Transcripción automática
0:00:00 Señores, hablaremos entonces de un personaje llamado Snowry de Atripa.
0:00:06 Se preguntarán ustedes quién es.
0:00:08 No, no, ciertamente no forma parte de las 40 del maso.
0:00:12 Pero está dentro de los ermitaños, asetas, que poblaron los desiertos egipcios,
0:00:18 allá por el siglo IV y V, de los que hemos hablado muchas veces, Simón el Estilita.
0:00:26 Parece más bien el nombre de un peluquero, pero es estilita y no estilista, como dice aquí.
0:00:31 El viejo Macario, Pacomio, un montón de tipos.
0:00:37 Vamos a situarnos.
0:00:40 A unos 100 kilómetros al sur de Alejandría, donde se extendían los desiertos que los griegos llamaban Denitrea,
0:00:48 un nombre que provenía de los lagos de Nitro, esparcidos en la región,
0:00:52 y que los egipcios utilizaban para embalsamar a los muertos.
0:00:56 En aquel lugar no había más que serpientes, cocodrilos y cada tanto un árbol.
0:01:04 Los árabes llamaban a la región Bajar Bajama, lo que quiere decir Marcinagua.
0:01:11 Y Marcinagua es nada.
0:01:13 Como sabemos allí se instalaron los primeros asetas cristianos,
0:01:18 el ya mencionado Simón, Pacomio y Macario.
0:01:22 De Macario hablamos no hace mucho, contamos la historia del mosquito,
0:01:28 por eso es que al viejo Macario lo pico un mosquito,
0:01:31 y entonces movido por el dolor de la picadura, lo aplastó al mosquito.
0:01:38 Y sintió una enorme culpa.
0:01:41 Se acusó de haberlo hecho por venganza y resolvió entonces castigarse.
0:01:48 Permaneció duro el móvil seis meses en un pantano cercano,
0:01:52 pantano en el que cundían unos mosquitos del tamaño de un helicóptero.
0:01:57 Bien, allí estuvo inmóvil y desnudo el viejo Macario,
0:02:03 abrumado por la culpa y por los mosquitos,
0:02:05 que lo dejaron en un estado tal que cuando se reintegró a su comunidad,
0:02:09 creyeron que se había pescado una lepra los asetas vecinos.
0:02:14 En otra oportunidad, digo esto para demostrar su desapego por las posesiones mundanas,
0:02:18 llegó a la casa o al lugar que podíamos llamar su casa, que era un lugar muy misio,
0:02:24 y había unos chorros que lo estaban desvarejando.
0:02:27 Entonces él se apuró, se metió en la casa,
0:02:31 los corrió con un par de chancletas, y no para castigarlos,
0:02:36 sino porque se las habían olvidado de afanar.
0:02:39 Ese era Macario, el viejo de quien no hablaremos hoy, hoy hablaremos de otro.
0:02:44 Amor a día de siglo IV había todavía paganos en todas las regiones del Imperio Román.
0:02:51 En ese mismo siglo fue que se oficializó el cristianismo por medición de Contantino,
0:02:57 por medición no, sino por mediación, será.
0:03:00 Aquel que vio en el cielo una cruz con este signo en será, se convirtió,
0:03:05 y hizo oficial el cristianismo en todo el Imperio.
0:03:09 Pero todavía había paganos por todas partes.
0:03:12 El paganismo estaba agonizando, como dice Michelet,
0:03:16 pero los dioses no siempre mueren con violencia.
0:03:20 En algunos pueblos se ha dado que los dioses murieran sin escándalos, sin matanza,
0:03:27 dejándose simplemente absorber por los nuevos dioses.
0:03:31 Y hasta hay una época, alguien dice y probablemente margarí yolcenad,
0:03:37 que en el siglo I casi nadie creía en los dioses paganos.
0:03:43 Y sin embargo, todavía no estaba el cristianismo.
0:03:48 Así que, dice la yolcenad, la humanidad estaba sola.
0:03:54 Bueno, aquí donde nos vamos a instalar hoy, en los desiertos al sur de Alejandría,
0:04:01 hubo violencia, efectivamente hubo violencia, muchachos.
0:04:05 Aquí los dioses paganos fueron perseguidos,
0:04:08 incluso por algún emperador vizantino del que no hablaremos hoy.
0:04:11 Y entonces vamos a contar en este contexto,
0:04:14 quién demonios era Shnoudiri Atripa.
0:04:18 Este muchacho había nacido en el Alto Egipto,
0:04:22 en el pueblo que se llamaba Yenadolé,
0:04:24 y hoy se llama Yezire al norte de Yermund, en el año 333.
0:04:29 Sus padres eran muy pobres y ya desde joven mandaron a este chico, Shnoudiri,
0:04:34 a cuidar vacas, ajenas, por cierto.
0:04:37 Un día cuando tenía ocho años,
0:04:39 sus padres notaron que Shnoudiri no volvía a la casa, luego del trabajo.
0:04:45 ¿Qué le estará pasando al bueno de Shnoudiri?
0:04:48 Que no regresa su domicilio luego de la tarea, dijeron.
0:04:53 Entonces se los fueron a buscar y descubrieron
0:04:55 que estaba ondido desde así a largas horas
0:04:57 hasta el cuello en un canal de riego rezando.
0:05:00 Parece que había adquirido estas prácticas
0:05:03 luego de varios encuentros con un peregrino cristiano
0:05:06 del que no tenemos otras noticias.
0:05:08 Por esos tiempos ya se habían establecido
0:05:11 algunos monasterios cristianos.
0:05:13 Así fue como dejaron a Shnoudiri convertirse en monje.
0:05:17 Se llamaba que se haga monje.
0:05:19 Y lo mandaron junto con un tío llamado R'gul,
0:05:22 que pertenecía a un monasterio cercano para que lo cuidara.
0:05:29 Cuando llegó aquel monasterio, Shnoudiri quiso practicar la ascesis,
0:05:33 es decir, convertirse en una seta.
0:05:36 A los 16 había llunado tanto el pobre,
0:05:39 que según sus geógrafos tenía el cuerpo totalmente seco
0:05:43 y la piel adherida a los huesos.
0:05:46 No comía más que una vez por semana.
0:05:49 Ay, me dan un sé qué.
0:05:51 Me estoy enfermando.
0:05:53 Y lo hacía de una manera terrible.
0:05:55 Parece que metía unos pedazos de pan en una botella,
0:05:59 agarró un marroco, cortaba unos pedazos
0:06:01 y lo metía dentro de una botella.
0:06:03 Y resolvía no comer más que aquello cacho de pan
0:06:06 que podía casar con los dedos.
0:06:09 Metía los garfios y el que agarraba lo comía.
0:06:13 Pero muchos cachos de pan les quedaban adentro.
0:06:16 Se demoraba toda la semana sacando los panes.
0:06:18 No, no se demoraba.
0:06:19 Los que quedaban adentro no se los comían, no se los lastraba.
0:06:22 Agregaba a todo esto alguna que otra práctica,
0:06:25 como por ejemplo atarse a una cruz
0:06:27 y permanecer suspendido de ella una semana entera,
0:06:30 o si no, leía constantemente lo cual no quiere decir
0:06:35 que sea una actividad tan autoflagelante como la anterior,
0:06:38 o sea, algo en algunos libros que andan por allí.
0:06:41 Tenía también la pretensión de fundar su propio monasterio
0:06:45 y regir a los monjes según su propio dictamen.
0:06:49 En realidad todo esto tenía un fin.
0:06:51 Atacar al paganismo.
0:06:53 Sinaudi odiaba a los paganos,
0:06:55 que todavía, como se ha dicho, andaban por la región.
0:06:58 Cinco años más tarde, aunque no sé cinco años más tarde de qué,
0:07:01 probablemente cinco años más tarde,
0:07:03 del momento en que entró al monasterio,
0:07:06 se alejó de su tío Gull,
0:07:08 erigió su propio lugar de culto
0:07:11 y comenzaron a llegarle monjes
0:07:14 que se alinearon bajo su prédica.
0:07:17 A diferencia de otros monasterios o asentamientos acéticos,
0:07:21 Sinaudi empleó la violencia redondamente
0:07:25 y dio una disciplina monástica
0:07:28 de repulsa a toda individualidad.
0:07:31 Por ejemplo, en el monasterio de Sinaudi,
0:07:33 toda asesis, toda mortificación,
0:07:36 incluso la plegaria individual,
0:07:39 estaban prohibidas.
0:07:41 Las oraciones se hacían colectivamente.
0:07:44 Los ayunos eran en grupo.
0:07:46 Los practicantes debían llevar un ropaje idéntico todo
0:07:50 y debían ejecutar gestos análogos en el oficio,
0:07:53 en el refectorio, en cualquier parte.
0:07:55 Nada de individualidad.
0:07:57 Debían aniquilarse en el montón,
0:08:01 anonadarse, sumergir la propia individualidad
0:08:04 en las actividades del grupo.
0:08:07 Sinaudi quería lograrse, en una, él decía,
0:08:10 un alma colectiva que no es mal título para un bolero
0:08:14 y dispuso una serie de reglas y ejercicios
0:08:18 que modelaban no solo las almas,
0:08:20 sino también los cuerpos hasta uniformados.
0:08:24 Y él pretendía unificar hasta los momentos más sutiles.
0:08:28 Sus monjes debían ser capaces de conservar las mismas posturas,
0:08:32 el mismo gesto en todas sus actividades.
0:08:35 Por ejemplo, cuando sonaba el llamado a oficio...
0:08:40 Mejor, no es un buen llamado oficio.
0:08:46 O al refectorio, los monjes debían abandonar
0:08:49 inmediatamente su trabajo,
0:08:51 cualquier cosa que estuvieran haciendo.
0:08:53 Inmovilizarse y esperar la segunda llamada un rato después.
0:09:00 Sinaudi castigada despiadadamente a todo monje
0:09:04 al que sorprendía prosiguiendo un gesto después del aviso,
0:09:09 como en aquel juego.
0:09:10 Ya, el cigarrillo 43.
0:09:11 Claro, 2, 3, cigarrillo 43.
0:09:17 Bueno, se puede conjeturar que esto daba lugar a situaciones difíciles.
0:09:21 Parece que un día la llamada
0:09:26 sorprendió a un monje panadero
0:09:29 en el mismo momento en que metía leña en el horno.
0:09:32 Y parece que tuvo que quedarse con la mano adentro del horno.
0:09:36 No es una metáfora.
0:09:38 Inmovil en esa postura,
0:09:40 hasta que llegó la segunda llamada.
0:09:44 Y entonces retiró su mano ya completamente quemada,
0:09:48 pobre panadero.
0:09:49 Esto con respecto a la unificación física.
0:09:53 Con respecto al espíritu,
0:09:55 había un cierto número de prohibiciones.
0:09:57 No se podían usar pronombres posesivos.
0:10:01 Nada de mi y tu su.
0:10:03 Estaba prohibida la risa también.
0:10:05 El simple hecho de reír
0:10:08 exponía al monje a un palazo.
0:10:12 Castilla se hacía con un palo
0:10:14 y los palazos a veces provocaban la muerte del tipo.
0:10:19 ¿El que pegaba el palazo estaba fuera de toda uniformidad?
0:10:22 No, era Xnaudi.
0:10:23 Claro, es el que vijí.
0:10:24 No, él no.
0:10:25 Él sí estaba fuera.
0:10:26 Él era él.
0:10:27 Vos te reías, venías Xnaudi,
0:10:29 te surtí un palazo y te liquidaba.
0:10:31 Y a éste les llamaba unificación espiritual.
0:10:35 Xnaudi inspiraba tal terror.
0:10:37 Imagínense que todos los monjes salían rajando
0:10:40 cuando el tipo agarraba el palo
0:10:42 o daba señales de enojo.
0:10:44 Bueno, no era precisamente el método de Jean-Pierier
0:10:48 que aplicaba ese maestro,
0:10:50 pero el caso es que con esa disciplina,
0:10:52 Xnaudi y la tripa,
0:10:53 había formado más que un grupo de monjes un ejército.
0:10:57 Un ejército terrible,
0:10:58 porque Xnaudi no solo violentaba sus monjes,
0:11:01 sino que tenía por costumbre
0:11:03 atacar los templos paganos
0:11:05 que sobrevivían en el barrio.
0:11:08 Al principio parece que sólo se le agarró
0:11:11 contra los cultos y los edificios,
0:11:13 no contra los cultos, las personas cultas,
0:11:15 sino contra los cultos religiosos.
0:11:21 Se contentaba con interrumpir las plegarias,
0:11:24 entraba el templo y tiraba bajo tres, cuatro estatuas.
0:11:28 O sea, afanaba objetos preciosos,
0:11:30 pero después ya no le fue suficiente
0:11:34 y entonces se arremetían
0:11:36 contra aquellos que profesaban el paganismo.
0:11:38 Es decir, ya no entraba a interrumpir el culto
0:11:40 o a romper tres o cuatro estatuas,
0:11:42 sino que agarraban a los que tenían famos paganos
0:11:45 y se le hacían pagados.
0:11:49 ¿Lo te fajaba o no te mataba?
0:11:51 La verdad es que, como se ha dicho,
0:11:53 algunos emperadores de Bizancio, Teodosio,
0:11:56 por ejemplo, y sus sensores
0:11:58 no hicieron mucho para impedir
0:12:00 aquellos actos realizados
0:12:01 bajo el estandarte del Cristo,
0:12:02 sino que más bien los prohibaban aquello saco.
0:12:06 Y entonces los paganos de Asmung
0:12:08 y los pueblos vecinos
0:12:10 temblaban al solo escuchar el nombre de
0:12:12 Shnoudi Datripá.
0:12:14 Vos te parabas en la calle y decías
0:12:16 Shnoudi Datripá
0:12:18 y todos temblaban.
0:12:21 Un día, parece brasileiro, ¿no?
0:12:24 Shnoudi Datripá.
0:12:28 Un día Shnoudi y sus seguidores
0:12:30 atacaron a una estatua que emitía oráculos
0:12:33 y en torno a la cual se juntaban muchos paganos.
0:12:36 Bueno, hubo unas peleas,
0:12:39 pronto degeneraron en matanzas
0:12:41 y los monjes, enloquecidos de furor,
0:12:44 le prendieron fuego a las casas,
0:12:46 saquearon la ciudad
0:12:48 y degollaron a todo el que encontraban en la calle,
0:12:51 en nombre de la piedad.
0:12:53 Nada detuvo a Shnoudi
0:12:55 en aquella locura exterminadora
0:12:58 hasta el año 446.
0:13:01 Recuerde, sé que había nacido en el 333.
0:13:05 Por esos tiempos Shnoudi
0:13:07 estaba saqueando un templo pagano en la tebaida
0:13:10 y en un momento los atacados
0:13:12 tomaron algunas de las piedras
0:13:14 y la pidaron al monje
0:13:17 cuando emprendía su lenta retirada.
0:13:20 Era una retirada lenta porque tenía 113 años de edad.
0:13:24 Imagino yo que les diría a sus compañeros
0:13:27 más rápidos, no corran, que es peor, lo que sé.
0:13:30 Y Shnoudi es sólo un ejemplo
0:13:33 de los centenares de monjes
0:13:35 que llanó como los pacíficos asetas
0:13:38 de quienes hemos hablado,
0:13:40 que eran tipos que se autocastiaban
0:13:42 por haber matado un mosquito.
0:13:44 No, tipos que, de un modo violento,
0:13:46 entraron en los desiertos egipcios
0:13:48 para destruir los vestigios de un paganismo
0:13:51 que aún sobrevivía.
0:13:54 Hemos dicho muchas veces que, si los cristianos
0:13:56 fueron tratados con intolerancia en los primeros siglos,
0:13:59 particularmente por los emperadores romanos,
0:14:02 después la intolerancia con que le volvieron el golpe
0:14:05 fue también muy intensa.
0:14:11 Y una moralega que podemos extraer de aquí
0:14:14 es que comer una vez por semana y mal
0:14:17 permite que uno viva hasta los 113 años.
0:14:22 Si le parece que esto es vida, ¿no?
0:14:28 Y si en aquel desierto mal atendido
0:14:31 en una época de enormes dificultades
0:14:33 para sobrevivir,
0:14:35 este hombre llegó a los 113 años,
0:14:37 quiere decir...
0:14:42 Que vivió hasta esa edad.
0:14:44 No sé qué quiere decir.
0:14:46 Hemos ido al discoteque,
0:14:50 le contamos esta historia...
0:14:53 ¿Qué da tiene el discoteque?
0:14:55 El discoteque creo que tiene a los 56.
0:14:58 Ah, pues parece más.
0:15:00 Ahora le aseguro que no come una vez por semana.
0:15:03 Estas siempre con un sangro, de salames.
0:15:05 Sí, cada 10 minutos.
0:15:09 Y él me dijo que estaba haciendo una dieta.
0:15:14 La dieta de la luna.
0:15:16 ¿Y cómo es la dieta de la luna?
0:15:17 Cuando hay luna llena, no comes nada.
0:15:19 Ah, pero cada 28 días es eso.
0:15:21 Sí, pero no sé si da.
0:15:24 Él dijo... me dijo que también,
0:15:26 así como el viejo Macario,
0:15:29 le habían entrado a robar.
0:15:32 Y nada más, ahí terminó la analogía.
0:15:35 Pero si le tenía que dar un disco,
0:15:36 ¿qué se llevaron los discos?
0:15:38 No, no, no, pero me contó.
0:15:40 No veo que había unos ladrones que le robaron.
0:15:43 Macario, él también,
0:15:44 él siempre tiene algo mejor para contar.
0:15:48 Me dijo que el lugar donde él vivía también era muy humilde,
0:15:51 y entonces me dio un disco.
0:15:53 El bulín de la calle Ayacucho,
0:15:55 porque según él me explicó,
0:15:56 él vive en la calle Ayacucho,
0:15:59 en una casa muy humilde.
0:16:03 Le expliqué que la calle Ayacucho
0:16:05 no tiene casar muy humilde.
0:16:08 Y él me explicó que él vivía
0:16:12 a 72 cuadras de la estación San Fernando,
0:16:16 en una calle que se llama Ayacucho.
0:16:18 Ah, ya en su...
0:16:19 Sí, en todos los lugares del conurbano,
0:16:21 en las calles que se llaman Ayacucho,
0:16:23 Alvear,
0:16:25 no vivo en la avenida, en Alvear, imagínate.
0:16:28 Claro, Alvear, ¿de dónde?
0:16:30 En Alvear, casi esquina, 147 bis.
0:16:33 Bien, señores,
0:16:36 vamos a escuchar entonces a Jorge Vidal,
0:16:38 en este tango, el bulín de la calle Ayacucho,
0:16:41 que describe las humildes viviendas
0:16:43 de los aceitas.
0:16:51 El bulín de la calle Ayacucho,
0:16:56 que en mi tiempo derral alquilaba,
0:17:00 el bulín que la barra buscaba,
0:17:04 va a caer por la noche adivía,
0:17:08 el bulín donde tanto muchachos
0:17:12 en sus rachas de vida culera,
0:17:16 encontraron marroco y cazrera,
0:17:20 rechiflados parecen llorar.
0:17:24 El primus no me faltaba,
0:17:28 con su caja de agua riente,
0:17:32 y a mi en los agujeros
0:17:36 que me dieron en mi casa,
0:17:40 y a mi en los aguacanientes,
0:17:44 el pásner así un señor,
0:17:48 no faltaba la guitarra,
0:17:52 vienen cordas de ilucrosas,
0:17:56 y el bacán de bocancosa,
0:18:00 con berretín de canto.
0:18:11 Con torrito misto, coitirado,
0:18:15 en el fondo de aquel conventillo,
0:18:19 sin alfombra, sin lujo, sin brillo,
0:18:22 cuantas noches felices pasé,
0:18:26 al calor del querer de una piba,
0:18:30 que fería tricona y sincerada,
0:18:34 y una noche de invierno culera,
0:18:37 en un pueblo hasta el cielo se lo es,
0:18:41 cada coserá un recuerdo
0:18:45 que la vida había bargada,
0:18:49 por eso me la pasaba,
0:18:53 culeros corran de tritón,
0:18:57 los muchachos se cortaron,
0:19:01 al verme tan aflijito,
0:19:05 en que perdieron,
0:19:09 empollando mi aflición.
0:19:14 El bulín de la calle,
0:19:18 haya cucho,
0:19:21 ha quedado mi estombo y pulero,
0:19:24 ya no se ose al cantor milonguerón,
0:19:28 he grupido su muncia en tonal,
0:19:32 y en el primus nomuselapava,
0:19:36 y a la barra conventa reunía,
0:19:40 y el vacán de la randa y alegría,
0:19:44 está seco o de tanto o llorar.
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