Transcripción automática
0:00:00 Bien, haremos un informe acerca de reyes roñosos. Este catálogo comienza con el rey de Italia
0:00:11 Víctor Manuel II, que según parece era un tipo bajo, muy robusto, usaba barba y bigote.
0:00:23 En 1842 se había casado con Adelaida, hija del archivo Reyniero de Austria.
0:00:30 Aunque estaba casada tenía muchas amantes, Víctor Manuel. Era un hombre de gustos sencillos,
0:00:38 te gustaban las mujeres del pueblo, que no usaban maquillajes, ningún artilúgio de belleza sofisticado.
0:00:47 Pero la verdad es que lo que verdaderamente se dusía a Víctor Manuel era que sus amantes olieran mal.
0:00:57 Él prefería a mujeres de higiene que dejara un poco que decía.
0:01:09 Las prefería sucios. Según parece era muy ordinario y andaba también el mismo por la ciudad sin arreglarse, sin bañarse.
0:01:23 Quería pagar lo que recibía del mismo modo. Y parece que no se bañaba nunca.
0:01:33 Bueno, en realidad sí, pero de manera natural. Lo hacía cada verano en las aguas termales que visitaba, o en algún balneario,
0:01:43 se puede uno meter al mar sin bañarse. Pero eso no se cuenta.
0:01:50 Un día en el curso de una cacería se encontró con una pastora que le gustó.
0:01:56 La muchacha iba vestida propobremente, como corresponde a una pastora, y según el cronista, olía a cabra.
0:02:05 No era una cabra, ¿no?
0:02:07 No, no. O al menos creo que no.
0:02:11 Víctor quiso que la llevaran al palacio, dijo, lleven esta niña al palacio.
0:02:18 El cortesano encargado de aquel protocolo, Tomaso Malpiero, quedó un poco perturbado por el olor que acompañaba la pastora,
0:02:27 y ordenó a la muchacha, antes de presentarla a su señor, que se bañara y se perfumara.
0:02:34 Errol.
0:02:37 Al rato, Víctor Manuel se encontró con ella en la habitación.
0:02:42 Y se había disfrazado de pastor, y se había encargado de ensuciarse prolígicamente con barro y estiércol.
0:02:49 Cuando la abrazó, sintió que estaba perfumada y limpia, empezó a que estar desaforado.
0:02:59 Ya, le dio asco.
0:03:00 Me la arruinaron.
0:03:03 Es que él quería de la cabra.
0:03:05 Me la arruinaron, me la arruinaron, y la reunión fracasó.
0:03:08 Y la pastora fue echada del palacio, y Tomaso Malpiero tuvo desde entonces la orden de no mandar a bañar a las amantes del rey.
0:03:20 Y mantenerla tal como aparecía.
0:03:23 A mí me parece que este Víctor Manuel, no estoy seguro,
0:03:29 fue uno de las amantes de la bellísima Marquesa de Castillón,
0:03:34 que llevaba un diario secreto, la Marquesa.
0:03:40 Y cada vez que la besaban, ponía una vez, u otra letra, pero creo que era una vez.
0:03:49 Entonces me encontré con el señor de tal y tal, y ponía por ahí una vez.
0:04:00 Cuando había alguna cosa un poco más avanzada, que un simple beso, ponía una C.
0:04:09 Y cuando las cosas iban hasta el límite, o que lo mejor he dicho, cuando sobrepasaban todos los límites,
0:04:20 ella ponía X.
0:04:22 Y un día se encontró con el rey Víctor Manuel, y en el diario dice,
0:04:30 paseamos con el rey Víctor Manuel por los jardines, y después puso 5X.
0:04:40 A batalla nada en el jueves.
0:04:42 Es extraordinario. Es lo que le puedo decir de la Marquesa de Castillón.
0:04:48 Sí es que era este Víctor Manuel.
0:04:50 Cosa que sí cree.
0:04:53 Pero lo que lo hiciste ahí ya es otro roñoso.
0:04:56 Apareció una palabra para designar los caballos que tienen un pelaje blanco tirando amarillento.
0:05:03 Se los llamaba Isabelos o Isabelinos.
0:05:06 El origen de la palabra es incierto, pero algunos etimologistas anticlericales y otros directamente franceses encontraron una razón en lo siguiente.
0:05:17 Se cuenta que la reina Isabel la Católica hizo en 1491 el voto de no cambiar de camisa,
0:05:25 llevaba una camisa blanca, de una camisa de náhuatl.
0:05:29 Alta la conquista de Granada es de suponer el color que adquirió aquella prenda después de un año de inmovilidad en el cuerpo de la reina.
0:05:40 Otros autores aseguran que el origen de la palabra se debe a la infanta Isabel Clara Eugenia,
0:05:45 quien también parece que decidió no cambiarse de ropa durante el sitio de Ostende, que duró tres años.
0:05:53 Etimologistas más exactos dicen que la palabra Isabelo, destinada a determinado tipo de caballo,
0:06:00 deriva del árabe, Iza, que quiere decir León, lo cual explicaría que por si militó el pelaje de dicha fiera,
0:06:08 se diera aquel nombre a los famosos caballos.
0:06:11 ¡Pues, que sí!
0:06:13 De que me empas.
0:06:14 Igual en el siglo XVI se cambiaban mucho de ropa, en general me parece que no.
0:06:21 También en España, esto desde luego por razón de su locura, Felipe V, espantaba por su suciedad.
0:06:29 San Simón lo visitó en el 1721 y escribió Leo, lo que dice el San Simón.
0:06:37 Se negaba obstinadamente a dejarse afeitar, cortar los cabellos y las uñas ante el temor de que aumentaran sus males.
0:06:46 Sus cabellos sobresalían de su peluca, que no permitía que se la sacaran nunca.
0:06:51 La suña de los pies le molestaban hasta el punto en que no podía andar.
0:06:56 Se envolvían mantas durante la estación calurosa y obligaba a mantener las ventanas herméticamente cerradas.
0:07:02 El calor ahogaba en el interior de las habitaciones, pero esto no parecía molestarle más que la horrible suciedad que lo rodeaba.
0:07:11 Su traje caía a girones y cuando se paraba se le caían los pantalones y se le veían los murlos, se le veían mugrientos al desnudo.
0:07:21 En Inglaterra, Jorge III fue conocido por lo poco que le gustaba los baños.
0:07:29 También estaba loco. El gedor rancio se sumaba a algunas gracias, todavía peores que estar sucio que lo divertía sobre maneras, pero no la vamos a contar.
0:07:45 Lo que sí se cuenta siempre son las características higiénicas de los palacios franceses, sobre todo antes de las primeras instalaciones de baños.
0:07:58 Dice una crónica que, dada la pestilencia de algunos ambientes, eran muy usados unos pañuelos perfumados que se colgaban del cuello y que podían llevarse rápidamente a la nariz cuando el gedor alcanzaba proporciones inaguantables.
0:08:17 Aquellos pañuelos no se había diseñado María de Medici, la mujer de Enrique IV, para soportar el olor de su marido que según ella misma dijo, olía a Macho Cabrillo.
0:08:30 Sin embargo, Enrique IV, que era un gran rey, se bañó por lo menos una vez y fue en el Sena, en donde antes de hacerlo, que a la vista de todos, urinó abundantemente.
0:08:42 Su hijo, el futuro Luis XIII, no quiso entonces meterse al agua.
0:08:48 Y el rey le dijo, bañate y no tengas miedo. Más arriba del río, otros habrán orinado antes que yo.
0:08:56 Y le dio al hijo una estupenda lección. No sé bien de qué.
0:09:02 Claro, le iba a preguntar.
0:09:03 Una lección.
0:09:06 De todos vos, las lecciones de Enrique IV, su hijo no debe ser muy tenida, se encuentra.
0:09:10 Ya que parece que todos en palacio se complacían en enseñarle al chico cosas escandalosas.
0:09:20 Las cortesanas, las damas de compañía, de su madre y las amantes de su padre, le enseñaban ya desde muy, pero muy pequeño, gracias relacionadas.
0:09:35 Con los embates amorosos, malas palabras. En fin.
0:09:42 No besaban, lo toqueteaban, hablaban impudicamente delante del niño, etc.
0:09:50 Pero resulta de esto, o quizás por otra cosa, verdad, saber.
0:09:56 El pequeño Luis tuvo siempre una especie de horror, ante el contacto con mujeres.
0:10:06 Y le costó muchísimo.
0:10:10 Él, desde luego, se casó.
0:10:14 Pero se duda de que haya tenido verdaderamente intimidad con su esposa.
0:10:22 Dio a Luz, ella, la mujer de él, que era la misma reina de los Tres Poqueteros.
0:10:32 Ese era el Luis III.
0:10:34 Y tuvo dos hijos, el que fue después Luis XIV y el que después me síe, el hermano, un hermano que se empatizaba con los albañiles.
0:10:47 Y la historia no está segura que sea realmente Luis XIII el papá de esos dos hermanos.
0:10:58 Algunos señalan otras posibilidades.
0:11:06 Cardenal Masari, etc. etc.
0:11:09 La reina era Ana, no? Ana de Auguste.
0:11:13 Digo esto hablando de Enrique IV.
0:11:16 Y contemos para cerrar este informe.
0:11:19 Un informe sobre su hijo, o, supuesto, hijo, Luis XIV.
0:11:24 También era sucio.
0:11:26 El rey más exitoso de Francia.
0:11:29 Pero se bañaba únicamente cuando se lo prescribía el médico.
0:11:33 Y la crónica dice, cada mañana, como los gatos, el rey Sol se lustraba con saliva.
0:11:40 Muy esporádicamente usaba un algodón impregnado en alicol.
0:11:44 Y continúa la cronica.
0:11:47 Bajo las aparatosas pelucas del monarca, pululaba los piojos y datan de entonces unas artísticas, manos de marfil,
0:11:56 que rematan en un mango más o menos largo,
0:11:59 que servían para rascarse la cabeza de un modo digno sin que la peluca perdiera su original estructura.
0:12:07 Eran unas manitos chiquitas de marfil que te las ponía por debajo de la peluca y te rascaba.
0:12:12 Te rascaba sin hacer escándalo porque en eso reside la delicadeza.
0:12:21 Estas crónicas suelen gustar mucho a ciertos republicanos
0:12:28 que hacen consistir el republicanismo únicamente en eso.
0:12:33 En calumniar a los reyes y acusar a los roñosos, lo cual les hace un favor.
0:12:39 No es el problema que sean roñosos.
0:12:42 El problema de la monarquía, ese carácter injusto, iránico, de esa forma de gobierno
0:12:52 y los que los hacía detestables a los reyes era eso.
0:12:57 El absolutismo monarquio tiene otros aspectos mucho más terribles que la sociedad de los reyes.
0:13:04 Si te tienen cuenta que los republicanos que vinieron después tampoco eran tan limpios,
0:13:09 o lo eran sin que esto afectara el juicio del analista político.
0:13:18 Digo porque suele incurirse en la discusión política
0:13:25 en unas acusaciones que devienen en favor del acusado.
0:13:32 Acusan a un tipo, por ejemplo, de comarse las ESEs o de desconocer aspectos de la cultura elementales.
0:13:47 Todo el mundo habla de eso.
0:13:49 Es decir, de sus malos modales.
0:13:52 Los malos modales escandalizan algunos republicanos mucho más que la injusticia
0:14:02 o que el condenar a la exclusión a miles y a millones de seres humanos.
0:14:10 Pero no algunos republicanos que en realidad...
0:14:16 y de este.
0:14:19 Y algún modo son envidiosos el poder.
0:14:22 Dice, mirad qué roñoso, mirad qué grasa lo que comía, mirad qué fea la corbata que usaba.
0:14:31 Y eso no le importa a nadie más que a ellos.
0:14:35 Y muchas veces se han salvado algunos príncipes
0:14:40 de ser señalados oportunamente por lo que verdaderamente hacía mal
0:14:45 por prestar atención a estas minúsculas cuestiones
0:14:53 propias de pequeños burgueses, propias de gente que en realidad no odian la monarquía,
0:14:58 sino odian el hecho de no ser ellos los monarquías.
0:15:04 Así que, ojo, cuando ustedes le dicen que en el parácio de los ayer no había baños.
0:15:08 Bueno, yo le diré que, por ejemplo, en la Estación Retiro del Ferrocarril Pacífico,
0:15:14 hay baños y, sin embargo, los franceses no aceptarían cambiarnos el parácio de los ayer
0:15:22 por la Estación Retiro por muchos baños que hayubían.
0:15:28 Hemos ido a la discoteca y hemos contado estas historias para que nos dieran un disco adecuado.
0:15:34 El discotecario me dijo que consideraba que algunas personas sobrevaloraban la higiene.
0:15:41 Sí, él directamente la olvidó.
0:15:45 Sí, pero yo le di la razón.
0:15:48 Hay gente que está todo el tiempo hablando de las veces que se baña, ¿no?
0:15:52 Es como si tuvieran a higiene como la virtud principal.
0:15:58 Y no es la principal.
0:16:01 Él me dijo que llegado el caso se bañaba, pero que tampoco tenía una cosa así compulsiva
0:16:09 de que tener que bañarse cada día y enterar lo regular.
0:16:13 Ha sido un modo... ¿Cómo le dicen los ecuanalistas? Obsesivo compulsivo.
0:16:17 Sí, obsesivo compulsivo.
0:16:19 A mí me dijo... Y que se baña todos los días me dijo, Roló, mientras se rascaba contra la pared.
0:16:23 Es un obsesivo compulsivo.
0:16:27 No, el que se baña y no puede controlar una compulsión por baña.
0:16:31 Bueno, puede controlar, por eso se baña.
0:16:33 Muchas veces al día, muchas veces.
0:16:36 No, no es a partir de cuántas.
0:16:38 A partir de cuántas, exactamente.
0:16:40 A partir de qué número, una persona normal se convierte en obsesivo compulsiva.
0:16:45 A partir de qué baño.
0:16:47 El quinto.
0:16:48 No, no es el quinto.
0:16:49 El primero.
0:16:50 El segundo.
0:16:51 Entonces, estamos en una... el Casi concienza ley.
0:16:54 No, no es un Casi concienza ley.
0:16:56 Entonces, es algo que no puede...
0:16:58 A partir de qué número de repetición se considera que uno está en un Casi concienza ley.
0:17:04 La segunda vez que lo menciona.
0:17:07 Señores, vamos a escuchar entonces el disco que me dio el discotecario, que no es otro que este que les voy a nombrar ahora.
0:17:12 Que se llama... es una milonga.
0:17:14 Se llama la toalla mojada, justamente, que es un recurso higiénico.
0:17:19 Lídeas no es razonable.
0:17:22 Es una transacción entre el baño y el no baño.
0:17:28 Sí, más tirando el no baño.
0:17:30 No lo me baño, pero, cuantí menos, me paso una toalla mojada, me echa un poco de talco y adiós.
0:17:36 La toalla mojada canta Edmundo Rivero.
0:17:52 En un ambiente turbio de nocheras, cerca de la cañada, había un amilón del shantekler alias toalla mojada.
0:18:15 En un ambiente espeso de varones, sacadores de minas y malandras.
0:18:21 Había un tallador y lo llamaban por nombre Aldo Saravia.
0:18:27 No había escoluche ni peca ni acopera que no diera mancada.
0:18:44 Y a la chichito yupa la bajaba con su toalla mojada.
0:18:50 Por eso era famosa esa milonga.
0:18:53 Por ese Aldo Saravia, tallador de la vida, y de sus cosas por su pinta y su lávia.
0:19:12 Nunca hubo llomaría en sus acciones metaqueros de sacara mojada,
0:19:17 cuando en incursionaba papelitos de cidad de la mojada.
0:19:22 Por eso me gustaba la milonga de la toalla mojada.
0:19:28 Porque estaba el ambiente que yo quiero y el macho Aldo Saravia,
0:19:33 que le bajó hasta el nombre al shantekler con su toalla mojada.
0:19:46 Era el mundo rivero en la venganza, será terrible, la toalla mojada.
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