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6 de Junio de 2007

Sexto Tarquino, Hijo de Tarquino El Soberbio, rey de Roma

Transcripción automática

0:00:00 Mire, vamos a hablar de sexto el hijo de Tarquino, el rey de Roma, así que es una
0:00:08 historia terrible. Así que sitúémonos en Roma en la época de los reyes. Este
0:00:15 episodio sucedió poco antes de que la monarquía romana cagera cayó en el
0:00:22 año 509 a.C. la monarquía. Quiere decir que fue por la época de Tarquino en
0:00:28 Sobervio, el último de los reyes, el último de aquel rey que negoció con la
0:00:35 civila de Cúmas, si me acuerdo bien. Según parece la civila de Cúmas tenía unas
0:00:44 colecciones de libros misteriosos, unos libros misteriosos que
0:00:51 constituían nueve volúmenes y había así predicciones, instrucciones para dominar
0:01:00 los fenómenos climáticos, para adivinar el futuro, para curar las
0:01:05 enfermedades o para comprender el sentido del universo, ¿vaya a saber?
0:01:09 Entonces le ofreció al rey Tarquino en Sobervio, este, el último rey de Roma, por
0:01:15 más que el griego Caracacias crea que el último rey de Roma fue Tisoler el
0:01:19 Morocho, o sea que le hicimos creer mientras estudiábamos derecho romano con mi
0:01:24 amigo Fresa. Bueno, la civila de Cúmas se presentó ante el rey Tarquino y lo
0:01:31 ofreció las nueve colecciones de predicciones a un precio.
0:01:35 Tarquino dijo que no iba a comprarlo porque era excesivo ese precio y la civila
0:01:42 ahí nomás quemó tres colecciones y de nuevo le dijo que dan seis, me las compra al mismo precio.
0:01:54 Tarquino dijo no, ya le dije que es caro, ¡puh! quemó tres más y finalmente
0:01:59 Tarquino le compró las tres que quedaban por la misma edita por la cual hubiera
0:02:04 comprado nueve. ¿Qué demuestra esto?
0:02:08 Pésimo negociante Tarquino, pero no demuestra nada de todo el mundo.
0:02:15 Pero ese era Tarquino. Ahora bien, la historia de hoy se centra en el hijo menor de
0:02:21 Tarquino que se llamaba Sexto. Como veremos, Sexto ayudó a que su padre
0:02:29 perdiese el trono y el poder. Tito Libio, nuestro amigo Tito Libio, el historiador,
0:02:34 cuenta que Sexto se encontraba en las filas del ejército romano que sitiaba la villa de Ardea.
0:02:41 Con otros jóvenes nobles discutían en el descanso del asedio, en el asedio todo es descanso.
0:02:50 Bien, la ciencia que estudia los asedios y los sitios llama poliorcéptica y esta ciencia
0:03:03 enseña que en el asedio casi todo es descanso. Se trata de esperar cinco años a que se rendan.
0:03:10 Discutían entonces sobre la virtud de sus esposas, estos jóvenes nobles y soldados,
0:03:18 esposas asas que desde luego habían dejado en sus hogares. Como se ven los imbeciles han
0:03:24 existido siempre. Cada uno de los muchachos hacía al arde de su compañera, como si se tratara
0:03:32 de una posesión y efectivamente así era, dada las condiciones de los matrimonios romano.
0:03:38 Cada vez que alguien se jactaba de la fidelidad de su mujer, los que escuchaban gastaban bromas
0:03:49 al jactancioso diciendo que seguramente su esposa se estaría divirtiendo por ahí,
0:03:54 jaja, jaja, como ocurre ahora en las piserías con los hilastros. Mientras la mujer es verdadera,
0:04:04 mente se divierte con otros señores, lo cual me parece estupendo. Que otra cosa puede hacer
0:04:10 la mujer de un imbécil que discute la fidelidad de su mujer ante otros pastenacas en la pisería,
0:04:19 sino divertirse con otro señor que no tenga semejantes costumbres. Bueno, no importa.
0:04:26 Un día en medio de esta discusión que repetían cada noche, los soldados se pusieron de acuerdo
0:04:32 en presentarse sin previo aviso para sorprender a sus esposas y ver qué hacían durante la
0:04:37 ausencia de ellos. Muy mala idea. Eso es lo que hubiera dicho yo si hubiera encontrado
0:04:45 entre los sitiadores de Ardea. Y entonces abandonaron el sitio de Ardea que de cualquier
0:04:52 modo era cerca y llegaron a Roma. Fueron a Roma para ver qué hacían sus mujeres. Y parece
0:04:59 que cuando llegaron todas estaban borrachas en un banquete y todas en el mismo banquete,
0:05:05 además, para facilitar la tarea de este charlista. Y si hubieran estado todas en distintas orgías,
0:05:13 hubiera sido muy engorroso enumerarlas. Así que estaban todas en el mismo banquete,
0:05:20 borrachas todas también. Así que los que hablaban de virtud callaron y desengañados
0:05:27 marcharon después a Colatio, que era un pueblo cercano donde vivía un soldado que no tenía
0:05:33 la mujer en Roma ni en el banquete, desde luego, sino en Colatio. Se llamaba Colatino,
0:05:39 soldado hablando de Solariego. También debía verificarse el comportamiento de la esposa,
0:05:45 de este muchacho. Así que marcharon todos para Colatio. En Colatio los soldados se encontraron
0:05:51 con algo bien distinto de lo que había encontrado en Roma. Lucrecia, la mujer de Colatino, ¿qué
0:05:57 tal Lucrecia? Estaba sentada frente al fuego hilando con su sirvienta, tal como pedía la
0:06:06 estúpida moral de los hombres de Roma. Al ver llegar a los señores que acompañaron a su marido,
0:06:12 esta buena mujer trató de ofrecerles un recibimiento digno, que se trataba de una
0:06:18 dama muy refinada, muy fina, y preparó una cena para todos. Esa es virtud. Durante aquella
0:06:27 escena, Colatino, orgulloso, enrostró a los demás las buenas costumbres de Lucrecia y gozó del
0:06:36 triunfo. ¡Ah, ah, ah! Mi mujer, etcétera, mientras que las vi ustedes, etcétera.
0:06:47 Pero hoy no ha sucedido algo terrible. Entre los soldados que fueron a
0:06:53 a expiar a sus esposas, estaba sexto, el lamentado hijo del rey Tarquino.
0:07:01 Desde el momento en que el sexo vio a Lucrecia,
0:07:07 sintió por ella una pasión inconfesable. Inconfesable al menos a Colatino.
0:07:15 Y dice el cronista que tanta virtud e inocencia resultaban una tentación para la natural perversidad
0:07:28 del sexo. Entonces al otro día de la visita a Lucrecia, sexto volvió al campo de batalla
0:07:37 con sus compañeros, perió unos días más tarde en secreto, haciéndose el chancho rango,
0:07:46 se apartó de la hueste y marchó a Colatio. Se presentó en la casa de Lucrecia que lo
0:07:56 recibió sin desconfiar. Estaba hilando la mina. ¡Hola, hola! Dijo. No había visto en aquella
0:08:03 visita conjunta, ¿no? Y le ofreció al verguen a aquella casa y una cama en la habitación de los huéspedes.
0:08:11 Mala idea. Graso error. Sí. Hasta allí todo marchaba bien. Pero en medio de la noche,
0:08:24 tal como todos nosotros venimos sospechando. Se. Sexto. Se le pasó. Se deslizó hasta la cámara de
0:08:32 Lucrecia y leo a Tito Libio para no avergonzarme de mis propias palabras. Leyendo palabras
0:08:46 ajenas que ya la vergüenza de leer esto sea menor. Viste Tito Libio. Sexto se llevó la mano a la espada.
0:08:56 ¿Qué estaba en el campo de batalla? Sí. Y de pie junto al lecho despertó a Lucrecia
0:09:05 diciéndole silencio. ¿Cómo silencié? Estaba dormida. Por eso. Voy armado de Joséxto y te
0:09:19 mataré si dices una sola palabra. Lucrecia aterrorizada intentó inspirarle alguna piedad y
0:09:28 trató de que la dejara en paz. Pero Sexto empezó a hablarle de amor. Con la espada de la mano.
0:09:38 Sí. Intentó por medios todavía más o menos honestos conseguir sufires. Convencerla ahí.
0:09:45 De la orden de qué hermosa boca que tienes, etcétera. Sí, una más que te hace. Pero la
0:09:50 voluntad de Lucrecia continuó inquebrantable por no decir otra cosa. Entonces, sin paciente,
0:10:00 Sexto tuvo una idea. La amenazó con una muerte de sonrosa. Y le dijo que si continuaba resistiéndose,
0:10:09 la mataría. Y que después degollaría un esclavo y pondría el cadáver de este servidor
0:10:18 despojado de cualquier vestidura junto al cuerpo de ella. Es una cuartada. De este modo,
0:10:27 siguió diciendo Sexto, todo el mundo iba a creer que había sido sorprendida en el delito de
0:10:33 adultelio en ignominiosas circunstancias y castigadas luego. Era una amenaza de gestión
0:10:41 muy dificultosa. Pero bueno, Antella amenaza Lucrecia depuso su resistencia.
0:10:54 Cuando una joven se resiste a miserables como estos, parece que siempre dicen lo
0:10:59 mismo. Entrégate, mujer, si no, degollaré un esclavo y te mataré a ti para poner luego
0:11:07 a los dos de nudo sobre la cama para que todo lo arreo, etcétera. Con este modo, de esta
0:11:15 manera se termina la resistencia de cualquier dama honesta. Yo cada vez que quiero vencer la
0:11:24 resistencia de cualquier dama honesta le digo, oh mujer, etcétera. Entrégate a mis
0:11:40 borgos intentos o si no, degollaré un esclavo, etcétera. Pero ahora no hay esclavos.
0:11:46 Lo que necesita la amenaza es que uno le diga algo así. Bueno, Lucrecia depuso o se puso, no, depuso su resistencia.
0:12:04 Creí que había leído mal. Depuso su resistencia.
0:12:09 Sexto elipsis de ahora, ¿no?
0:12:14 Sexto abandonó la casa antes que despuntara el día. Cortaron justo ahí.
0:12:20 El director.
0:12:21 Cuesto que la amenaza impuso su resistencia, el director cortó.
0:12:27 Cuando Lucrecia estuvo sola, después que se fue sexo, envió mensajeros a su esposo colatino.
0:12:33 Y colatino volvió. Y ella les contó a sus sirvientes, antes que llegara colatino, me imagino, la historia de su dos honor.
0:12:44 No, a los parientes les contó, a los parientes, no, no se vieron.
0:12:47 Llamó a los parientes y los parientes trataron de tranquilizar, a ver cómo son los parientes.
0:12:53 Después la criticaron.
0:12:54 Sí, pero después recién entonces la hicieron buenas y se llenaron de compasión.
0:13:00 Los parientes le explicaron que ella no tenía ninguna culpa, etc.
0:13:05 En ese mismo momento, cuando los parientes se dieron vuelta o fueron a la cocina a buscar algo que se yo,
0:13:12 parece que Lucrecia tomó un cuchillo que los parientes se habían dejado olvidado y se atravesó el corazón.
0:13:20 Este suceso tuvo consecuencias políticas.
0:13:24 El pueblo romano indignado derrocó al rey, cuyo hijo, no, no se olvidemos del que sexto era el hijo de Tarquino,
0:13:32 cuyo hijo había cometido semejante crimen, porque todo se sabe.
0:13:37 Todo se sabe.
0:13:41 A partir de entonces, año 509, como hemos dicho, dio comienzo el tiempo de la República.
0:13:49 Empezaron a gobernar dos magistrados, dos cónsules, elegidos anualmente.
0:13:54 Dice Piedgrimal, en un trabajo llamado Amores Tempranos,
0:14:00 sin que se sepa si son amores transcurridos durante la adolescencia o de madrugada.
0:14:06 ¿Será Amores Tempranos o Amores Temprano?
0:14:11 Me parece con ese.
0:14:15 A mí me gustan mucho los Amores Tempranos y nada los Amores Tempranos.
0:14:26 Dijo Grimal que la violación de Lucrecia no fue la causa accidental de la expulsión de los redes.
0:14:32 En realidad los romanos estaban convencidos de que el crimen de secto era el resultado inevitable de la monarquía.
0:14:40 Les parecía ineluctable que un régimen que confiaba el poder a un hombre
0:14:44 le hiciera albergar a él y a todos los que se beneficiaban de sus privilegios
0:14:48 el desprecio de lo que se tenía por más agrado, que era la estabilidad y un matrimonio noble.
0:14:54 Pero la historia de Lucrecia encierra a otros asuntos.
0:14:59 La joven heroína de la Fidelidad con Jugal rechazó escuchar los consejos de los parientes,
0:15:06 que le habían eximido de toda culpa.
0:15:09 Lucrecia no admitió ninguna circunstancia atenuante, porque para ella su cuerpo había quedado mansillado.
0:15:17 Y ese cuerpo debía perecer.
0:15:20 Nada está más lejos del espíritu de Lucrecia que el platonismo amoroso,
0:15:25 que se extendió más tarde en Roma, que ponía el alma por encima del cuerpo,
0:15:31 autorizando todos los sofismas que ustedes quieran y todos los arreglos posibles a una ventua y culpa.
0:15:36 Lucrecia y el pueblo romano no admitían que una mujer pudiera pertenecer a varios hombres sucesivamente.
0:15:42 Incluso, aunque ellas estuvieran paradas por derechos legales,
0:15:46 en caso por ejemplo de haber quedado libre de la primera unión por muerte del marido,
0:15:50 la huesa de la carne pensaban ellos que era indeleble y comprometida para siempre.
0:15:57 Así pensaban en aquellos horribles tiempos y así piensan algunos ahora.
0:16:02 Es una historia terrible, la violación de Lucrecia por el hijo de Tarquino en soberbia sexto.
0:16:10 ¿A quién dedicaré esto, Roland?
0:16:13 Y a la pobrecita Lucrecia, una tragedia de la inmigración.
0:16:16 A la inocente Lucrecia.
0:16:18 Déjeme esa que de Lucrecia hablamos y dedicárselo a mi mamá, que se llama Lucrecia.
0:16:23 Por suerte no conocía ningún sexto.
0:16:26 Es una asociación caprichosa.
0:16:28 Es una asociación libre.
0:16:30 Bueno, de esto vivo.
0:16:32 Es una historia tan terrible.
0:16:34 Una madre siempre madre.
0:16:36 La llevó a un estremo.
0:16:38 Un hijo nunca debe llevar a la madre a este estremo.
0:16:41 No me hagas sentir culpable.
0:16:43 ¿De quién mamá?
0:16:45 Usted no viene bien hoy.
0:16:47 Me parece que no es mi día.
0:16:49 Es una analogía donde queda perjudicada su madre.
0:16:52 No sabes.
0:16:54 No hace nada, mi vieja.
0:16:56 Lo que dijo el hijo de la de Acampre.
0:17:01 Bueno, ya los que no se pasan ahí en el café hablando de cuánta virtud tiene eres un mujer,
0:17:07 en medio de hablar ahí vaya y disfrute un rato de su mujer.
0:17:10 Claro, es tan fácil es.
0:17:12 Es más fácil estar en el bar.
0:17:16 Por eso me ha gente.
0:17:19 Un tipo en el bar hablando con otros muchachos.
0:17:22 Es algo que me asusta mucho.
0:17:24 A ver por qué.
0:17:28 Yo vengo para que usted me lo explique.
0:17:30 Pero yo pienso en muchos muchachos hablando en un bar y riendo,
0:17:33 sea carcajada fuerte,
0:17:35 y me agarra el terror.
0:17:37 Especialmente si uno de esos muchachos soy yo.
0:17:42 Yo eso no quiero.
0:17:46 A mí me dan impresión Alejandro,
0:17:48 que a lo mejor usted le molesta.
0:17:50 Habrá notado usted como lo he notado yo supongo,
0:17:53 que en la mayoría de los casos donde se van esas reuniones
0:17:56 se hablan de cosas a las que uno ya tiene que renunciar.
0:17:59 O sea, se ve pasar mujeres que uno no va a tener.
0:18:02 Y usted dice, esa mina ya no es para nosotros.
0:18:05 Es decir, ese tipo de cosas que a uno le molestan.
0:18:08 Y digo, por eso uno se va a poner una niña.
0:18:10 Y yo digo, por eso no se va a poner una niña.
0:18:13 Es ese tipo de cosas que a uno le molestan.
0:18:15 Y digo, por eso uno se va a encontrar una reunión de condolina.
0:18:19 Yo me voy.
0:18:21 La reunión de perdedores va a usted.
0:18:29 Bueno, pero por eso usted no va a alvar ahí a tomar un café
0:18:32 y contarse aventuras ya pasadas.
0:18:36 Ni pasada ni presente ni futura.
0:18:38 Están ahí.
0:18:42 No sé qué hacen.
0:18:44 Uno es mortal. No puede perder tiempo así.
0:18:51 Ahora me están gustando usted a mí.
0:18:53 Pues yo de vez en cuando me tomo un café.
0:18:57 Están expereciendo tiempo de estar en un café con mujeres, por ejemplo.
0:19:02 Es mucho mejor una conversación con una mujer.
0:19:05 Es mucho mejor que una conversación con un tipo.
0:19:12 Si lo juro es mucho mejor.
0:19:14 Yo no tomo café con tipo.
0:19:18 ¿Vos justo le iba a invitar ahora la salida?
0:19:20 No, no. Ni siquiera con mis amigos.
0:19:22 Mis amigos son mis amigos.
0:19:24 No tengo por qué charlar con mis amigos.
0:19:26 ¿Qué es la conversación?
0:19:28 ¿Somigos son mis amigos?
0:19:30 Estás como mis parientes.
0:19:34 Yo sé con mujeres.
0:19:36 Y nadie con ver eso.
0:19:40 Trate de ponerme de novio con cada una que conversa conmigo.
0:19:45 Yo siempre me estoy ahí tomando un café.
0:19:49 En una de esas.
0:19:51 En una de esas se cae el techo encima.
0:19:56 Produce un terremoto.
0:19:58 Y caemos los dos bajo la mesa abrazado.
0:20:04 Y yo sabré estar a altura de la circuita.
0:20:08 Que no hay muchos terremotos.
0:20:12 ¿Aca no?
0:20:14 En un tiempo...
0:20:18 Algunos eran capaces de producir sus propios terremotos.
0:20:22 En algunos cafés.
0:20:25 Un buen enamorado.
0:20:27 Si no se produce el terremoto lo produce.
0:20:29 Te va a tomar un café con una mina.
0:20:31 Con la cual no va a pasar absolutamente nada.
0:20:34 Y ante la ausencia de movimientos telúricos
0:20:38 el tipo hace temblar la tierra.
0:20:42 Y ese es un buen enamorado.
0:20:44 Un tipo que sepa que está en su propio terremoto
0:20:47 para poder caer abrazado bajo la mesa
0:20:51 con una mina con la cual no va a pasar nada.
0:20:54 Ese es un buen enamorado.
0:20:56 En cambio el mal enamorado está en la pisería con sus amigos.
0:21:00 Hay algunos peores.
0:21:03 Algunos peores que el terremoto se está dando y el tipo no se da cuenta.
0:21:07 Hay de eso también.
0:21:09 Y es por pasa que hay una especie de pena.
0:21:14 Dediquemos también esto a los de la Villa de Ardea
0:21:18 que están siendo sitiados en este momento
0:21:20 porque el sitio nunca se levantó entre una cosa y otra.
0:21:22 ¿Cómo que nunca se levantó?
0:21:23 Si olvidaron de levantar el sitio y que deberon ahí sitiados.
0:21:28 ¿A colatino no?
0:21:31 A colatino se van todos los amigos a ver cómo la mujer estaba bailando.
0:21:34 Y le hacía ser puxero después a las mujeres.
0:21:37 Y a ver, hágase un puxerete acá a los amigos que tenemos que conversar.
0:21:43 Y después miraba a los amigos y dice,
0:21:45 ¿Ve? Ese es abierto.
0:21:46 Bueno, eso es una porquería.
0:21:50 Qué puxero ni nada.
0:21:52 Anda la fonda si quieres puxeros.
0:21:54 Bueno, pero como Lucrecia era, se nos ha dicho,
0:22:01 una dama de la nobleza, una mujer muy fina y muy delicada.
0:22:07 Hemos elegido el tango Milonga fina, cantado por Jorge Vidal,
0:22:12 siendo hecho para homenajear a esta clase de dama virtuosa.
0:22:20 Milonga fina, canta por Jorge Vidal.
0:22:51 Es trajemicio de percadillas y la puntilla del delante.
0:22:58 El moño rojo que te ponía, cantaba el hijo tango que toco
0:23:06 y a aquellos novios que te traían cuando volvías a patar vos.
0:23:14 Ya no enllanto tu presencia, de mirar el arrabal,
0:23:22 la dejante, la creencia, el pobrecilla por tu mar.
0:23:29 Ya no pasaste el pador hora, camino del alma ser
0:23:37 y un pobremoso que llora solamente por tu bien.
0:23:44 Ya no te ronan la misia dura.
0:23:48 Hoy por la vida te pongo al balón, te poní un poquito más de amargura
0:23:55 que con tu reza le simularé para engrupirte para mi madre.
0:24:03 Por como aquello ya pasó, haría que el mocido que por amarte
0:24:11 con digas triste, pobre murió.
0:24:20 Te declaraste, Milonga fina, cuando la fuiste con aquel guil
0:24:28 que te engrupía con rocaína y te sevaba al armenonbir.
0:24:35 En cuanto al compás y un tango canero, iba viviendo la realidad
0:24:43 y los chamullos de un milongueiro fueron tu ruina, fueron tu mal.
0:24:58 En la venganza será terrible, nos escuchaba Jorge Vidal interpretando Milonga fina.

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