Transcripción automática
0:00:00 Continuamos en la venganza a ser aterribles por M750, hoy estamos sin público, pero recuerden que jueves y viernes, o sea, mañana y pasado, haremos la matine a las 8 de la noche.
0:00:16 Los esperamos en Venezuela, 3.30, en el auditorio Caras y Caritas.
0:00:21 Hablaremos esta noche de Shinobi Diatripa.
0:00:27 ¿Quién era este hombre? Preguntarán ustedes.
0:00:29 ¿Quién era este hombre?
0:00:30 Bueno, Diatripa había nacido en el Alto Egipto, allá en el pueblo que se llamaba Shena Dole, y hoy se llama Shesiret, al norte de Ashmoons, en el año 333.
0:00:43 Era aquella región donde por aquel entonces solían refugiarse a ermitaños, asetas, hombres santos, que buscaban la paz de aquellos desiertos para estar más cerca de Dios.
0:00:59 Los padres de Shinobi eran muy pobres y ya desde joven mandaron al muchacho a cuidar vacas, vacas ajenas, por cierto.
0:01:09 Un día cuando tenía 8 años, los padres notaron que Shinobi no volvía a su casa luego del trabajo.
0:01:18 ¿Qué le estará pasando al bueno de Shinobi que no regresa a su domicilio luego de su tarea?
0:01:26 Entonces lo fueron a buscar y descubrieron que estaba hundido desde hacía largas horas hasta el cogote en un canal de riego rezando.
0:01:36 Parece que había adquirido estas prácticas luego de varios encuentros con un peregrino cristiano de que no tenemos otras noticias.
0:01:46 Por esos tiempos ya se habían establecido algunos monasterios cristianos y así fue como dejaron a Shinobi convertirse en monje.
0:01:55 Y lo mandaron junto a un tío llamado Bugul que pertenecía a un monasterio por ahí por Genadole, que daba en la montaña de Atribis.
0:02:08 Cuando el muchacho llegó a aquel monasterio, quiso practicar la ascesis, es decir, convertirse en una seta.
0:02:19 A los 16 años había ayunado tanto el pobre que según sus biógrafos tenía el cuerpo totalmente seco, seco como pastel de polaco.
0:02:30 Y la piel adherida a los huesos, no comía más que una vez por semana y lo hacía de una manera terrible.
0:02:38 Parece que metía un ospedazo de marroco en una botella y resolvía no comer más que aquellos cachos de pan que podía casar con los dedos.
0:02:50 Es decir, que la mayoría de los pedazos le quedaban adentro la botella y no se los lastraba.
0:02:57 Agregaba a todo esto alguna otra práctica como por ejemplo atarse a una cruz y permanecer suspendido en ella una semana antiga.
0:03:07 O si no leía constantemente, lo cual no quiero decir que sea una actividad tan autoflagelante como el anterior, ¿no?
0:03:15 Tenía la pretensión de fundar su propio monasterio y regir a los monjes según su propio dictamen.
0:03:25 En realidad todo esto tenía un fin, atacar al paganismo.
0:03:31 Snowdy odiaba a los paganos que todavía quedaban por aquella región.
0:03:37 Cinco años más tarde se alejó de su tío Bugul, erigió su propio lugar de culto y comenzaron a caerle monjes que se alinearon bajo su prédica.
0:03:50 A diferencia de todos los monasterios o asentamientos acéticos Snowdy empleó la violencia, y leó una disciplina monástica básicamente de repulsa a toda individualidad.
0:04:09 Por ejemplo, en el monasterio Snowdy toda ascesis, toda mortificación, incluso toda plegaria individual estaba prohibida.
0:04:20 Las oraciones se hacían colectivamente. Los ayuros eran en grupo, y los practicantes debían llevar idéntico ropaje y debían ejecutar gestos análogos en el oficio, en el refectorio, en cualquier parte.
0:04:37 Debían anigilarse en el montón, sumergir la propia individualidad en las actividades del grupo.
0:04:47 Snowdy quería lograr, según decía, un alma colectiva, que no es un mal título para un bolero, y dispuso una serie de reglas y ejercicios que moderaban no solo las almas sino también los cuerpos, hasta unificarlos.
0:05:06 Él pretendía uniformar hasta los movimientos más sutiles. Sus monjes debían ser capaces de conservar las mismas posturas, el mismo gesto en todas las actividades.
0:05:20 Por ejemplo, cuando sonaba el llamado al oficio o al refectorio, los monjes debían abandonar inmediatamente su trabajo, inmovilizarse y esperar la segunda llamada que venía un rato después.
0:05:35 Snowdy castigaba despiadadamente a todo monje al que sorprendía, prosiguiendo algún gesto después del aviso.
0:05:48 Venía el aviso y vos te seguías moviendo, te la daba.
0:05:51 Pero es que estos que vienen con inercia, ¿verdad?
0:05:53 Bueno, ahora va a ver qué es lo que pasó. Parece que un día la llamada sorprendió a un monje panadero en el preciso momento en que metía leña en el horno.
0:06:06 Entonces tuvo que quedarse con la mano adentro, inmovil en esa postura, hasta que sonó la segunda llamada. Y entonces retiró la mano completamente quemada.
0:06:21 Esto, con respecto a la unificación física, con respecto a la unificación espiritual, había cierto número de prohibiciones, no se podían usar pronombres posesivos, nada de mitus uno.
0:06:36 Estaba prohibida la risa también.
0:06:39 El simple hecho de reír exponía al monje a un palazo. Te reías te daban un palo. El castigo se hacía con un palo naturalmente y los palazos a veces provocaban la muerte del tipo.
0:06:53 Por ahí vos te reías, venías Snowdy, te surtía un palazo y te liquidaba. A esto le llamaba unificación espiritual.
0:07:03 Snowdy inspiraba tal terror a sus monjes que todos salían rajando cuando él agarraba el palo o daba señales de enojo.
0:07:13 No era precisamente el método de Zampiazier, el que aplicaba este maestro así, pero el caso es que con esa disciplina Snowdy de Atreipa había formado más que un grupo de monjes un ejército.
0:07:28 Un ejército terrible porque Snowdy no solo violentaba sus monjes, sino que tenía por costumbre atacar los templos paganos que sobrevivían en los alrededores de Asmum.
0:07:39 Al principio parece que solo se le agarró contra los cultos y los edificios.
0:07:44 Se contentaba con interrumpir las plegarias o entrar al templo, tirar tre o cuatro estatos, afanarse algunos objetos preciosos.
0:07:55 Pero después directamente arremetieron contra aquellos que profesaban el paganismo.
0:08:00 Es decir, ya no entraban al templo a interrumpir el culto o a romper tres o cuatro estatuas, sino agarraban a los que tenían fama de paganos y se les hacían pagar.
0:08:10 Por decirme, me permite el chiste.
0:08:12 ¿O los fajaban o los mataban?
0:08:15 La verdad es como hemos dicho, algunos emperadores de Visancio, Teodosio, El Grande y sus sucesores no hicieron mucho para impedir a aquellos actos realizados bajo el estandarte de critos, sino más bien los prohibijaban.
0:08:33 Entonces los paganos de Asmum y los pueblos vecinos temblaban al solo escuchar el nombre de Snowdy y Atripa.
0:08:44 Un día, el muchacho con sus seguidores atocó una estatua que emitía oráculos y entonces a ella se juntaban muchos paganos.
0:08:54 Se originaron unas peleas que pronto degeneraron en matanzas y los monjes en los que sigo de furor le prendieron fuego a las casas, saquearon la ciudad y degociaron a todo el que encontraron en la calle.
0:09:09 Todo esto en nombre de la piedad.
0:09:15 Nada detuvo a Snowdy en aquella locura exterminadora, hasta que en el año 446, recuerde que había nacido en el 333.
0:09:25 Por esos tiempos Snowdy estaba saqueando un templo pagano de la tebaida y en un momento los atacados tomaron algunas de las piedras de sus estatuas y la pidaron al monje cuando emprendía su lenta retirada.
0:09:43 Era una retirada lenta porque tenía 113 años de edad.
0:09:47 Imagino yo que le diría a sus compañeros más rápido, no corran que es peor.
0:09:55 Snowdy es solo un ejemplo de los centenares de Monkeys que llano como los pacíficos asetas de quienes hemos hablado muchas veces, que se autocastigaban por haber matado un mosquito.
0:10:12 De un modo violento entraron en los desiertos egipcios para destruir los vestigios y un paganismo que todavía sobrevivía.
0:10:21 Mucha vez que si los cristianos fueron tratados con intolerancia en los primeros siglos, la intolerancia con que volvieron el golpe fue proverbiada.
0:10:32 Bueno, también hemos dicho que con todas las ventajas filosóficas y morales de los monoteismos, estas corrientes religiosas vinieron a instalar un rigor y una intolerancia que antes se conocían poco.
0:10:47 La otra cuestión interesante que podemos extraer de esta historia es que comer una vez por semana y mal permite que uno viva hasta los 113 años.
0:10:59 Bueno, se me dirá que esa tampoco es vida, pero no está mal, sin aquel desierto.
0:11:04 Mal atendido, en una época de enorme dificultades, este hombre llegó a los 113 años, quiere decir que no se murió hasta esa edad.
0:11:15 Sí, señor.
0:11:17 Yo prefiero el asetismo manso de los que se quedan largas y largas horas suplicando a la cruz.
0:11:59 Mojé mis dedos en la pila bendita de sus ojos.
0:12:10 La señal de la coru con sus ladrimacines se marchaba muy lejos el amor de mi vida.
0:12:27 De que des sus besos, de que des sus besos o al paloma de la vida.
0:12:38 Volveré, me decía ahora.
0:12:47 No puré sus consejos seguir.
0:12:55 Y a una cruz, solitar en el calvo, le pedimos rezando de no viajar hasta el fin.
0:13:17 Quiere tan solo como quedan los piros el invierno.
0:13:28 Como quiera el rosar cuando no tiene rosas.
0:13:37 Con la paz residencial escondida en la sombra, añorando su ausencia,
0:13:46 y abrazado a su cosa.
0:13:56 Volveré.
0:14:05 Volveré.
0:14:16 Quiera el mundo rivero en la venganza será terrible suplicando a la cruz.
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