Transcripción automática
0:00:00 Llega el momento de hablar de la rebelión Taiping.
0:00:06 Así que vamos a la China, pero no a la China de las dinastías antiquísimas,
0:00:16 no a la China del emperador amarillo, ni siquiera la China de Sibuantí, ni siquiera la China de los Tang.
0:00:23 Vamos a la China del siglo pasado, del siglo pasado.
0:00:28 Todavía estaban allí los Manchures, esa última dinastía que gobernó la China.
0:00:36 Manchures porque provenían de Manchuria.
0:00:39 Muchas veces han gobernado la China durante largos períodos, tipos que no eran chinos.
0:00:51 Por ejemplo, cuando Marco Polo llegó a la China, empezó a hablar de los chinos,
0:00:56 el tipo que gobernaba era Mongol, el Kublai Zhang y todos esos tipos, venían de Mongolia.
0:01:05 Y esa dinastía que vio Marco Polo, que la dio por China, era de Mongolia, no era China.
0:01:12 Claro que la tierra se comía, la tradición china, la cultura china, se comía a los bárbaros que la conquistaban,
0:01:22 pero esos tipos no eran chinos.
0:01:25 Y tampoco eran chinos y no Manchures, estos de esta última dinastía que gobernó la China desde el 1644,
0:01:35 pero ponerle, puedo no aceptar, hasta la declaración de la República, y después de la cual viene la revolución de Mao.
0:01:50 Ahora, ubiquemos en China a mediados del siglo XIX, la dinastía gobernante, la de la cinc,
0:01:59 y la dinastía de los Manchures habían depuesto a los Ming, como se ha dicho, en 1644 o por allí.
0:02:07 Sí se mantuvieron en el poder, desde luego, más de 250 años.
0:02:12 Durante el episodio que contaremos, el emperador, el emperador Manchu, se llamaba Yeng Feng.
0:02:20 Parece que el gobierno de Yeng Feng no andaba bien.
0:02:24 El emperador público estaba mal administrado, según las crónicas, la enfermedad de la miseria era constante en China.
0:02:31 En Pekín hacían censos y daban cuenta de 100.000 mendigos.
0:02:37 ¿Qué extra-dinario que el censo abarcará con tanta proligidad a los mendigos?
0:02:43 ¿Quién los encontraba?
0:02:45 No, es que lo encontraba pidiendo. Un mendigo no está pidiendo todo el tiempo.
0:02:49 Es como si un vizarista tuviera las 24 horas jugando al vizar.
0:02:53 ¿Ah, no? Yo creo que sí.
0:02:55 ¿Podría ser?
0:02:59 ¿Que te tienes razón? Ustedes deben hacer otras cosas.
0:03:02 Bien, si no, ¿para qué piden?
0:03:10 El caso es que había mucha miseria.
0:03:13 Miles de ellos acampaban junto al palacio, pidiendo limosna,
0:03:20 incluso amenazando a los funcionarios que se acercaban a la sede del imperio.
0:03:25 Se les daba paja para dormir, arroz y trigo y algo de carbón para calentarse.
0:03:34 O sea, los viejos, que siempre fueron muy cuidados en la China, los viejos mendigos,
0:03:40 recibían vestidos en invierno y un abanico en verano, que notable.
0:03:45 Un abanico en verano son detalles de refinamiento.
0:03:49 Ahora bien, en el año 1814 nació un hombre llamado Hong Xiu Xiguan.
0:03:56 Hong Xiu Xiguan.
0:03:58 Era oriundo de...
0:04:00 Ah, que quedaba en el centro de China.
0:04:02 Dice que Hong tuvo una visión en la que era ascendido hasta el cielo.
0:04:08 Y según dijo, así, en el cielo, fue nombrado hijo celeste, o sea, hijo del cielo.
0:04:13 Y lo que se ha hecho es decirlo.
0:04:15 Que era el título que por otra parte quería el emperador de la China.
0:04:18 El emperador de la China es, por definición, el hijo del cielo.
0:04:21 Pero Hong era cristiano.
0:04:24 Un chino cristiano, una cosa muy rara.
0:04:27 Saben ustedes que en la China, incluso en el Japón, los cristianos no han tenido mucha suerte.
0:04:35 Ando hubo muchos los jesuitas por allí.
0:04:37 Como hemos contado algunas veces en este programa, estuvieron a punto de conseguir alguna clase de éxito.
0:04:44 E incluso por momentos lograron convencer a algún emperador.
0:04:48 Pero siempre alguna cosa fortuita hizo derrumbar aquellos avances de cristianismo en la China.
0:04:55 Este Hong era cristiano.
0:04:57 Había sido instruido por misioneros.
0:05:00 Luego de esta visión, que había tenido a saber verse elevado al cielo y nombrado hijo del mismo,
0:05:06 decidió llevar el mensaje de cristianismo por todo el imperio.
0:05:11 Bueno, principios fueron solamente sus parientes, sus amigos, que no lo escucharon y siguieron.
0:05:18 Poco después sus licípulos fueron centenares.
0:05:22 Hong se creía hermano de Cristo.
0:05:26 Aseguraba tener un padre y una madre celestiales desde luego.
0:05:32 Y se propuso como regla primera el aniquilar a los demonios y a todo aquel que no cumpliera con la religión y los mandatos de Dios.
0:05:41 Se llamaba así mismo, emperador celeste de la paz universal.
0:05:46 Eso dio lugar al nombre de la secta, que se llamó Tai Ping, que como todos sabemos,
0:05:54 quiere decir algo bastante parecido a emperador celeste de la paz universal,
0:05:59 si es que no quiere decir alguna otra cosa.
0:06:03 En un principio, el emperador, no éste, sino el otro, el Manchu y el Hong,
0:06:10 no tomó en cuenta la nueva secta.
0:06:12 Y yo como éste, este barco no puede enviérese todas esas cosas.
0:06:17 Pensaba que era solo una secta religiosa y jamás imaginó,
0:06:24 y menos todavía imaginó, que al ir creciendo se convertiría en secta política
0:06:30 y haría tambalear a la dinastía gobernante.
0:06:33 En 1848, los discípulos de Hong eran dos mil.
0:06:39 Dos años más tarde eran 40 mil.
0:06:43 Los seguidores eran en su mayoría gente pobre.
0:06:47 Se seguían a Hong, hombres de algunas antiguas estirpe dinásticas,
0:06:52 que se oponían al gobierno de los Manchugues.
0:06:56 Pronto se formó un ejército, según los cronistas,
0:07:00 con el valor y el odio suficiente para derrocar al régimen imperial.
0:07:06 Los Tai Ping comenzaron su marcha por toda la China.
0:07:11 Conquistaron una ciudad tras otra, que es la manera de conquistar.
0:07:14 ¿No se puede conquistar ocho ciudades al mismo tiempo?
0:07:19 Pero no las arrasaban ni mataban a sus habitantes.
0:07:24 Así predicaron los dogmas cristianos y lograron que miles de chinos
0:07:29 aceptaran los criterios de Hong.
0:07:33 En dos años los rebeldes se adueñaron de cinco provincias.
0:07:37 En 1853 Hong proclamó su propia dinastía cristiana,
0:07:43 lejos de Peking, pero cerca de la segunda ciudad más importante,
0:07:48 que era Nanking, antípode de Buenos Aires.
0:07:51 Se formó un estado dentro del estado y pronto Hong quiso dominarlo todo.
0:07:57 En su reino Hong determinó que los alimentos y las propiedades
0:08:03 debían ser repartidas en partes iguales.
0:08:06 Obligó a sus soldados a ser voto de castidad.
0:08:10 El único que podía tener esposa era él.
0:08:14 Él podía tener una esposa celeste, además de numerosísimas concubinas.
0:08:21 Suprimió de su corte a los eunuchos y los sustituyó por mujeres
0:08:26 que se encargaban del gobierno del palacio.
0:08:31 Hong liberó a las mujeres de llevar los pies vendados.
0:08:35 Aquella vieja costumbre china.
0:08:38 La mujer hermosa debía tener los labios gruesos y el cabello liso largo y un negro intenso.
0:08:46 Pero, ante todo, la mujer china debía tener los pies pequeños.
0:08:51 A una niña, cuando nacía, se le comprimían los pies empleando una gruesa venda
0:08:57 y el fin que se perseguía era que tuvieran pies chicos,
0:09:01 pero también un andar gracioso y tambaleante.
0:09:06 Gracias para los hombres.
0:09:09 Y tambaleante porque tenían los pies vendados.
0:09:12 O chicos.
0:09:16 Esta costumbre fue suprimida por Hong.
0:09:19 Además del gobierno de su palacio, Hong formó un ejercito de 3.000 mujeres,
0:09:24 comandado también por algunas muchachas.
0:09:26 ¡Atención!
0:09:27 Hong mandó a todos los hombres a cortarse la coleta.
0:09:31 La coleta era un signo de dominación de los manchubes
0:09:35 y nos obligó a dejarse crecer el pelo.
0:09:38 Impuso, además, ciertos mandamientos de la moral cristiana.
0:09:42 Condenó el adulterio, prohibió los vicios y los robos,
0:09:46 pero sucedió que estos crímenes se castigaban de forma poco piadosa
0:09:53 y no consiguieron alterar la costumbre de los manchugas, que también eran impiadosos.
0:09:59 El adultero, por ejemplo, podía ser colgado.
0:10:02 Hong era apaleado hasta morir y el asesino, antes de la decapitación, eso sí,
0:10:07 era entregado a los peores suplicios.
0:10:11 En cuanto al adulterio, como se dijo, estaba penado.
0:10:15 Debe recordarse que Hong tenía a su esposa celeste
0:10:18 y había aumentado el número de concubinas que tenía el emperador anterior, en general.
0:10:25 De 70, ese era el número que correspondían a los emperadores chinos, hacían.
0:10:30 Dice, porque con 70 no hacemos nada.
0:10:33 Bueno, establecieron algunas de estas reglas.
0:10:36 Hong quiso tomar la ciudad de Nanking, aquella segunda ciudad del imperio.
0:10:42 Succedió que los habitantes y los gobernantes de Nanking
0:10:46 se mantuvieron fieles al emperador Manchug
0:10:49 y no hicieron caso de las prédicas de los Taiping.
0:10:52 Pues entonces, cuando la secta decidió abandonar la persuasión y recurrir a su ejército.
0:10:58 La lucha fue terrible.
0:11:01 La actuación de Hong Pocco tuvo que ver con el nombre que había dado a su dominio,
0:11:06 el que había llamado reino celeste de la paz.
0:11:10 Fue una gran matanza.
0:11:13 Miles de mujeres y niños de Nanking fueron asesinados por los atacantes.
0:11:19 Los que se habían refugiado en los cuarteles murieron entre las llamas.
0:11:24 Dos días después de tomar la ciudad, los Taiping descubrieron algunos sobrevivientes.
0:11:29 Los sacaron de la ciudad, los estrangularon a brillas de un canal y los tiraron al agua.
0:11:35 Murieron 30.000 personas, de las cuales solo 6.000 eran soldados.
0:11:39 Después, saquearon Nanking y ordenaron a los sobrevivientes
0:11:44 el paising o acto de sumisión al nuevo gobierno
0:11:48 y obligaron a renderle culto al padre celeste.
0:11:51 La ciudad se transformó en el refugio de la secta.
0:11:54 Hong mantuvo una administración organizada exactamente igual que la de Pekín.
0:11:59 Tiempo más tarde se le ocurrió conquistar la capital del Imperio Pekín.
0:12:04 Pero la expedición fracasó por el frío.
0:12:07 Las tropas fueron diezmadas por la enfermedad sin haber llegado siquiera a presentar batalla.
0:12:16 Para entonces, el emperador Manchu, Quienfong, estaba aterrorizado.
0:12:22 Porque no solo los Taiping intentaban apoderarse del Imperio,
0:12:26 otra secta llamada la Sociedad del Pequeño Cuchillo,
0:12:30 había tomado Shanghai,
0:12:34 ha implementado las leyes de los Taiping,
0:12:38 pero las huestes imperiales ya con ayuda de ingleses y franceses
0:12:44 atacaron Shanghai y mataron al jefe de los pequeños cuchillos.
0:12:48 El Imperio rebelde en Nanjing duró 11 años.
0:12:51 En 1864 la secta de los Taiping y su reino celeste de la Paz Universal cayó.
0:12:58 Las misiones extranjeras durante esos 11 años fueron bien recibidas.
0:13:04 El comercio exterior era floreciente,
0:13:06 los campesinos pagaban impuestos bajos al emperador
0:13:10 y no había carestía de alimentos, pero las guerras eran continuas
0:13:14 y la vida de las personas parecía importar poco.
0:13:18 Y esto hizo tranvalear a aquel Imperio rebelde.
0:13:22 Además, desde Pekín se habían mandado espías
0:13:26 que lograron introducirse en la corte de Nanjing
0:13:29 y enviaron a la capital información acerca de Hong.
0:13:32 Y eso es muy bien, pero eso no creo que sea muy importante.
0:13:36 Poco después las tropas imperiales arrasaron Nanjing
0:13:41 y todas las ciudades que formaban parte de aquel reino.
0:13:44 Fue tal la matanza que se produjo que muy pocas personas lograron escapar.
0:13:50 Ni siquiera pudo hacerlo Hong.
0:13:53 Fue apresado y finalmente debo llevarlo.
0:13:58 Ese fue el defin de la rebelión Taiping que si nadie hablaba hoy de esto.
0:14:04 Me ocurrió traer acolación a este episodio histórico de la China.
0:14:10 Poco teníamos en cuenta, siendo que es muy cercano a nuestros días.
0:14:16 Estuve en la discoteca y le conté esta historia.
0:14:20 Es muy buena.
0:14:22 Se me durmió sin embargo el discotecario.
0:14:25 Dice a mí que me importa de la China.
0:14:27 Dice a mí lo único que me importa es acá.
0:14:30 Dice que había oído esa frase y no se ha acordado.
0:14:35 Probablemente en algún programa de cultura.
0:14:38 Pero le dio algún disco, seguramente.
0:14:41 No, se estaba por darme un disco y se quedó dormido.
0:14:44 Así que yo voy a poner el disco que pongo siempre cuando hablamos de la China.
0:14:47 ¿Hay algo de la Manchuria?
0:14:49 No, es la China de la Masorca.
0:14:52 Ah, pero es otra China, me parece.
0:14:56 ¿Se parece que existe un pirado también en aquella dinastía?
0:15:03 En realidad no. Esta vez digo que no.
0:15:05 Y sabe que China, la palabra que usamos nosotros.
0:15:08 Sí, del campo.
0:15:10 Una China, alguien en las chinitas.
0:15:14 Que es una palabra tan linda y tan simpática.
0:15:17 Es que hecho.
0:15:19 No es que estemos diciendo con China una sinecto,
0:15:22 que es decir, un gentilicio como generalizador del género femenino.
0:15:27 No, China quiere decir mujer en quecho.
0:15:30 Así que no es...
0:15:33 Pero no importa.
0:15:35 No digas nada porque yo tengo que sostener que China de la Masorca
0:15:41 se refiere no solo a la China en general,
0:15:45 sino en particular a la China de los Manchubes, a la China de 1853.
0:15:53 Entonces digamos que sí, que es así.
0:15:55 Es muy probable, porque en todo caso China de la Masorca
0:15:59 alude a unos acontecimientos ocurridos 13 años antes.
0:16:06 Claro, pero en otros lugares.
0:16:08 En las antípodas.
0:16:10 Canta Ignacio Corsini, China de la Masorca.
0:16:21 China de la Masorca, todo la llaman restauradora
0:16:30 porque ya se va prendida al pecho.
0:16:35 La flor de sangre de la divisa de Buenos Aires.
0:16:40 Viva Rosas Pira Santa, cantaban de corazón
0:16:45 y en los barrios los candombes repetían la canción.
0:16:51 ¡Mor, mor, mor, mor, mor!
0:17:10 China de la Masorca, linda y arisca como ninguna
0:17:15 manairmosa por ella rían
0:17:20 todos de celos allá en la plaza de los troperos
0:17:25 al frente de una partida se la veía pasar
0:17:30 y en la espina de la patria se escuchaba este cantar.
0:17:35 ¡Mor, mor, mor, mor, mor!
0:17:44 China de la Masorca, todo la llaman restauradora
0:17:49 porque ya se va prendida al pecho.
0:17:53 La flor de sangre de la divisa de Buenos Aires.
0:18:05 Era Ignacio Corsini en la venganza, será terrible, China de la Masorca.
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