego de la gedrés y también fue alquimista.
0:07:38 Silvestre fue también el papa del famoso año mil, el año del fin del mundo.
0:07:45 Se decía que cuando al cumplirse mil años, al llegar el año mil de la era cristiana,
0:07:52 Satan iba a ser desatado, disculpe, la literación, y saldría para seducir a las naciones.
0:08:01 El dramaturgo Stringberg, mucho después, investigó y glosó aquel terror, como saben ustedes.
0:08:09 Él cuenta que en Roma la vida estaba paralizada, poco antes de la llegada del año mil,
0:08:15 la tierra era abandonada por quienes la cultivaban, los mercaderes olvidaban sus asuntos,
0:08:21 los ricos regalaban sus riquisas, y listo.
0:08:26 Y nadie quería incluso aceptar esas dádivas, total para qué.
0:08:30 Las iglesias estaban abiertas día y noche, open 24.
0:08:35 No se reclamaban las deudas, hacían cola para confesar o para recibir la comunión.
0:08:40 Por fin, cuando llegó la medianoche del 31 de diciembre del 999,
0:08:44 el papa Silvestre estaba celebrando misa en el altar mayor de la vieja vacílica de San Pedro, la que había antes, no?
0:08:51 Cuando la campana dio la señal del año mil, se produjo una estampida general,
0:08:59 y el furor fue tal que por unos instantes se creció que efectivamente había llegado el fin del mundo.
0:09:04 Al fin, cuando vieron que nada pasaba, empezaron las especulaciones,
0:09:09 a ver de qué manera se iba a producir el fin, se señalaron sequías, plagas, guerras, en fin.
0:09:15 Se establecieron cuáles podrían ser los años futuros que debían ser demidos.
0:09:20 Bueno, todo esto, en medio de aquel ambiente, el papa no mandó ningún mensaje tranquilizador,
0:09:33 eso es lo que dicen algunos eruditos, porque si había un ambiente tan tomido, el papa no los tranquilizó.
0:09:40 Por ejemplo, un mensaje tranquilo, filmado, el papa.
0:09:44 ¿Carberto?
0:09:45 No. En las bulas de Recregario Quinto o en las de Silvestre no hay nada que confirme
0:09:51 que la sociedad estuviera atemorizada ante el milenio, no diseñó una palabra.
0:09:56 Se duda de aquellos temores que describió Stremberg.
0:10:02 Y también por una cuestión cronológica.
0:10:07 Algunas veces hemos hablado, o sea, hemos hablado o no.
0:10:12 Hemos hablado porque yo creo que estaba solo, que en aquel entonces no eran tantos los que sabían en que no vivían.
0:10:21 No era una sociedad tan minuciosa en la fecha, en la hora, en los números como la actual.
0:10:26 Pero además había divergencias.
0:10:30 ¿Y pusieres a ver cuál iba a ser el año mil?
0:10:32 Y dentro de los anuncios ulteriores tuvieron que ver con eso.
0:10:35 Se especulaba con cuál había sido el error de cálculo que lo había terminado con el mundo ese día.
0:10:40 Así que probablemente no existió terror alguno en el año mil.
0:10:44 Ahora bien, Silvestre por estudioso, por artista y por inventor, fue acusado de pactar con el diablo.
0:10:51 ¿Quién no?
0:10:52 Y allí se armó una historia extraña.
0:10:55 Porque se decía que Silvestre había vendido su alma al diablo para conseguir su elección como papa.
0:11:00 Se contaba en voz baja algo que no alcanzé a entender.
0:11:05 Se contaba que en las más secretas habitaciones de Silvestre se escondía un demonio enano.
0:11:17 Pero que le sugería al papa sus inventos y su heterodoxia.
0:11:25 Decían que a menudo se habían ruidos extraños que todos pensaban que provenían de el enano.
0:11:31 Era el monarquizo, me parece.
0:11:34 Un papa, ché.
0:11:35 Y aunque el papa estuviera completamente solo, también se oían conversaciones en árabe.
0:11:42 Probablemente era el papa que practicaba el árabe.
0:11:45 Ya que no podía conversar con nadie, hablaba solo.
0:11:48 Como hace uno.
0:11:49 Yo muchas veces hablo solo para practicar el italiano.
0:11:53 Empezo a decir, andorrante, cumpadrite.
0:11:56 Cachelier.
0:11:57 Mas calzón.
0:11:58 Para practicar el italiano, que como ve, lo hablo con la mayor fluidez.
0:12:04 Bueno, dicen que una vez arrepentido de todo esto, no sé de qué.
0:12:09 Del enano, probablemente.
0:12:12 Silvestre confesó sus pecados ante los fieles presentes en San Juan de Letrán, ante el estupor.
0:12:19 Incluso el enojo de algunos de ellos.
0:12:21 No querían ser confesores.
0:12:23 Esta no es una iglesia asidia.
0:12:26 El que cuenta los pecados es yo y que escuchas el cura.
0:12:31 Y no es tereodoxo, por eso.
0:12:33 Y pidió que a su muerte no le rendiera nomenaje a su cadáver.
0:12:38 Cuando me muera, no le renda nomenaje a mi cadáver.
0:12:42 Dijo así.
0:12:44 Por favor, dice.
0:12:45 Lo dijo dos veces.
0:12:47 Inmediatamente después de esa sentencia murió.
0:12:51 Tanto como para ver si cumplían con lo que él había pedido.
0:12:55 Porque vio que no todos tenían cara de no homenajear a su cadáver.
0:13:01 Muchos se habrán creído que se hacía el muerto para ver si lo homenajeaban.
0:13:06 Era el año mil tres.
0:13:09 Silvestre II fue maldito.
0:13:13 Hace ya mil años, fíjate como pasa el tiempo.
0:13:19 Toda la población lo maldijo.
0:13:22 Y durante el siglo fue tachado de la lista de papas que habían reinado.
0:13:27 Hasta que un día se olvidaron de tacharlo.
0:13:29 Suele pasar también eso.
0:13:33 Pero la historia de Silvestre no terminó con su muerte.
0:13:38 Cuando estaba sepultado en San Juan de Letrán, ahí mismo donde murió,
0:13:43 pronto empezó a decirse que los huesos del esqueleto crujían.
0:13:48 Bueno, los huesos de los esqueletos crujen, pero de los esqueletos de los vivos.
0:13:53 No sería el enano.
0:13:55 Ya había quedado cerrado ahí.
0:13:57 Bueno, y parece que estos crujidos
0:14:02 eran más fuertes cuando un papa estaba por morir.
0:14:07 Cuando un papa estaba por morir, crujían los huesos.
0:14:13 Qué difícil hacer esa estadística, porque morían de lo melazo.
0:14:17 En 1648, decir mucho después,
0:14:20 en una de las remodelaciones de la vacílica de San Pedro,
0:14:24 abrieron la tumba de Silvestre y encontraron el cadáver incorrupto.
0:14:30 Es decir, nadie lo había sobornado.
0:14:35 Pero cuando quisieron moverlo, se deshizo en un montón de cenizas,
0:14:40 como siempre ocurre.
0:14:43 Eso no supuso el fin de las manifestaciones.
0:14:48 A fines del siglo XIX, todavía se decía que la lápida exudaba.
0:14:56 No me pregunto cómo su daba una lápida.
0:15:06 Y también esto ocurría cuando un papa estaba por morir.
0:15:11 También exudaba y crujía.
0:15:15 Ya compartidos en cenizas, parece que los huesos de este hombre ya no crujían,
0:15:19 sino que hacían sudar la lápida.
0:15:22 Pero se oían gemidos también.
0:15:24 No estamos en presencia, me parece, de una tumba.
0:15:28 Ahora creo.
0:15:30 Suda, que una tumba te sude.
0:15:33 Por ahí, no sé, había humedado algo.
0:15:36 Pero un gemido es un gemido.
0:15:38 Suda, cruje y jime, de ese.
0:15:40 Ya conozco.
0:15:48 Le dicen la lápida.
0:15:50 Eso era para que todos supiéramos que un papa estaba a punto de morir.
0:15:53 No, un papa.
0:16:01 Había franquicia.
0:16:03 Ya en el siglo XX, ni crujió el esqueleto, ni sudó la lápida, ni jimeó el enano.
0:16:12 Como se sabe, estos son tiempos de tan poca fe
0:16:16 que aunque hubiera sudado la lápida,
0:16:20 nos hubiéramos resistido a percibir.
0:16:23 Sí, hubiéramos dicho que es la humedad y esas cosas.
0:16:26 Sí, nunca falta un hebemerista.
0:16:28 Bueno, a quién dedicar esto?
0:16:31 Yo personalmente voto por la hija de I'm Al-Hasid,
0:16:35 aquella chica a la que Gerberto, llamado después Silvestre,
0:16:39 quiso seducir, no por amor, sino para enterarse un secreto algebraico
0:16:44 que guardaba al padre.
0:16:46 Yo sospecho que la hija de I'm Al-Hasid, debía estar más buena que hablar árabe solo.
0:16:51 Sí, probablemente ella se lo merece.
0:16:53 Me parece interesante que alguien que va a ser papa
0:16:56 después tenga entre sus fines más inmediatos beneficiarse a la hija de un árabe
0:17:00 porque esto demuestra su amplitud de griterio y su espíritu abierto
0:17:03 como cuando se llamaba Gerberto.
0:17:05 Y finalmente, Silvestre, creo que merece que la hija de I'm Al-Hasid
0:17:10 no solamente por las cosas hechas en vida, sino por las cosas hechas después
0:17:14 y quizás Strybber se privó de lo que hubiera sido la escena perfecta
0:17:18 para Silvestre II, para nuestro querido Silvestre II,
0:17:21 algo así como una escena en la cual este muchacho que está ahora,
0:17:25 Benericto, 16.500 y Pico, este oficial, no misa
0:17:29 y que de golpe aparezca de pronto algo que sale en forma de exudación,
0:17:33 de gemillas, de ceguas, de ceguas, de ceguas, de ceguas, de ceguas,
0:17:37 de pronto algo que sale en forma de exudación, de gemido, de crujido
0:17:41 y que les diga y sé todo lo posible para seguir en cuenta
0:17:44 de que esto en algún sentido, en l'Orope y todo demás, era una farsa.
0:17:48 Dijo esto y Taconeando salió.
0:17:50 Y Taconeando salió es el tango en virtud de cuya justificación
0:17:55 hemos contado toda esta historia.
0:17:58 Y lo escucharemos en la voz de Edmundo Rivel.
0:18:07 Era una mina, mi estonga,
0:18:14 retrochire y de gran brillo, nacida en el Conventillo del Terno donde a comido,
0:18:19 metida hasta Bala Paísa con un pozo de lluvillo,
0:18:23 gambacán del Conventillo cuenteno de profesión,
0:18:27 en la cortada del bajo la mina se había engrupido,
0:18:31 con su garabo querido, batiendo en el vetejón
0:18:34 y una noche silenciosa, derrajo, me dio bombada,
0:18:37 fientando muy empurada de aquel combo y de empavón.
0:18:42 Y la engrupió bien de bote de ponerle apartamento
0:18:50 de fuera cerca del centro, que era toda ilusión.
0:18:57 Y se la trajo al afalto en una pieza pictólica
0:19:04 de artistas y una milota, en un bolí de pensión
0:19:11 y en esas noches de frío la pobre va por correr,
0:19:16 envidiendo a tanta gente que tiene para el bullón,
0:19:19 pero la agre la cansada, reflexiona de repente
0:19:23 y regresa lentamente de nuevo para la pensión.
0:19:27 El taita ativa las piedras al ver el mueble que diga
0:19:30 porque se pasa la vida metta y ponga sin marrón,
0:19:34 pero la mina cansada, ya que esa vida me estonga,
0:19:38 abandone la milonga y se encorda demasiado.
0:19:43 Y recordando el pasado, ya su vieja abandonada,
0:19:51 con una triste mirada del cotorro, recorrió.
0:19:58 Y aquella mina me estonga, que se engrupió bien de bote,
0:20:05 le dijo al bolín,
0:20:07 ¡Talonte!
0:20:09 Y taconeando salió.
0:20:16 Era de mundo rivero en la venganza, será terrible
0:20:20 y taconeando salió.
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